Un programa de aprendizaje y juego

Programa Educa a tu Hijo para jugar y aprender // Foto Denia Fleitas

Manzanillo. Noviembre 2.- Con su sonrisa ingenua llegó por primera vez y fue como si la llamada Casita de juegos fuera suya. Y lo es, de ella y de todos los niños y niñas que desde la primera infancia cultivan saberes y alegrías en el programa Educa a tu hijo.

La bienvenida a la enseñanza se vistió de los colores de las iniciativas de las promotoras, que promovió su disfrute sano en compañía de quienes pronto serán sus amiguitos. Figuras geométricas, plastilina para modelar, láminas con personajes de cuentos infantiles, acompañaron sus primeros pasos de familiarización, porque apenas cumplirá sus dos años.

“Es muy importante para el aprendizaje de ellos, para que se encaminen, y la mía se viste y come sola, se vale por sí misma y es gracias a este programa, que le ha enseñado, además, a contar, perfeccionar su lenguaje, recitar y cantar, claro con ayuda nuestra”, comenta Yilié, madre de la pequeña de tres años Arasay Rodríguez Naranjo.

“Con las orientaciones de la maestra los padres nos vamos preparando para fomentar en nuestros hijos hábitos, valores, desde el hogar, y así cuando ellos llegan a la escuela a estudiar el grado preescolar van más preparados para comprender las clases y aprender”.

Fomentar el desarrollo integral del niño desde las primeras edades // Foto Denia Fleitas
Fomentar el desarrollo integral del niño desde las primeras edades // Foto Denia Fleitas
Promotora orienta a los padres sobre cómo adentrar a los niños en el mundo de los objetos // Foto Denia Fleitas
Promotora orienta a los padres sobre cómo adentrar a los niños en el mundo de los objetos // Foto Denia Fleitas

Desde el portal y el jardín de la casa de Esperanza, en la parte alta de la calle General Benítez, los pequeñines se adentran en el mundo del conocimiento a través de los métodos de las promotoras del grupo no institucional y ejecutoras voluntarias, que se las arreglan para que fluya cada clase conjunta con la presencia de padres y niños.

Este, es uno de los 370 grupos de esta noble iniciativa en la ciudad del Golfo de Guacanayabo, donde cuatro mil 834 niños y niñas de cero a cinco años, entre el primero y el quinto año de vida, comienzan a adquirir las nociones básicas del mundo que les rodea.

Elogiado por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), por el valor que otorga a los primeros años de la vida en el orden educativo, y la imbricación de la familia, la comunidad y los diferentes sectores de la sociedad, en virtud de la capacitación de los bisoños de casa que no asisten a instituciones educativas, trasciende como espacio de forja y sueños.

La aspiración es que los niños sean hombres elocuentes y sinceros // Foto Denia Fleitas
La aspiración es que los niños sean hombres elocuentes y sinceros // Foto Denia Fleitas
Orientar a los padres para el fomento de la educación en el hogar es prioridad // Foto Denia Fleitas
Orientar a los padres para el fomento de la educación en el hogar es prioridad // Foto Denia Fleitas

A casi 27 años de abrirse como estrategia del Ministerio de Educación brinda en la nación una cobertura al 68 por ciento de la población infantil menor de cinco años, y sigue cosechando logros como los destacados al celebrarse su aniversario el pasado 16 de enero: “al iniciarse en 1992, el 7,5 por ciento de los niños de segundo grado había desaprobado; y el 1,5 por ciento de hoy demuestra lo diferente de esa realidad”.

Con alusiones al mundo de los objetos, lengua materna, educación plástica, musical y física, “nos enfocamos en desarrollar en los niños el lenguaje, las habilidades físicas, las técnicas participativas en la plástica como el modelado, el dibujo, construcción; igualmente la imaginación, el pensamiento, es decir, que contribuimos a su capacitación integral”, afirma Minerva Herrera Pupo, licenciada en Educación preescolar, una de las 36 féminas que ejercen como promotoras del Educa en Manzanillo.

Los avances de Yanitsa Quintero Escalona, con tres años, así lo evidencian asegura su mamá Yeilén. “Ya ella reconoce a los héroes de la Patria como Camilo y el Che, recita a su forma algunas poesías, identifica los colores, y la maestra es cariñosa, visita la casa para saber de la niña y constatar si se cumplen las orientaciones, es muy preocupada por todo”.

Al amparo del sistema educacional cubano, el Educa a tu hijo es uno de los programas de la Revolución que denota la importancia de los niños y niñas para la nación caribeña, pues son estas edades tempranas las más importantes para el fomento de las capacidades de los futuros hombres y mujeres de la sociedad.

Con este encuentro de martes cumplen con la prédica martiana de que “los niños debían juntarse una vez por lo menos a la semana, para ver a quién podían hacerle algún bien, todos juntos”; cumple Cuba con la aspiración de que “sean hombres que digan lo que piensan, y lo digan bien: hombres elocuentes y sinceros”.