Un reto para todos

Desde 1996 se celebra en esta jornada el Día Internacional de la Alfabetización, fecha instaurada por la UNESCO con el fin de  conmemorar y resaltar el derecho a la educación que tiene cada individuo, además de analizar los avances conseguidos y enfrentar nuevos desafíos en la constante lucha contra el analfabetismo.

Este día es una oportunidad para que los gobernantes y sus gobiernos destaquen el desarrollo en las tasas mundiales de alfabetización y reflexionen sobre los problemas que restan resolver en esta área de la sociedad, componente esencial para lograr los  objetivos de desarrollo sostenible, dentro del marco de la Agenda 2030.

Cuba junto a otros tres países latinoamericanos, Venezuela, Bolivia y Nicaragua, han logrado erradicar este mal social a través del método cubano “yo si puedo”, consistente el 65 tele clases de 30 minutos de duración.

La Ciudad del Golfo del Guacanayabo no esta exenta de la lucha diaria que acomete nuestra nación para lograr que cada ciudadano cubano asita a la escuela y alcance un alto nivel cultural, aquí abrieron sus puestas más de un centenar de centros educacionales de los mil 126 con que cuenta la provincia Granma.

Así mismo abrieron en toda esta región de la porción oriental del archipiélago otros 23 centros de carácter formativo para las nuevas generaciones: 13 palacios y siete campamentos de pioneros, y tres hogares de niños y jóvenes sin amparo familiar.

A este empeño se suman unos 17 mil educadores que atenderán en las aulas a 148 mil 500 estudiantes en distintos niveles educacionales, incluyendo las dos universidades y los centros de formación deportiva y cultural de la provincia.

Todo de forma gratuita, incluyendo la base material de estudio y de vida para los centros interno, el estado cubano subsidia estas labores educativas para lograr altos valores de alfabetización y elevar la cultura general integral de sus educandos.

«La alfabetización y el desarrollo de competencias”, será el lema que acompaña la celebración, destacando enfoques que pueden apoyar el desarrollo de la alfabetización y las competencias, para finalmente mejorar la vida y el trabajo de las personas y contribuir a sociedades equitativas y sostenibles.