Manzanillo. Septiembre Primero.- Las calles de la ciudad del golfo se llenaron de colores esta mañana; algarabía caracterizó este amanecer que por cinco meses estuvo silenciado debido al distanciamiento social que provocó el azote del nuevo coronavirus.
Centros de educación primaria, secundaria, especial, preuniversitaria y de la enseñanza técnica, acogen desde hoy a más de 21 mil educandos manzanilleros que reanudan el período lectivo correspondiente al 2019- 2020.
En la escuela especial Francisco Vicente Aguilera Tamayo de esta ciudad, no se descuidan las medidas y protocolos a tener en cuenta para evitar contagio y propagación de esta mortal enfermedad, a pesar de la favorable situación epidemiológica que viene presentando el municipio.
Leydis Marian Castillo Pérez, psicopedagoga de esta escuela, nos comenta que “debido a las características especiales de estos niños las medidas que se han tomado van encaminadas a la preparación de la escuela en cuanto a la higienización ante todo, a mantener el distanciamiento físico en las aulas, el lavado de las manos para lo cual se ubica en cada salón de clase el pomo con la sustancia de desinfección; se les están dando charlas a los estudiantes y padres del uso correcto y continuo del nasobuco, el cambio que se va a hacer de esta prenda a las nueve y once de la mañana y las tres de la tarde; se enfatiza a menudo en el distanciamiento que se debe mantener en todo momento y sobre todo en los horarios de las meriendas, almuerzo y la realización de las tareas extraclases que se efectúan en el centro. Estos son estudiantes con bajo nivel de aprendizaje y retiene en menor grado los conocimientos y hay que estar constantemente insistiéndole en este aspecto”.
Este plantel se ocupa no solo de garantizar todas las normas de salud establecidas por las autoridades sanitarias; esta enseñanza educativa no recibió teleclases en el período de confinamiento, razón para que el personal docente y no docente ponga toda su atención en el aprendizaje de estos alumnos.
Yoannis Grethel Mendoza Rodríguez, directora del centro especial, explica que “tenemos unos 140 educandos que serán atendidos por 53 trabajadores de los que 37 son docentes, dentro de la propia institución son atendidos 126; para eso hemos organizado 13 grupos de clases distribuidos dentro de la escuela y dos de ellos en la ESBU Paquito Rosales mediante una prestación de servicio”.
“Estamos trabajando y priorizando tres elementos fundamentales, el servicio en red, el trabajo y orientación a la familia donde se informarán cómo se estará trabajando en el proceso educativo, el evaluativo y el trabajo metodológico con los docentes que va a estar encaminado fundamentalmente al desarrollo y preparación a partir de los despachos metodológicos que se van a establecer en la institución”.
¿Cómo estarán recuperando el contenido de la etapa en que estuvo interrumpido el curso y cómo será evaluado?
“En el caso de la discapacidad intelectual se orientó a los docentes el visionaje de las teleclases, donde los contenidos estuvieron en correspondencia con los de nuestros niños, luego cuando nos incorporamos en el mes de julio estuvimos indicando a los docentes las visitas a los hogares para poder desarrollar un diagnóstico de aprendizaje que nos permitiera elaborar las dosificaciones y realizar la planificación correspondiente para que nuestros niños puedan adquirir los conocimientos necesarios.”
«En cuanto a la evaluación, a partir de esta situación, en la resolución 97 del 2020 se especifica claramente cómo se va a estar estableciendo el proceso de evaluativo en los niños con discapacidad intelectual, donde los del primer ciclo de primero a cuarto grado elaborarán el álbum de la Patria dentro de la escuela en estrecha colaboración con la familia y en las actividades complementarias dirigidas a la asignatura El Mundo en que Vivimos».
«El segundo y tercer ciclo están estableciendo trabajos integradores en Historia de Cuba, Ciencias Naturales, Geografía y solo se estarán aplicando trabajos de control parcial en Lengua Española y Matemática”.
Por su parte Jorge Arias Labrada, guía base de la ESBU Paquito Rosales, centro que presta locales a esta escuela especial, argumenta que “para reanudar este curso escolar tomamos todas las medidas necesarias para la lucha contra la COVID-19, que comenzó con la higienización del ciento por ciento de las sillas, mesas y los espacios de la instalación con hipoclorito de sodio, la constante exigencia a los estudiantes de utilizar los desinfectantes de mano a la entrada de la escuela, al ir al baño o al ingerir algún alimento; se planifican charlas educativas relacionadas con estas cuestiones y hoy hemos logrado que todo los estudiantes traigan su nasobuco puesto, así como los que necesitan para efectuar cambios en los horarios establecidos, además el distanciamiento físico se cumple según lo estipulado a no menos de un metro unos de otros en los puestos de estudio”.
Para que no exista hacinamiento y cuidar la salud de todos los estudiantes y trabajadores de ambos planteles se establecieron horarios en cada uno de los grados secundarios: “séptimo grado estará recibiendo sus clases de lunes a jueves en la mañana, octavo los mismos días pero en la tarde y noveno trabajará el viernes todo el día. No se estarán efectuando matutinos, las orientaciones o informaciones generales, así como el acontecer nacional e internacional serán dadas en los salones de clases. El receso docente se ejecutará de forma escalonada, dos grupos luego del segundo turno de clase y dos más terminado el tercero, para evitar aglomeraciones tanto en los pasillo como en el patio de la escuela ; el cambio del nasobuco se realizará cada dos turnos de clase” concluye el Máster Arias Labrada.