Una mirada jurídica al futuro del trabajo en Cuba

Foto: cortesía de la entrevista
Foto: cortesía de la entrevista

“Este anteproyecto del Código de Trabajo está pensado para la Cuba real, la que vivimos en municipios como Manzanillo”, afirma Lisandra Sánchez Solano, asesora jurídica de la Empresa Filial de Conservas y Vegetales en Granma.

En el contexto de la actualización legislativa que vive el país, el anteproyecto del nuevo Código de Trabajo se presenta como una herramienta clave para fortalecer los derechos laborales y adaptar las normas a la realidad económica.

¿Qué fundamentos jurídicos sustentan este anteproyecto?

«El anteproyecto se basa en el Código de Trabajo vigente, la Ley 116 y sus reglamentos, además de convenios internacionales que tienen aplicación en Cuba, todo el diseño parte de principios de derecho, justicia y equidad, buscando fortalecer las garantías tanto para los trabajadores como para los empleadores. Es una propuesta que no nace en abstracto, sino desde la realidad concreta de nuestros centros laborales, como los que existen en Manzanillo».

¿Cómo está estructurado el documento?

Está compuesto por cuatro libros, el primero aborda aspectos generales; el segundo, los derechos individuales del trabajo; el tercero, los derechos colectivos; y el cuarto, la administración del trabajo; esta estructura permite una lectura más ordenada y facilita su aplicación en contextos diversos, desde la fábrica de conservas en Manzanillo hasta una entidad estatal en La Habana».

¿Cuáles son las principales novedades que introduce?

«Una de las más importantes es la ampliación de los sujetos regulados, se reconocen como parte de la relación laboral tanto personas naturales como jurídicas, cubanas o extranjeras residentes en el país. También se incorpora la figura del trabajador autónomo, que es muy relevante en territorios como Manzanillo, donde el trabajo por cuenta propia tiene un peso creciente. Además, se definen las llamadas personas de confianza, cuyas relaciones laborales se formalizan mediante resolución de nombramiento y están sujetas a requisitos específicos».

¿Qué cambios propone en materia de responsabilidad material?

«La responsabilidad material sale del marco administrativo, ahora, el trabajador inconforme puede reclamar ante el órgano de justicia laboral e incluso acudir al tribunal competente. Esto representa un avance en términos de garantías procesales y acceso a la justicia, especialmente en municipios como el nuestro, donde los trabajadores necesitan mecanismos ágiles y efectivos para defender sus derechos».

¿Considera que este anteproyecto responde a las necesidades actuales del país y de territorios como Manzanillo?

«Sí, es un documento aterrizado a la Cuba real, la que vivimos en territorios como nuestro municipio, con sus dinámicas productivas, sus retos económicos y sus aspiraciones sociales. Aunque como toda norma jurídica puede tener aspectos perfectibles, su elaboración responde al propósito de ofrecer soluciones concretas y efectivas. Se busca reflejar lo que realmente se necesita hoy en el ámbito laboral cubano», concluyó.

¿Qué mensaje desea transmitir a los trabajadores y empleadores ante esta propuesta legislativa?

«Que se trata de un instrumento legal que busca el equilibrio, la equidad y la protección de derechos. Es una oportunidad para fortalecer las relaciones laborales sobre la base del respeto mutuo, la justicia y la participación activa de todos los actores involucrados. En Manzanillo, como en toda Cuba, el nuevo Código debe ser una herramienta para construir un entorno laboral más justo, más humano y más eficiente».

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