Manzanillo. Diciembre 3.— La salud pública cubana se construye sobre historias de entrega y superación. Una de ellas es la de la Doctora Yanetsi Santiesteban Popa, especialista de primer grado en Higiene y Epidemiología, cuyo camino profesional demuestra que la verdadera vocación siempre encuentra su rumbo, aun cuando este tome giros inesperados.
“Al culminar el preuniversitario, tenía una carrera en mano: Ingeniería Agrónoma. Pero mi vocación siempre fue la salud, y ese anhelo me llevó a tomar una decisión audaz: cambiar de carrera para estudiar Enfermería. Así comencé la licenciatura, graduándome en 2004”, recuerda.
Su vida laboral comenzó en el Policlínico No. 3 René Vallejo Ortiz, donde durante varios años ejerció como licenciada en Enfermería. “Me desempeñé donde más se necesitaba, acumulando una experiencia”, afirma.
Pero su sed de conocimiento y servicio no se detuvo. En 2013, solicitó un nuevo cambio, estudiar Medicina.
“Cuatro años intensos de estudio culminaron en 2017, cuando me gradué como Médico General Integral. Cumplí mi servicio social en Pilón, una experiencia que fortaleció mi visión comunitaria, y después solicité especializarme en Higiene y Epidemiología”.
Durante dos años, realizó su residencia en el Centro Provincial de Higiene, Epidemiología y Microbiología de Bayamo, sumergiéndose en el mundo de la prevención, vigilancia y control de riesgos sanitarios.
“Tras especializarme, regresé al municipio. Primero fui ubicada como epidemióloga en el mismo Policlínico No. 3, donde ejercí por tres años. Hoy me desempeño en el Centro Municipal de Higiene y Epidemiología, donde llevo el programa de Infecciones Respiratorias Agudas (IRA) y Tuberculosis (TB)”, explica con modestia, cualidad que sus compañeros destacan.
La trayectoria de la Dra. Yanetsi Santiesteban Popa es un testimonio de vocación inquebrantable y evolución constante. Su historia, en el Día de la Medicina Latinoamericana, honra el legado de quienes entienden la salud no solo como ciencia, sino como deber humano.