William y su pasión por capturar momentos

Foto cortesía del entrevistado
Foto cortesía del entrevistado

El trabajo de un camarógrafo es fundamental para contar historias y transmitir emociones. Con su cámara en mano y su habilidad para capturar momentos únicos, William Sánchez Zamora, ha sido un rostro familiar en el equipo del Telecentro Golfovisión durante los últimos cinco años.

Nos sumergimos en el detrás de cámaras y descubrimos los desafíos y las recompensas de una profesión que requiere pasión, creatividad y una gran sensibilidad.

Periodista: ¿Cómo te iniciaste en el mundo de la fotografía y el video?

William Sánchez Zamora (WSZ): En el mundo de la fotografía y el video, me inicié, casi sin saberlo en la Escuela Militar del Camilo Cienfuegos hace aproximadamente 20 años.

P: ¿Cuál fue tu primer trabajo como camarógrafo?

WSZ: Mis primeros pasos como camarógrafo profesional los hice en los estudios fotográficos Colores y Galan, aunque ya desde antes hacía cosas más pequeñitas, más sencillas.

P: ¿Cuál ha sido tu trayectoria profesional hasta ahora?

WSZ: Hasta ahora solo he trabajado en la televisión, aunque pudiera incursionar en otros medios de la audiovisual si fuera posible. Me he especializado en la fotografía, aunque he hecho algunos trabajos en edición. Me motivé a trabajar en el telecentro, pues se puede ejercer la fotografía audiovisual y la creatividad fotográfica, este medio de comunicación posee un amplio atractivo, ya que siempre estoy con la cámara en mano y creando.

P: ¿Cuál ha sido el proyecto más desafiante en el que has trabajado y cómo has superado los obstáculos que se han  presentado a lo largo de tu carrera?

WSZ: Cada proyecto que realizo en el día a día es un desafío, hay que ver las cosas como son. Nunca nada es igual, las personas no son las mismas, las situaciones son diferentes, la iluminación no es igual siempre.

Tengo que pedirme más a mí mismo, comenzar a buscar  encuadres que nadie más pueda hacer, tengo que escoger mis herramientas e ir más allá. Siempre van a existir los obstáculos, pero hay que tratar de superarlos estudiando, buscando información, preguntando a otros profesionales de la fotografía y nunca rendirse.

P: ¿Qué cualidades crees que son esenciales para ser un buen camarógrafo?

WSZ: Ser camarógrafo es mucho más que tomar fotografías. Es una búsqueda constante de la belleza, de la emoción y de la verdad. Para mí, la fotografía es un lenguaje universal que nos permite conectar con los demás a un nivel profundo. Estudiar la técnica, cultivar la creatividad y sentir cada toma con pasión son los pilares fundamentales para crear imágenes que perduren en el tiempo.

P: ¿Qué consejo le darías a alguien que quiere dedicarse a esta profesión?

WSZ: El consejo que yo les daría a las personas que quieran iniciar en esta maravillosa profesión, lo voy a decir mediante un pensamiento de un gran fotógrafo alemán, Peter Lindbergh.

Dice la cita: “Sé atrevido, sé diferente, sé poco práctico, sé cualquier cosa que asegure tu objetivo y tu visión imaginativa frente a los jugadores seguros, las criaturas comunes y los esclavos de lo ordinario.” Fin de la cita.

Deben encontrar su propia voz y a perseguir sus sueños. No tengan miedo de experimentar, de equivocarse y de ser diferentes. El mundo necesita más fotógrafos que se atrevan a desafiar los límites y a ofrecer nuevas perspectivas.

P: ¿Cómo ves la importancia del trabajo de un camarógrafo en la sociedad?

WSZ: Si bien no podemos cambiar la realidad, sí podemos elegir cómo mostrarla. Nuestra perspectiva, nuestra sensibilidad y nuestra técnica influyen en la forma en que el público interpreta una imagen, es un equilibrio delicado entre la objetividad y la subjetividad, entre documentar la realidad y crear una interpretación personal.

William Sánchez Zamora, nos muestra que la fotografía es mucho más que una simple técnica, es una forma de ver el mundo, de interpretarlo y de compartirlo con los demás.

Su evolución como camarógrafo ha sido constante, adaptándose a las nuevas tecnologías y explorando nuevos lenguajes visuales.

A pesar de los logros alcanzados, su pasión por la imagen sigue intacta, su mirada sigue buscando nuevos ángulos para explorar.

Compartir en: