El sonido de los disparos irrumpió aquel amanecer, un despertar diferente vivirían los que allí se encontraban; era la mañana de la Santa Ana en la que un grupo de lozanos guiados por un joven abogado decidieron asaltar el cuartel Moncada en la ciudad de Santiago de Cuba y el Carlos Manuel de Céspedes en Bayamo.
La acción suponía el derrocamiento del tirano, el fin de muchos de los males de aquella época, infelizmente una serie de contratiempos impidieron que el objetivo fuera cumplido, pero sin lugar a dudas marcó la historia de los que es hoy la Revolución cubana.
Desde entonces tomó nombre aquel movimiento revolucionario, ahora 26 de julio, representó un paso más de coraje para nuestros héroes en busca de las conquistas de la patria, no se rindieron quienes dedicaron su vida a esta lucha armada.
Muchos de aquellos valientes perecieron en el intento, otros fueron hechos prisioneros los que respondieron a juicio más tarde, donde declararon que el autor intelectual de aquella hazaña era nuestro Apóstol José Martí , era el año de su centenario y había que hacer justicia guiados por sus ideas independentistas
Ni el temor a la muerte, la cárcel o tortura, neutralizó la acción de los combatientes cuando Fidel y un grupo de revolucionarios decidieron emprender desde dos tierras diferentes, con sus ansias de una Cuba libre y soberana, de una sociedad más justa con igualdad de derechos y oportunidades para todos.
Destituir un gobierno corrompido, aparente e hipócrita significó la acción que ofreciera una soberanía absoluta, solo con la actitud de hombres como estos, logramos lo que nos edifica hoy; educación, salud, cultura, libertad. No permiten olvidar la Historia de Cuba, negando quedar paralizados en el tiempo.
Esta gesta libertaria mostró que un fracaso no determina nada, solo con inteligencia y sabiduría se logró el triunfo definitivo que se alcanzaría seis años después, al iniciar la Revolución cubana.
Con ella nacía además la brillante idea de demoler los cuarteles militares y convertirlos en centros educativos gratuitos para todos por igual. Cada 26 de julio se festeja en nuestro país el día de la Rebeldía Nacional para recordar esa acción que dio pie al triunfo de los ideales de los que lucharon por esta sociedad socialista. Hoy tenemos que limitar los festejos por la actual situación epidemiológica mundial, pero siempre marcará nuestra victoria.