Manzanillo. Septiembre 24.- El cumpleaños de un amigo y la vida de uno de los hijos ilustres de la ciudad del Golfo de Guacanayabo, Lino Borbolla Vargas, es el motivo de la celebración que acogió la sede de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) en la noche de sábado.
El músico, arreglista, profesor de varias generaciones de instrumentistas cubanos, director de orquesta y banda de conciertos, Lino Borbolla, continuador de la tradición de la música de órganos en la Mayor de las Antillas cumplió sus 87 años de existencia al servicio de la cultura cubana, y se hizo la fiesta.
Los principales artífices del agasajo fueron el Maestro y Premio de la Música Wilfredo Pachy Naranjo; el pintor Manuel Olivera Álvarez (MOA), profesor de varias generaciones de artistas plásticos y presidente de la UNEAC en Manzanillo; y el periodista y cronista Pedro Enrique Vera Portales, quienes resaltaron las cualidades del profesional y del hombre que en sí guarda una historia viva de identidad local.
«Gracias a ustedes mis amigos por estar aquí», expresó el único testigo vivo en Cuba de la aparición e irrupción del órgano oriental, y quien con su saxofón y Banda Gigante comparió escenarios junto a leyendas de la música cubana como Benny Moré, Celeste Mendoza, Elena Burke, Fernando Álvarez, Lino Borges, Roberto Sánchez, Barbarito Diez, y orquestas como La Riverside y la Aragón.
Lino Borbolla Vargas es descendiente de una de las familias que introdujo el órgano en la región oriental del país luego de su entrada por Cienfuegos; ostenta el Pergamino de la Ciudad de Manzanillo por su aporte y defensa de la tradición cultural de la música de órgano en esta porción cubana.