Rosita Jerez, una chispa de alegría en Radio Granma

Rosita Jeréz, siempre sonriente, ahora como asistente de programas // Foto Marlene Herrera

Rosa María Jerez Mariño, a quien llamamos cariñosamente Rosita, es como una llovizna fina que al caer esparce su frescura. Siempre bienvenida, con la expresión de alegría que rasga sus ojos más de lo común, es una de las jóvenes integrantes del colectivo de la planta radiofónica manzanillera.

Su rostro afable, voz convincente y actitud servicial, fueron el recibimiento de Radio Granma durante unos ocho años a quienes pisaban su recepción; son la razón de que forme parte indisoluble de este medio que es cómplice de su audiencia.

Como asegura la periodista Carmen León, “es un privilegio para los trabajadores de la radio que una joven con la valía y características de Rosita esté entre nosotros, especialmente por la juventud que tiene, por el ímpetu, el ánimo que siempre viaja con ella, que la viste, la engalana y que hace sea un toque distintivo en la radio; porque donde quiera que Rosi llega hace que surja una sonrisa en todos los rostros”.

El saludo, la palabra de aliento, la positividad con la que enfrenta cada día y tarea, por muy difícil que parezca, las energías que despliega, engrandecen su estatura diminuta, estampan su huella en la casa sonora.

Los elogios en grado superlativo de quienes han compartido, por una década, las jornadas de labor con ella, hablan por sí solos de la gracia y virtud de esta muchacha que conquistó con su “ha sido un placer atenderle”.

Siempre atenta "ha sido un placer atenderle" // Foto Marlene Herrera (Archivo)
Siempre atenta «ha sido un placer atenderle» // Foto Marlene Herrera (Archivo)

“Magnífica, muy buena persona, muy responsable, capaz de enfrentar cualquier tipo de tarea que se relacione con atención al público y en cualquier departamento. Tiene una capacidad admirable para entender y explicar todo tipo de detalles que necesites entender, y cumplir con su deber”, afirma la locutora Argelia Verdecia.

“Una excelente compañera de trabajo, que realiza sus funciones con mucha eficiencia,  preocupada, entusiasta, siempre dispuesta a colaborar con cualquier tarea, con sus compañeros”, agrega Alina López Chávez, quien le recuerda a su llegada con 19 años y la madurez con que sorprendió al colectivo.

“Desde que ingresó se le vio esa entrega profesional, primero en la recepción y posteriormente como asistente de programas”.

Rosita, asegura el realizador Eduardo Bertot, “lleva la mezcla de compromiso, lealtad, principios, y de poner siempre en primer lugar la emisora y después los problemas personales;  es muy laboriosa, que tiene el carácter personal para ser una buena realizadora, si se supera en el ámbito radiofónico”.

“Me hace recordar esos tiempos en los que éramos mucho más responsables con nuestro trabajo, más exigentes con nosotros mismos, cuando éramos tan dedicados a un medio como este que necesita rescatar esa pasión en las personas que entran”.

Junto a la estelar locutora Rosa María Castro Coll (ya jubilada) // Foto Marlene Herrera (Archivo)
Junto a la estelar locutora Rosa María Castro Coll (ya jubilada) // Foto Marlene Herrera (Archivo)

Distinguida como la mejor trabajadora de la planta en varias ocasiones por su integralidad, activa colaboradora y dirigente de la sección sindical, promotora de iniciativas que revisten con detalles los departamentos de la emisora local, hace gala del espíritu propio de la juventud.

Esa chispa, esa pegada, según la define el director de programas Héctor Reyna, atrapa; “pues es una persona muy eficiente, colaborativa, con la que puedes contar en todo momento, siempre presta a las cosas que se le solicitan. Además, digo yo que adivina lo que tú a veces quieres gestionar, y hasta sin decírselo directamente ella se ocupa de hacer su trabajo y de cosas, incluso más allá de lo laboral”.

A 10 años de su entrada a la emisora Radio Granma, la chinita, como muchos la reconocen, es del grupo que señala el camino, por su consagración desde el respeto a sí misma, a todos a su alrededor y, en especial, a la radio.

Es, como señala Carmen, “un regalo que tenemos los radialistas manzanilleros para seguir haciendo, para seguir atrayendo jóvenes de esa categoría”, que enriquezcan a esta tradición radiofónica pronta a celebrar sus 87 años.