
Manzanillo. Marzo 24.- El afecto que Princesa profesaba era incomparable, el alma amorosa se reflejaba en sus ojos cálidos a pesar de impactar por su estatura imponente, que amedrentaba a muchos, pero a los más cercanos otorgaba el privilegio de la seguridad.
Habita hoy en cada espacio de la que por 11 años fuera su casa y en el recuerdo, imborrable, de su familia, que como muchos en toda Cuba dan loas a la legislación que desde el pasado 26 de febrero, aprobado por el Consejo de Estado, define los aspectos que propiciarán el bienestar animal.
Acorde al reclamo reiterado de los amantes de perros, gatos, conejos, palomas, y el sin número de especies que integran esta clasificación científica de los seres vivos, la Mayor de las Antillas aprobó por primera vez una ley específica que recoge en sí el quehacer como garantía del respeto, el buen trato y cuidados, así como la conservación de la diversidad biológica de estas especies imprescindibles.
Al respecto, la doctora veterinaria Ana Morales Fonseca, del departamento de Sanidad Animal del municipio de Manzanillo, afirma que “este Decreto Ley une en un solo cuerpo legal las regulaciones anteriores; al derivar de la Constitución amplía su fuerza para abarcar más que la protección de los animales, el deber ciudadano regido por principios, deberes, reglas, de proveer bienestar en todos los sentidos tanto a las mascotas, o animales afectivos, como a los productivos de las entidades estatales, que forman parte de la cadena alimenticia del hombre”.
Su cumplimiento una vez implementada, a 90 días de la publicación en la Gaceta Oficial de la República, aunará los esfuerzos de varios organismos y sectores, y “reforzará la protección con definiciones más abarcadoras según las especies y tipos, como antes refería de compañía, productivos y de trabajo; y trasciende a velar por su seguridad física, se adentra en su estado mental en relación con las condiciones de vida y muerte.
“Así vigilaremos por el cumplimiento de las regulaciones de Medicina Veterinaria, de condiciones de vida que disten de ocasionarles situaciones de estrés, daño físico, maltrato, que afecte a la salud y bienestar de cualquier especie, categoría o propósito, hasta el último aliento.

“Se toman en cuenta los elementos que determinan ese estado animal al que aspiramos: buena nutrición, cero maltratos y miedos, asistencia veterinaria adecuada con el cumplimiento del esquema de vacunación, y asistencia técnica».
“A nosotros, Sanidad Animal, como rectores en estas materias, nos compete en mayor medida porque desde nuestra función como veterinarios cumplimos con la meta de cuidar de los animales y a la vez salvar a la humanidad, porque evitamos la zoonosis, o sea, la transmisión de alguna enfermedad infecciosa de estos al ser humano, como la rabia que se monitorea con Salud Pública, y otras como la brucella y tuberculosis, de las cuales está libre este territorio costero”.
Por la misión de este sistema de sanidad, “el cuerpo de inspección integrado por 19 veterinarios, además de los otros tantos que cumplen la importante tarea en el sector estatal y privado, evitamos la introducción al país de enfermedades exóticas, y haremos cumplir el Decreto Ley según lo establecido, tal como hoy desplegamos, y que debe verse como un todo, desde los diferentes programas de lucha contra enfermedades, las campañas anuales de vacunación; por ejemplo la que se despliega hoy contra la encefalomielitis infecciosa equina, contra cólera porcino, carbunco sintomático, la erisipela porcina, monitoreos a las aves en centros especializados, la desparasitación y extracciones de sangre para los diagnósticos”.
“Además, en igual medida continuaremos garantizando la seguridad alimentaria y nutricional de la población con nuestra presencia en las unidades de producción del Ministerio de la Agricultura, en las empresas productoras de alimentos como el combinado cárnico, el lácteo, las empresas pesqueras, el aeropuerto, para certificar la calidad sanitaria e inocuidad de los alimentos para consumo, tanto animal como humano”.
Será vital como parte del perfeccionamiento que implica la normativa, aseguró, “crear capacidades y mejoras, dotar de condiciones el servicio sanitario asistencial en la clínica veterinaria municipal, que pertenece a la Integral Agropecuaria, para asegurar la eficacia de la atención”; y en lo cual se trabaja a nivel nacional, de acuerdo a un programa de recuperación referido por Yobany Gutiérrez Ravelo, director nacional de Sanidad Animal en intervención en la Mesa Redonda.
Los preceptos de este documento jurídico tendrán a los veterinarios manzanilleros como principales garantes del resguardo integral de esos seres capaces de experimentar y mostrar el dolor, la alegría, con gestos, sonidos, miradas, y que forman parte de la interfaz hombre-animal-medio ambiente.
Eliminar su maltrato y hacer prevalecer esa legislación cuando entre en vigor, es un reto que involucra a toda la sociedad cubana como significativo avance en pos de la implementación de la Política de Bienestar Animal en Cuba, aprobada el 19 de enero de 2021, y en respuesta al concepto universal de “Una salud”.