La frase que sella la imagen de portada de este artículo es muy sugerente, y nos invita a todos a actuar con rapidez y responsabilidad, si queremos conservar nuestras propias vidas y el futuro para las generaciones venideras .
Y es que antes que sea tarde debemos repensar tanto los hábitos, como nuestro accionar, y tratar de minimizar los efectos que está provocando el hombre en la atmósfera, estimulando un considerable impacto en el cambio climático, el cual lo estamos sintiendo todos.
Mucho se ha escrito sobre lo que debe hacer la humanidad para intentar minimizar los daños de esta situación, pero lo cierto es que ya casi el hombre no tiene tiempo, por lo que ahora debe enfocarse a buscar estrategias para adaptarse a estos cambios.
Creo que para entender mejor debemos refrescar los conocimientos sobre lo que se considera como cambio climático, y si es lo mismo que calentamiento global.
Realizando una búsqueda en internet podemos descubir que es necesario aclarar estos dos conceptos que, si bien están estrechamente relacionados, con frecuencia se toman de manera errónea como sinónimos.
Existe una importante diferencia, y es que el calentamiento global es la causa del cambio climático, es decir, el aumento de la temperatura del planeta provocado por las emisiones a la atmósfera de gases de efecto invernadero derivadas de la actividad del ser humano, las cuales están causando variaciones en el clima que de manera natural no se producirían.
Indagando más sobre este tema en la red de redes, se llega a conocer que la Tierra ya se ha calentado y enfriado en otras ocasiones de forma natural, pero lo cierto es, que estos ciclos siempre habían sido mucho más lentos, necesitando millones de años, mientras que ahora y como consecuencia de la actividad humana, estamos alcanzando niveles que en otras épocas trajeron consigo extinciones.
Recordemos que el cambio climático es el aumento de las temperaturas que trae consigo muchas consecuencias a otros niveles, como fenómenos meteorológicos extremos, entre ellos huracanes, sequías prolongadas, inundaciones. Igual el aumento del nivel del mar o cambio en los patrones meteorológicos en determinadas zonas.
Por eso Cuba, debido a su condición de archipiélago, tiene entre los peligros identificados del cambio climático, las inundaciones costeras producidas por eventos meteorológicos extremos, por las afectaciones que provocan al patrimonio natural y construido, así como la elevación del nivel del mar, una problemática que pone en peligro a varios asentamientos.
Para contrarestar esto el país implementa un ambicioso plan estratégico conocido como Tarea Vida, que entre sus objetivos fundamentales se encuentran el de prevenir y contrarrestar los efectos del cambio climático en correspondencia con estudios científicos sobre peligro, vulnerabilidad y riesgos para asentamientos humanos, recursos naturales y económicos.
En la isla entre algunos efectos de este fenómeno se aprecian en los crecientes períodos de sequía y transformaciones en patrones de rendimiento de diversos cultivos, en la pérdida de la vegetación costera, la merma del potencial hídrico, el desplazamiento en profundidad de la intrusión marina y penetraciones del mar.
Para nosotros el efecto de los gases de efecto invernadero, los cuales se consideran la clave del problema, el costo será alto por nuestra condición de archipiélago.
Sin lugar a dudas la costa es el escenario más frágil. En los últimos años sube el nivel del mar considerablemente, al igual que la temperatura , que desde mediados del siglo pasado, la media anual ha aumentado en 0.9 grados Celsius en Cuba. Hoy no podemos negar que nuestro clima es más cálido y extremo.
Las proyecciones futuras indican que la elevación del nivel medio del mar puede alcanzar hasta 27 centímetros para el año 2050 y hasta 85, para el 2100, lo que implicará una lenta disminución de nuestra superficie emergida y un crecimiento paulatino de la salinización, a partir de que nuestros acuíferos subterráneos tendrán un nivel de impacto a tener en cuenta.
Por eso las acciones del Plan del Estado Tarea Vida estan encaminadas a la prevención, preparación, respuesta y recuperación, para enfrentar y reducir los riesgos y las vulnerabilidades, es decir, para adaptarnos a este fenómeno que afecta a todos.
¿Cómo podemos ayudar? Será necesario entonces algunos consejos como el de reducir las emisiones, para esto es mejor medios de transporte sostenible como la bicicleta. Igual podemos ahorrar energía, y poner en práctica las conocidas mundialmente tres «R»: Reducir, (consumir menos y hacerlo de manera más eficiente), Reutilizar y Reciclar.
Otros de los consejos es luchar contra la tala indiscriminada de los árboles e incendios forestales que provocan la pérdida de bosques, es recomendable plantar un árbol, y siempre será necesaria la educación a los niños y jóvenes en el cuidado y preservación del medio ambiente. Si lo duda, puede preguntar a los miembros del proyecto Costa Viva de la Universidad de Granma, ganadores recientemente del Premio Energy Globel en la categoría juvenil, cuanto se puede lograr en este ámbito.
Recuerde las cifras y datos lo confirman, el cambio climático nos está dando un ultimátum, actuamos ahora o mañana será demasiado tarde.