La querida actriz y pedagoga cubana Premio Nacional de Enseñanza Artística y Premio Nacional de Teatro, Corina Mestre Vilaboy, acaba de fallecer en La Habana, a la edad de 69 años.
«Mujer de fuerte convicción revolucionaria, recibió en su hogar el mejor ejemplo de dignidad y entereza, lo cual contribuyó a forjar un carácter imponente dentro del espectro de la cultura cubana», refiere una nota publicada por el Consejo Nacional de Artes Escénicas, institución que informó del lamentable deceso.
Como una «brillante actriz y declamadora de voz excepcional, con excelentes dotes para la comedia y el drama, merecedora de múltiples aplausos por sus actuaciones en teatro, cine, radio y televisión» se le describe en el texto.
En la memoria del pueblo cubano quedarán siempre las impresiones causadas por las actuaciones de la entrañable actriz, tanto en radio como en televisión. También guardarán sus coterráneos en un sitio sagrado de sus recuerdos la enérgica declamación de Corina Mestre en la Plaza de la Revolución para despedir las cenizas de Fidel, que emprenderían su rumbo a Santa Ifigenia. Su voz emocionada, pero no quebradiza, elevó la grandeza del Héroe, desde la inspiración del Indio Naborí en su Marcha Triunfal del Ejército Rebelde, en encendidas resonancias verbales.
Tampoco olvidará Cuba la declamación, en la voz de Corina, del poema Fidel, del argentino Juan Gelman, donde emerge el Caballo –apelativo con que también se le ha denominado al líder cubano– entrando por las puertas anchas de la Historia.
Para sus alumnos, Corina será también perdurable, tanto por su ética como por su férrea conducta. Apasionada por las causas justas y por su país, la maestra empleó siempre su palabra en pos de la formación patriótica y la nobleza del espíritu.
«Me duele profundamente la muerte de mi fiel amiga, colaboradora, Maestra y Patriota», expresó en su cuenta de X Miguel Díaz–Canel Bermúdez, quien envió un abrazo a sus familiares y al pueblo de Cuba, que ha perdido a una de sus defensoras más apasionadas.