Agradecimiento en verso al acto de amor que salva (+Fotos)

Adita: Agradecimiento en verso al acto de amor que salva // Foto Marlene Herrera

Adita agradece a la vida en verso, a sus nueve añitos es la poesía el surtidor donde las palabras se vuelven canto y aliento, para seguir dándole sueños a la existencia que el destino quiso poner límites.

Con sólo cinco años una caída y golpe en la rodilla derecha de Adalenis de los Milagros Nueva Rodríguez desencadenó una inflamación y dolor por el que, en el Instituto de Reumatología Juan Manuel Márquez de La Habana, se detectó la presencia de un tumor de nueve centímetros en un tercio del fémur.

Las que quizás fueron las tres horas más largas para la vida de su mamá Adalenis Rodríguez Reyes tuvieron un saldo positivo para la recuperación de la pequeña, que desde entonces recibe seguimiento médico de forma bimensual en la capital cubana.

«Tras la intervención quirúrgica, y por la artritis idiopática juvenil poliarticular y trombocitosis leve diagnosticadas, todos los martes le inyectan el Metrotexate, en la sala de Hematología del Hospital Pediátrico Hermanos Cordové, pero por el coronavirus se trasladó al área de salud», expresa su madre con el brillo del agradecimiento en sus ojos.

La emoción se refleja en los ojos de su mamá // Foto Marlene Herrera
La doctora Marta Chávez da seguimiento a la niña en el Instituto de Hematología del Hospital Clodomira Acosta de La Habana// Foto Cortesía de las entrevistadas

«Me dijeron que es la única niña que se lo aplican en inyección en Manzanillo, y no ha fallado, a principio de mes voy a buscar la receta de los ocho bulbos de 25 miligramos y en la farmacia del hospital me lo entregan sin costo alguno».

«Me apoyan mucho, le atienden desde el propio hospital, el consultorio médico, desde la escuela cuando se ausenta por cuestiones de salud; la profesora de Casa de cultura viene a impartirle las clases de Literatura, así puede expresar todo lo que siente por todas las cosas lindas que recibe».

Adita expresa su agradecimiento desde los versos que escribe // Foto Marlene Herrera

Y las rimas de sus versos saltan de la libreta con tachaduras, dejan los rasgos de emoción entre las líneas y brotan de la garganta con voz de niña: «…En la sala de Hematología me reciben con alegría, es como si llegara a un jardín, me reciben lindas flores: Isabel eres un clavel, Dania eres una dalia, Normita eres una margarita, por eso cuando me van a inyectar no me dan ganas de llorar, porque me van a curar».

«Norge, doctor de Reumatología, me recibes con mucho amor aliviando mi gran dolor y me devuelves mi alegría».

Adalenis junto a parte del colectivo del servicio de Hematología del Hospital Pediátrico Hermanos Cordové de Manzanillo, al centro la doctora Isabel María // Foto Cortesía de las entrevistadas
Junto a Norge el especialista en Reumatología que le atiende en esta ciudad// Foto Cortesía de las entrevistadas

Esos son los nombres de quienes lleva con orgullo en su memoria y en el corazón por las atenciones que le brindan en su ciudad natal; a los que se suman la seño Ana, y quienes protagonizan sus cuidados en la real y maravillosa Habana: los doctores Alfredo, Santa, Marta Chávez.

«No me siento desprotegida, en cada atención y siempre ella recibe todo lo que necesita. Sus medicamentos se que son caros pero a mí no me cuestan nada, el Zofrán es otro es de donación; y por las secuelas igual toma gravinol de lunes a sábado pero si no lo puedo adquirir en la farmacia del área pues me lo dan en el hospital».

La seño Ana es un apoyo grandilocuente para Adita y su familia // Foto Cortesía de las entrevistadas

Adita anda con destreza, cierto que las largas distancias las recorre en silla de ruedas, pero es feliz; y para ayudarle a sus padres jubilados, aunque la mamá de forma particular, «por la Ley Especial Quinta que protege a las madres que cuidan de sus hijos, la niña recibe una ayuda económica por la Asistencia Social, porque este país no deja desamparado a nadie».

«No me canso de decir que soy feliz de vivir en Cuba, jamás la cambiaría- resalta el sentir de esta madre con lágrimas agolpadas en su interior. Solamente con la atención que veo tienen con mi niña, en mi esposo, en mí misma, y esos médicos que lo dejan todo por estar ahí con las personas que lo necesitan, cuando más lo necesitan, me enorgullen».

También a Adalenis de los Milagros, que prefiere gratificar este acto de fe y amor que salva en extremo, desde la lírica sencilla y elocuente de su poesía: «llegan como una gran bendición, en una nube de amor, brindando solidaridad, salvando a la humanidad… hijos de esta Revolución. Así somos los cubanos, así nos enseñó Fidel, así nos guía Díaz-Canel, aquí sí somos hermanos».

Adita y su mamá en su casa, donde reciben toda la atención que necesitan: No me canso de decir que soy feliz de vivir en Cuba // Foto Marlene Herrera
Poesía dedicada a Fidel // Foto Marlene Herrera
Poesía dedicada a Martí, de quien es admiradora // Foto Marlene Herrera
Su mamá está dedicada a sus cuidados // Foto Marlene Herrera