En la reunión del grupo de trabajo para la prevención y control de la COVID-19, el Presidente cubano consideró que la semana transitó con avances en la estrategia de enfrentamiento y se van dando señales de que Cuba está alcanzando un momento de menos complejidad.
“Ahora lo más importante es darle el golpe final a la epidemia, acortar su transmisión y que ello nos lleve a una posición de seguridad para poder tomar nuevas decisiones con relación al comportamiento del país”, subrayó el Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, en la reunión del grupo de trabajo para la prevención y control de la COVID-19, donde hizo un resumen de lo logrado en los últimos seis días.
Es una semana, apuntó, “que también ha transitado con avances en la estrategia de enfrentamiento a la pandemia y que nos va dando señales de que vamos alcanzando un momento ya de menos complejidad”.
Pero como siempre hemos manifestado, alertó el mandatario, “eso no nos puede llevar a la confianza, porque cada vez que hay un exceso de confianza aparece un transiente o una oscilación en el comportamiento, como es el caso, del nuevo foco en la tienda La Época”.
Hoy podíamos haber tenido menos de diez casos y subimos a quince, comentó Díaz-Canel al referirse el evento de la conocida tienda habanera, en el cual, informó el gobernador Reinaldo García Zapata, se han confirmado siete casos y cinco están pendientes de resultados. La entidad, aun cuando estaba cerrada al público, mantenía ventas virtuales y la entrega de módulos para vender en los barrios.
Al evaluar el transcurso de la semana, el Jefe de Estado lamentó la muerte de dos personas y consideró que “el nivel de fallecimientos va siendo menor y tiene que ver mucho con el impacto de la aplicación de los protocolos terapéuticos y a partir también de la aplicación de los medicamentos desarrollados en el país”. Además del “importante trabajo que se está haciendo, sobre todo en las salas de terapia intensiva, por parte del personal médico y paramédico”.
Reseñó el Presidente que “ya hoy acumulamos 1 671 altas, lo cual representa que el 86,5% de los enfermos han sido salvados. Tenemos 21 días de manera consecutiva donde siempre se ha incrementado el número de altas con relación a las entradas en el sistema”.
En particular en los últimos seis días, dijo, “hay cifras que son muy interesantes, por ejemplo tuvimos en toda la semana solo 59 casos positivos. Después que entramos en pandemia, es la semana que menos casos positivos hemos tenido dentro de la complejidad, o sea sin contar la semana en que aparecieron los primeros casos”.
Después de las 211 altas médicas que se otorgaron en este periodo que se evalúa, solo quedaron como pacientes activos 177. Por lo tanto, significó Díaz-Canel, “hoy nosotros solo tenemos como pacientes activos el 9,1 % de todos los que han enfermado”.
Ese es un indicador importante, destacó, “porque cuando se sobrepasa el 90% de pacientes que han salido del sistema, indudablemente la epidemia va amortiguándose en el tiempo”.
No obstante, reiteró, “insistimos en no tener exceso de confianza y en seguir manteniendo el rigor con la aplicación de las medidas”.
El país sigue estudiando y tiene una idea bastante clara, consideró, de las propuestas para, en el momento que entendamos, de una manera gradual, sin precipitaciones y con mucha responsabilidad para evitar rebrotes, ir pasando a la normalidad posible en esta situación y sobre todo con la influencia que tiene la pandemia en el mundo.
De manera organizada los organismos de la Administración Central del Estado y los expertos han estado haciendo propuestas muy inteligentes y creo que podemos manejar también esta situación, concluyó.
En el encuentro de este sábado, que fue dirigido por el primer ministro, Manuel Marrero Cruz, y donde también participó el vicepresidente de la República, Salvador Valdés Mesa, rindieron cuenta las provincias de La Habana y Matanzas, los dos territorios que en los últimos 16 días mantienen las tasas más altas de incidencia de casos positivos de la COVID-19 por cada 100 mil habitantes, y en los que se concentran hoy los esfuerzos mayores para dar ese “golpe final a la epidemia”.