En el elenco dramático del gran escenario sonoro que surca el éter para deleitar a los manzanilleros, una voz femenina unas veces niña, en ocasiones madre, patriota, vecina, comediante, despliega su pasión y transforma su talento en virtud de mantener la confabulación de la radio con su audiencia.
Y lo hace a sabiendas de cuánto aprecia el oyente a su emisora y cada propuesta que sale al aire para acompañarle en el ajetreo de su vida, porque Alina López-Chávez Díaz cumple un rol dual dentro del medio, se ocupa, además, de las investigaciones sociales en la planta.
Aquel comienzo como fonotecaria en el año 2000, junto a Mirian Labrada, a quien dice “llamábamos la enciclopedia musical de Radio Granma”, marcó el comienzo de la travesía por el mundo analógico y hoy digital, donde ya acumula casi dos décadas de labor mayoritariamente como Especialista de los medios.
“Radio Granma es mi vida entera, como profesional. Comencé aprendiendo, de una manera incipiente, y fui nutriéndome de todos las especialidades, tuve la posibilidad de hacer un curso de habilitación en actuación, la posibilidad de evaluarme como asesora; y me fascina toda la rama artística, tanto que llevo 19 años, aunque no he logrado desprenderme de mi función básica que es realizar las investigaciones sociales y atender las relaciones públicas en la institución”.
Y no tarda en acentuar “aunque si me preguntaran qué prefieres dentro de todo lo que he aprendido diría que en primer lugar la actuación, porque es parte de mí, está conmigo, es lo que más me atrae y disfruto”.
“Me gustan los desafíos y gracias a los directores he tenido la oportunidad de probarme en los diferentes papeles que me asignan. Esa es la función del actor, capaz de desdoblarse, de dar lo mejor de sí en el papel que le corresponde, si es una mamá, abuela, una flor, personaje de ficción, que no tenga que ver con su personalidad propia”.
Igualmente, valida la trascendencia de encuestas, análisis y tabulación de datos, intercambios directos con la audiencia, vitales para “la retroalimentación del sistema radiofónico, para saber cómo funcionan los códigos y mensajes que trasmitimos, desde la responsabilidad de conocer los intereses, necesidades, satisfacciones de los oyentes, para poder dirigir y diseñar nuestras propuestas radiofónicas porque para ellos trabajamos”.
“Tengo la satisfacción enorme que los estudios que realizamos cada año arrojan que esta es una emisora comunitaria que tiene una gran audiencia, no solo en Manzanillo, transita mucho más allá de nuestro ámbito de acción; y que los criterios que tienen los diferentes destinatarios de nuestros programas son los mejores”.
“Aunque siempre necesitamos que nos den sugerencias, que critiquen cuando haya que hacerlo en el mejor sentido, para mejorar nuestros productos; y es increíble cómo los jóvenes, incluso los niños, sorprenden con sus opiniones que nos alimenta y satisface, nos ayuda a trazar nuevas metas, y cambiar el rumbo”.
“Radio Granma tiene una audiencia merecida, porque viene de generaciones, de 87 años que vamos a cumplir, y la ha ganado con el respeto y el trabajo de los realizadores y de esta emisora para su público y pueblo”.
“Que tenemos que mejorar, que perfeccionar y a ello estamos llamados todos, es cierto; y ya estamos trabajando en eso, porque ese respeto es de orgullo para todos en estos 87 años que estará cumpliendo próximamente la radio manzanillera”.
En la expresión de su rostro, su gestualidad, en la emoción de las palabras, sobresale el sentido de pertenencia con la casa de los radialistas en la ciudad del Golfo de Guacanayabo, con la radiodifusión local que, asegura, seguirá cosechando éxitos y fidelidad entre los públicos.
“Seguirá porque siempre hay razones para seguir, para aprender, para aportar, y esa es nuestra función aquí; seguirá porque nos gusta lo que hacemos, porque estoy enamorada de todo lo que hacemos”.