
Manzanillo. Julio 1.- El mundo de la Historia es por demás maravilloso y aún en pleno siglo XXI queda mucho por descubrir. Esa pasión la traía desde pequeño Luis Rodríguez Peña, quien a pesar de ser Promotor cultural de formación, siempre se interesó por la investigación y divulgación de la Historia, tanto de nuestro Manzanillo, de Cuba, como del mundo.
Rodríguez Peña, trabaja como técnico hace diez años en el Conjunto Escultórico Celia Sánchez Manduley de nuestra ciudad, donde gracias a la narración oral escénica ha podido instruir al público sobre el Patrimonio histórico, principalmente el local y el referido a la vida y obra de la heroína de la Sierra y el llano.
«Desde niño, me fascinaba la historia de Manzanillo, lo que contaban mis abuelos sobre su época, la construcción del puerto, las fiestas tradicionales… Todo eso me despertó una sed insaciable por conocer el pasado de mi tierra. Luego, durante mis estudios encontré mi camino en la historia, y desde entonces he dedicado mi vida a la investigación y la divulgación», nos comenta
«La historia nos enseña que el progreso se basa en la comprensión del pasado. Al conocerla podemos aprender de los errores, valorar las tradiciones y construir un futuro más sostenible y consciente de nuestra identidad», afirma Rodríguez Peña.
Desde el 2014 labora en el Conjunto Escultórico en Homenaje a Celia Sánchez Manduley, conocido popularmente como La Escalinata, donde fascinado por la vida de esta gran mujer, que destacó por sus valores, ética y principios, defiende su memoria histórica y muestra a los visitantes del sitio como honrarla cada día.
Los historiadores no están exentos de dificultades en su trabajo diario, muchas veces es complicado acceder a información específica así como documentos de gran valor. Para desarrollar cualquier proyecto deben emplear muchas horas de investigación donde a veces se ve comprometida hasta la vida personal.
«El principal desafío es la falta de recursos y la escasez de archivos históricos. Pero la recompensa es enorme. Cada nuevo documento, cada entrevista, cada foto antigua, es un pequeño tesoro que nos permite reconstruir el pasado y darle voz a quienes no la tuvieron.»
El primero de julio celebramos el Día del Historiador cubano, fecha para honrar a quienes como Luis Rodríguez Peña, dedican sus vidas a desentrañar el pasado, construir narrativas que nos permitan entender el presente e iluminar el camino hacia el futuro.