Manzanillo. Julio 14.- Hablar de alumbrado público en Manzanillo es hacerlo de un tema de amplia repercusión social tanto como un diálogo sobre la efectividad o no del abasto de agua a los residentes en esta costera localidad granmense.
Hoy en la ciudad del Golfo de Guacanayabo alumbran avenidas, calles, parques, plazas, comunidades y barrios manzanilleros cerca de dos mil 700 bombillas, cuya disponibilidad técnica está al 95 por ciento.
El Ingeniero Andrés Frías Otero, director general de la Empresa Eléctrica en el municipio de Manzanillo manifiesta que entre las perspectivas inmediatas no se contempla la ampliación de alumbrado público, sino reordenar y reparar el disponible.
Ante esa situación la rapidez y eficiencia es necesaria porque a causa de las contingencias energéticas del país, muchas luminarias permanecieron apagadas y se dañó su sistema.
El empresario agregó que las mayores dificultades hoy se encuentran en los barrios de la zona alta de la ciudad del Golfo y las comunidades rurales, que se irán solucionando en la medida de las posibilidades.
El director general de la Empresa Eléctrica en el municipio de Manzanillo, ingeniero Andrés Frías Otero afirma que sobre el alumbrado público también recae el apagón de las indisciplinas sociales: personas que rompen las bombillas y niños y jóvenes que empinan cerca sus papalotes y afectan las luces, en cuya temática todos deben insistir.
Para ello y la socialización de las perspectivas, el empresario apuntó que se aprovechará el cercano proceso de rendición de cuentas del delegado ante sus electores.
Más allá de que el sistema de alumbrado público en el municipio de Manzanillo rebase el 90 por ciento de disponibilidad técnica, aun es insuficiente para el pueblo, que exige rapidez y efectividad.
Sin embargo, el dinero, esfuerzo y laboriosidad de los “eléctricos” manzanilleros no puede caer en saco roto y sí encender además las ideas de la responsabilidad y la disciplina.