La COVID-19 ha golpeado a la civilización con una fuerza que puede hacernos recordar la caída de aquel asteroide que cambió hasta la temperatura del planeta: Ya nada será igual. Pero el ser humano, que por su naturaleza tiende a buscar soluciones, recoge, al tiempo de sufrir los estragos de la pandemia, todas las experiencias posibles para poner fin a este desafiante episodio.
En Cuba, que no descansa en su lucha por la vida, sesionó este lunes la reunión del Grupo temporal de trabajo del Gobierno para el enfrentamiento a la COVID-19, la cual fue presidida por el primer ministro Manuel Marrero Cruz, quien reconoció el impacto de la epidemia en los sectores de la economía, y en lo social.
Tal reflexión llevó al Jefe de Gobierno a preguntar a las autoridades de todas las provincias, así como al intendente del municipio especial de Isla de la Juventud –a través de videoconferencia–, «qué más podemos hacer nosotros para acabar de acorralar la enfermedad y controlar esta situación».
Hacia el final de una jornada que pasó revista a temas de especial importancia para el país, como la disponibilidad de oxígeno medicinal en cada territorio, o la situación electroenergética nacional, Marrero Cruz expresó: «Necesitamos ir abriendo el país, necesitamos ir reabriendo la economía, necesitamos incluso ir dinamizando todo lo social»; pero para eso, dijo, hace falta tener la situación epidemiológica «bajo un control».
El también miembro del Buró Político trajo a colación episodios epidemiológicos como el recientemente vivido por la provincia de Matanzas. Allí el panorama llegó a ser muy adverso y, sin embargo, hoy el territorio lleva días reportando una cifra de casos por debajo de cien. De igual manera hizo referencia a la provincia de Ciego de Ávila, donde la situación fue muy difícil y ya está siendo controlada.
«Se ha demostrado que se puede», afirmó Marrero Cruz, quien dijo que «es muy importante el sistema de trabajo», y destacó la palabra «sistematicidad», porque podemos acometer muchas acciones, pero si sobre ellas no se establece «un mecanismo de control perenne, no vamos a acabar de controlar esta situación».
El Primer Ministro recalcó el valor que reviste en los días actuales atender con disciplina cada protocolo médico; dar seguimiento, desde todos los territorios, a los temas asociados a la movilidad, y no descuidar el frente del ingreso domiciliario. Sobre esto último, razonó que si en las casas tenemos a las personas positivas a la COVID-19 o resultan sospechosas de serlo, es importante «garantizar que sean visitadas todos los días, y ese es un tema clave para lograr el éxito en este enfrentamiento y que, desafortunadamente, no en todos los territorios está dando los resultados que se esperan».
Como parte de las experiencias, Marrero Cruz hizo hincapié en la necesidad de mantener, incluso de incrementar, las medidas asociadas al ahorro de la electricidad en el país. «La situación, afirmó, sigue siendo compleja».
La reunión tuvo como punto de partida la explicación, a partir del manejo de cifras y de tendencias, de la situación epidemiológica, exposición que estuvo a cargo del director nacional de Epidemiología del Ministerio de Salud Pública, el doctor Francisco Durán García. Entre diversos datos, el experto comentó que durante el presente mes ha tenido lugar una disminución del promedio de casos por día. Al cierre de la semana 36 de la epidemia (marcada con el 11 de septiembre), la cifra era de 7 779, inferior en un 8,9 % a la registrada en el mes de agosto.
El doctor Durán informó que en el mes en curso las provincias que presentan los mayores niveles de transmisión de la COVID-19 son Pinar del Río, Holguín, Sancti Spíritus, La Habana, Camagüey y Villa Clara. Es en esos territorios –dijo– donde se concentra el 55,8 % de los casos diagnosticados en Cuba durante septiembre.
En los últimos 15 días, detalló, fueron diagnosticados 112 873 casos positivos, para una tasa de incidencia de la transmisión de 1 009 por cada 100 000 habitantes. Las provincias que en tal indicador mantienen las mayores cifras son Pinar del Río, Sancti Spíritus, Cienfuegos, Mayabeque, Artemisa y Las Tunas.
En cuanto a cómo marcha el proceso de vacunación, Durán actualizó a los presentes con números obtenidos hasta este 11 de septiembre: de la población total de Cuba, quienes han recibido una primera dosis representan el 62,3 %, los que han llegado a la segunda son el 46,3 %, y, con una tercera, ya son un 38,3 %.