WILLIAMSPORT, Estados Unidos.–Los Pequeños Alazanes de Bayamo pelearon con todas sus armas, pero finalmente fueron derrotados por Veraguas (Panamá) por 2-3, y así terminaron su participación en la Serie Mundial de las Pequeñas Ligas.
Solo tres jits, incluido un jonrón de Luis Aparicio con uno en base, pudieron batear los nuestros ante los envíos de Omar Vargas (4,2 INN, 0CL, 1H) y Allan Rodríguez (1,1 INN, 2VL, 2H), pero en realidad el choque se decidió en el cuarto episodio, cuando los panameños marcaron las dos carreras decisivas ante el abridor y perdedor a la postre, Ismael Ortega.
Fue el segundo fracaso por la mínima en el certamen, porque cayeron contra Japón por 0-1, con un triunfo intercalado ante Australia, con marcador de 11-1. Lamentablemente, con dos reveses hay que decir adiós al torneo.
Los de la Ciudad Monumento apenas permitieron cinco carreras en tres partidos en la lid, pero su punto débil fue la ofensiva en los dos juegos en los que salieron por la puerta estrecha.
Aun así hay mucho que aplaudirles, porque aun con el score 0-3, creyeron en la remontada en el sexto episodio, que no llegó, pero con las dos carreras fletadas por Aparicio le dieron tremenda emoción al partido.
Hay que aplaudirlos porque se enfrentaron a Vargas, estrella indiscutida de Panamá, después de haberse levantado con la mala noticia del abandono inesperado de uno de los coach, y aun así, guerrearon hasta el final.
Hay que aplaudirlos porque sintieron la derrota en lo hondo, y estuvieron llorando, por vergüenza, durante largo rato. Porque querían ganar a toda costa, aunque los rivales fueran superiores.
Nos queda sacar experiencias para futuras series mundiales, perfeccionar nuestras Pequeñas Ligas y, como decía el director técnico de los bayameses, Vladimir Vargas, prepararse mejor, «porque el nivel es alto». Nos queda, a pesar de la derrota, aplaudirlos.