Trump prolonga por otro año Ley de Comercio con el Enemigo que sustenta el bloqueo a Cuba. Se recrudece el bloqueo y el hostigamiento, crecen la saña y la perversidad. Un bloqueo inhumano y cruel. Pero aquí no se rinde nadie», respondió a través de su cuenta de Twitter el Presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, ante la renovación, este miércoles, de la Ley de Comercio con el Enemigo de Estados Unidos.
Como cada año desde la década del 60, este 2020 el presidente de los Estados Unidos, reactivó esa legislación (TWEA, por sus siglas en inglés), que data del 6 de octubre de 1917 y le permite limitar el comercio e instrumentar sanciones económicas con naciones que su gobierno considera «hostiles».
«Por la presente determino que la continuación del ejercicio de esas autoridades con respecto a Cuba durante un año, es de interés nacional de los Estados Unidos», incluye el Memorando para el Secretario de Estado y del Tesoro, publicado en el sitio web de la Casa Blanca.
De acuerdo con la agencia Prensa Latina, Donald Trump también amplió sus poderes para tener mayor libertad de acción en cuanto al cumplimiento de las sanciones y en torno a la emisión de permisos para transacciones individuales.
La Ley de Comercio con el Enemigo es un instrumento de la administración estadounidense, aprobado por el Congreso Federal hace más de cien años y solo aplicable y con vigencia para la Mayor de las Antillas, aunque países como China, la República Popular Democrática de Corea y Vietnam, también fueron objeto de su aplicación en el pasado.
En virtud de ella fueron adoptadas las Regulaciones para el Control de Activos Cubanos en el año 1963, tras ser declarado el bloqueo contra Cuba en 1962 por el presidente John F. Kennedy.
En 1977, la Ley de Poderes Económicos de Emergencia Internacional restringió las facultades del presidente para imponer nuevas sanciones aludiendo situaciones de emergencia nacional. Sin embargo, la TWEA continuó aplicándose para Cuba, aun cuando la Casa Blanca nunca ha declarado una emergencia nacional con respecto a la Isla.
Pero la TWEA forma parte del entramado legal del cerco económico, comercial y financiero contra Cuba que abarca otras legislaciones administrativas, como la Ley para la Asistencia Exterior (1961), la Ley para la Administración de las Exportaciones (1979), la Ley Torricelli (1992), la Ley Helms-Burton (1996) y las Regulaciones para la Administración de las Exportaciones (1979).
El bloqueo es un acto de genocidio contra nuestro pueblo que apuesta a la escasez, las carencias materiales, y la interrupción de los servicios públicos. También pretende sembrar el desaliento y la insatisfacción, con el interés de responsabilizar a la Revolución por el caos, denigrándola.