Una combinación de protestas masivas, junto a saqueos, quema de edificios y autos, en el que participan los que exigen esclarecer la muerte de un joven de 17 años, a manos de la policía, y quienes atizan el fuego con insubordinación y vandalismo, se suceden por estos días en Francia.
La noche del sábado para el domingo, las fuerzas del orden han detenido a 719 personas en todo el país, informó el Ministerio del Interior, citado por medios locales, según RT.
De igual forma, como consecuencia de los enfrentamientos con los manifestantes y alborotadores, 45 policías y gendarmes han resultado heridos durante el fin de semana.
En la pasada noche se registraron 871 incendios en la vía pública. Además, se reportan 577 vehículos y 74 inmuebles siniestrados.
Un día antes, es decir, el viernes, se contabilizaban, según fuentes de prensa, la quema de unas 500 edificaciones y 550 coches, en enfrentamientos en las calles de varios pueblos y ciudades.
Mientras, se reportaba la movilización de unos 9 000 bomberos empeñados en sofocar las llamas.
Se ha informado que, entre las edificaciones incendiadas, hay 34 ayuntamientos y 28 escuelas. También fueron atacados 79 establecimientos de la policía.
El ministro del Interior francés, Gérald Darmanin, informó que solo en la tercera noche de protestas y enfrentamientos, fueron detenidas 667 personas y que más de 40 000 agentes han sido movilizados para hacer frente a los choques que comenzaron el pasado martes, pocas horas después de la muerte de un adolescente a manos de un agente de policía, luego de que el joven se negara a obedecer sus órdenes, en el municipio de Nanterre, en las afueras de París, según reportes de RT.
Vale recordar que otras protestas en Francia se produjeron en marzo pasado, cuando la nación fue estremecida por grandes huelgas contra la controvertida ley de pensiones, implementada por el gobierno de Emmanuel Macron.
Más de un millón de personas llegaron a movilizarse en todo el país, luego que el 16 de marzo el gobierno forzara la aprobación de la citada ley, sin pasar por la Asamblea Nacional –la cámara baja del Parlamento– donde no tiene una mayoría absoluta.