Baja mortalidad infantil en Cuba: garantías con rostros de niños

Baja mortalidad infantil en Cuba: garantías con rostros de niños
Baja mortalidad infantil en Cuba: garantías con rostros de niños
Por Rachel Pereda Punales

La Habana, 3 may (PL) La tasa de mortalidad infantil en Cuba es comparable con la de países desarrollados, asegura hoy desde la clínica Girassol de Luanda, en Angola, el colaborador cubano Tomás Michel Padrón.

 

En entrevista exclusiva con Prensa Latina vía Internet, el médico internacionalista cuenta su experiencia en el tema como vicedirector del programa materno infantil en el Hospital General Docente Enrique Cabrera, de La Habana.

Este año comenzó con la noticia de que Cuba alcanzó al cierre del 2017, la tasa de mortalidad infantil más baja de su historia, con 4,0 por cada mil nacidos vivos.

De este modo, por décima ocasión consecutiva la mayor de las Antillas mantuvo su tasa de mortalidad infantil por debajo de cinco por cada mil nacidos vivos.

Al respecto, Padrón Miranda destacó que ‘la reducción de la mortalidad en los recién nacidos es una prioridad del Estado cubano y con ese propósito se desarrolló un Programa de Atención Materno Infantil (PAMI), cuyo objetivo fundamental es ofrecer un seguimiento integral a las embarazadas’.

En este contexto, se ofrecen consultas especializadas que atienden desde la nutrición hasta la salud mental de la gestante para garantizar su salud y la del feto.

Según el especialista, dentro del PAMI existen distintos subprogramas, entre ellos la atención genética, vacunación a la embarazada y los hogares maternos, considerados centros de referencia para atender las diferentes patologías que aparecen con el embarazo.

‘Esta atención multidisciplinaria de las embarazadas facilita un parto seguro y previene los diferentes riesgos que pueden aparecer cuando se descuida el periodo de gestación’, aseguró el ginecólogo cubano.

Sin embargo, ‘en muchos países la realidad se muestra diferente y las gestantes se alejan de estos cuidados porque la medicina no es gratuita y se considera muy costosa’, agregó.

Asimismo, detalló a Prensa Latina que también existen en Cuba diferentes hospitales que son centro de referencia para las patologías o complicaciones diagnosticadas durante esos nueve meses.

‘Unido a estas instituciones, el médico de familia es el encargado de controlar el cumplimiento de la atención en cada caso, además de chequear las condiciones existentes en la casa y el ambiente familiar’, subrayó.

Las cifras también evidencian el desarrollo alcanzado en este sector en las últimas décadas. Mientras que en el año 1970, la tasa de mortalidad infantil era de 38,7 con más de nueve mil fallecimientos de niños menores de un año, el 2017 se presenta como un logro y un desafío a la vez.

Lo importante es mantener lo alcanzado y trabajar para una mayor disminución de la mortalidad infantil, y así brindar la bienvenida segura que merecen los niños, quienes constituyen la esperanza del mundo, concluyó el colaborador en Angola.

Mientras me despido de él vía online y le agradezco por compartir su experiencia, regreso a mi infancia para transportarme a aquellos años en que mi madre cumplió su primera misión como médico internacionalista.

Recientemente, el Doctor Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la Organización Mundial de la Salud (OMS), aseveró en esta capital que Cuba es el lugar perfecto para aprender cómo lograr una cobertura universal, incluso con pocos recursos.

Asimismo, proclamó que la nación caribeña ha sido capaz de formar sus recursos humanos (médicos, enfermeras y técnicos), dispuestos a servir en otros países, y subrayó la presencia actual de más de 48 mil profesionales de la salud cubanos en distintas zonas del mundo.

Una vez más, los recuerdos se acumulan y termino esta entrevista con la satisfacción de saber que en Cuba, el derecho a la vida es prioritario, y compartirlo con los países hermanos, un deber.

mem/rp

Compartir en: