Manzanillo. Junio 10.- La incapacidad para mantener la limpieza en las calles se ha convertido en un flagelo presente en Manzanillo. El hábito de arrojar basura en las esquinas es una práctica deplorable que ha alcanzado proporciones alarmantes, comprometiendo la salud pública y la estética de nuestra ciudad.
La acumulación de desechos no solo es desagradable a la vista, sino que también atrae plagas como roedores e insectos, estos animales vectores transmiten enfermedades y ponen en riesgo la salud de los residentes. Además, la basura obstruye los drenajes pluviales, lo que provoca inundaciones durante las lluvias fuertes, empeorando aún más la situación sanitaria.
La contaminación ambiental es otra de las graves consecuencias, ya que los materiales no biodegradables, como los plásticos y latas, tardan décadas en descomponerse, contaminando el suelo, por otro lado los desechos orgánicos, como los restos de comida, liberan gases nocivos que contribuyen al mal olor y la degradación del medio ambiente.
Cada vez son más las calles que encontramos infectadas por este mal hábito, por tanto me pregunto; ¿Es solo la indisciplina social? Acaso ¿hay una manera eficaz de evitar que estos desechos terminen en las esquinas? …y no obtengo muchas respuestas efectivas, ya que cada vez se torna más complicado que el carro que recoge la basura pase periódicamente, es difícil controlar en una cuadra quién es el primero en botar la basura y quiénes lo siguen.
A raíz de esta situación, algunos vecinos han tomado como alternativa prender fuego a la basura, hecho que no solo puede terminar en un incendio de grandes proporciones que llegue a hogares, sino que contamina el aire que respiran niños, ancianos y hasta personas con enfermedades respiratorias.
Es de suma importancia que las autoridades municipales tomen medidas urgentes para abordar este problema, si bien es cierto que la falta de combustible y la situación que atraviesa el país no permite que los trabajadores de Comunales realicen bien su trabajo, se hacen necesarias campañas de sensibilización, multas más estrictas, vigilancia en los puntos más vulnerables, una mayor frecuencia de recolección de basura para alentar la eliminación adecuada de los desechos. También es crucial promover la clasificación y el reciclaje para reducir la cantidad que llegan a las calles.
La lucha contra la basura callejera requiere de un esfuerzo colectivo. Al trabajar juntos, las autoridades, los ciudadanos y las empresas pueden crear un Manzanillo más limpio, saludable y atractivo para todos.