Erisbel Arruebarruena blandió su bate y la pelota pasó como un misil por encima de las cercas del jardín central del estadio de la municipalidad de Fajardo, en Puerto Rico, para darle a Cuba su primer trofeo de campeón de la Copa del Caribe.
El cuarto madero de la Mayor de las Antillas había tomado ponche en su turno anterior, pero en el sexto, con Roberto Baldoquín, –una de las más descollantes incorporaciones a la selección nacional– en segunda por tubey, trajo las decisivas. Antes, Roel Santos empujó el empate a uno en las piernas del receptor Andrys Pérez.
Del resto se encargó Yoannis Yera. El zurdo yumurino aceptó la única del choque, cuando embasó a dos corredores en la entrada de apertura, pero a partir de ahí no paró hasta ponchar a diez rivales en seis actos. Es decir, de los 18 outs él fue el responsable de más de la mitad.
Por Curazao, las palmas para el también zurdo, de 20 años, Arlinson Rodríguez, quien mantuvo en un puño a la ofensiva adversaria en cuatro y dos tercios. Él venía precedido de un cero jits cero carreras que le endosó a Puerto Rico, el primer día de esta justa.
Tras dos finales consecutivas sin poder vencer en eventos de este tipo, Cuba logra coronarse, en un evento al que le siguen faltando más participantes y nivel, aunque es bienvenido, por la oportunidad de jugar más beisbol, sobre todo ahora, que los Panamericanos están a la distancia de ocho días para la pelota.