El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anunció hoy otro paquete de ayuda militar para Ucrania durante una reunión con el mandatario de ese país, Volodomyr Zelensky, en la Cumbre del G7, en Hiroshima, Japón.
Según refirió el ocupante de la Casa Blanca, se trata de 375 millones de dólares en municiones, artillería y demás equipamiento castrense, lo que el Departamento de Estado dijo como el retiro número 38 para Kiev de los fondos autorizados por el Congreso con ese propósito.
De acuerdo con afirmaciones de esa última instancia, citadas por The Hill, el paquete incluye también armas antitanque, vehículos blindados de tratamiento médico, camiones y remolques para transportar equipos pesados y otros materiales.
Zelensky viajó a Hiroshima este fin de semana, donde Biden y otros líderes mundiales se conservaron desde el pasado 19 de mayo para una Cumbre del Grupo de los Siete (G7), integrado por Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido.
Además del comunicado sobre la ayuda adicional, el mandatario estadounidense dijo la semana pasada que su país apoyó un conjunto de esfuerzos para entrenar a pilotos ucranianos en aviones de combate de cuarta generación, donde se incluyen los F-16.
Estados Unidos tiene la esperanza de que la capacitación, que durará meses para completarse, pueda comenzar en Europa con apoyo de personal norteamericano durante los ‘próximos días’, declaró a CNN un alto funcionario de la administración.
El anuncio del nuevo paquete militar coincide con las declaraciones del Ministerio de Defensa de Rusia que concedió la toma de la ciudad de Artiómovsk, conocida en Ucrania como ‘Bajmut’, como resultado de las acciones ofensivas de los grupos de asalto Wagner apoyados por la artillería y la aviación del grupo de Fuerzas del Sur.
Los amplios abastecimientos bélicos facilitados por Washington a Ucrania alargan el conflicto de ese último país con Moscú, y acrecientan el sufrimiento de la población involucrada, señalan continuamente analistas.
También, persiste el escrutinio sobre Estados Unidos por no poder seguir el rastro del armamento suministrado, según reconoció el propio secretario de Defensa, Lloyd Austin, y por no proponer a sumarse a ningún plan de paz propuesto para acabar con el conflicto, como el presentado por China.