Manzanillo. Junio 11.- Uno de los resultados más significativos del patio integral La Rosita de esta ciudad, es sin dudas su biodigestor, obtenido gracias a la labor que realizan como miembros de la Fundación Antonio Núñez Jiménez de la naturaleza y el hombre y la permacultura, que practican.
Al decir de María Rosa León Reyes, Rosita, dueña de este patio que ostenta la quinta corona de la agricultura urbana y suburbana, “es algo que llegó para la felicidad nuestra, porque todos los desechos excepto el hierro y plástico van al biodigestor, todo lo que los animales no se comen y él se encarga de digerir y procesarlo para hacer un gas azul, precioso, limpio, riquísimo para cocinar”.
Hace algo más de dos años ella junto a su esposo José Guilarte González, construyeron esta maravilla que al decir de ella, “es un ahorro económico significativo para la familia”.
Con una capacidad para cinco metros cúbicos de este compuesto, esta iniciativa, “se alimenta de la biomasa excretada por los cerdos que tenemos en el patio, donde anaeróbicamente se descomponen produciendo gas a través de la bacteria metanogénica, el ácido sulfídico, el dióxido de carbono, los residuales, el gas metano y el ludo digerido que forman el flujo tecnológico”, comenta José.
“Se puede hacer hasta en un tanque,- continúa el agricultor- es muy sencillo, muy útil, se cocina de forma natural, no deja de producir, en tanto tenga biomasa hay gas para la cocina, además elimina los malos olores de los desechos de los animales; es una forma de mantener la higiene y la salud en el hogar”.
“Ese es nuestro principio para la producción –acota Rosita y comenta- debido a la permacultura podemos sembrar en cualquier espacio, es un método de enseñar sistemas agrícolas perennes, donde combinamos armónica y respetuosamente la vida de las plantas, los animales y los seres humanos, para satisfacer nuestras necesidades en pequeños pedacitos de tierra y que la vida se haga orgánica y sustentable al no utilizar ningún producto químico, utilizamos todo natural, ese es nuestro gran reto, que todos nuestros productos sean naturales”.
Este biodigestor no solo produce gas para la cocción de los alimentos, “cada dos o tres meses obtenemos además el bioabono muy útil en la siembra de semilleros; el Biol, que es un biofertilizante, que funciona como fitoregulador de suelo muy importante para la agricultura, de ahí obtenemos nuestro producto líder en el patio: el Germivid”, comenta Guilarte González.
“Por eso yo decía que es una combinación armónica de la naturaleza, la vida del hombre y los animales “, concluye Rosita.