La Habana-. Cuba busca hoy aumentar la superficie dedicada al cultivo de caña, para garantizar el crecimiento de la producción de azúcar y de derivados en la venidera y sucesivas zafras.
Expertos del Grupo Empresarial Azucarero Azcuba coinciden en que no se trata sólo de plantar más caña en el terreno disponible para esa labor, sino de sumar nuevas áreas si se quiere elevar los volúmenes de materia prima con vistas a la realización de próximas cosechas.
La carencia de los insumos necesarios como consecuencia del recrudecimiento del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos a Cuba y la crisis económica internacional derivada de la Covid-19, obstaculizan obtener mayores rendimientos agrícolas cañeros, consideró el especialista Federico Sulroca.
El investigador auxiliar del Instituto Nacional de Investigaciones de la Caña de Azúcar ( Inica), perteneciente a Azcuba, señaló a Prensa Latina que ese centro avanza en la aplicación de la agricultura de precisión.
Por ello realizan estudios y experiencias de automatización del empleo del riego, una de las actividades que más contribuyen a la obtención de más caña por hectárea.
Ese tipo de agricultura desempeña un papel importante mediante la utilización de
drones y otros medios satelitales, así como las nuevas tecnologías de la información
para identificar plagas, humedad de los suelos, explotación de la maquinaria, el riego y otras actividades.
En aras de avanzar en esa práctica, el Inica colabora con ingenieros geofísicos de la Universidad Tecnológica de La Habana ‘José Antonio Echeverría’, quienes brindan apoyo en la determinación de diversos parámetros de los suelos cañeros, con el empleo de novedoso equipamiento.
También coopera con el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología, en el mejoramiento de variedades de caña de azúcar. El Inica fue creado por orientación del líder histórico de la Revolución cubana, Fidel Castro, en la década del 60 de la anterior centuria, con la misión de obtener variedades de alto potencia productivo e invulnerables a las principales enfermedades que atacan al cultivo.
Además de desarrollar especies con esas características, la institución tiene entre sus principales retos elevar los rendimientos agrícolas, incrementar la germinación y población de los campos, y del riego, mejorar las condiciones de drenaje, aumentar los niveles de preparación de suelos y la siembra mecanizada.
