Carolin y los otros niños de su círculo disfrutan de su almuerzo, ajenos a los trabajos que en la cocina la “seño” tiene que pasar para garantizar que todo esté listo y calentar el agua que necesiten utilizando leña, ante la ausencia de electricidad.
Saben que hay gente extraña trabajando en el patio de lo que viene a ser su segunda casa, pues pasan ahí la mayor parte del día, pero no imaginan en su corta edad lo que significa el resultado de esas labores.
Mejorar la calidad de vida de los 103 niños matriculados en el Círculo Infantil Bartolo Soto, y facilitar el trabajo al personal que allí labora es el principal objetivo de la colocación de calentadores solares de agua en esta institución educativa.
“Nos faltaban por instalar en este círculo, porque la cubierta es de zinc y no se podían poner directamente los calentadores solares”, explica Luis Oliva Pérez, del grupo de apoyo de la Dirección Municipal de Educación, “hubo que hacer una inversión con la placa y su base para poder colocarlo”.
Un calentador solar para agua es un equipo o dispositivo que convierte la energía radiante del sol en calor, el cual se utiliza para elevar la temperatura de un recipiente de agua sin consumir gas o electricidad.
Con el fin de mejorar las condiciones de la cocina y ahorrar electricidad con el uso de esta fuente renovable de energía se han colocado los calentadores solares de agua en ocho de las 10 instituciones infantiles que existen en Manzanillo para la atención a los niños de la Primera Infancia.
“Sólo restan por colocar aquí, y en el círculo infantil Simientes de la comunidad Las Novillas, aunque en este es por falta de un componente que ya se está gestionando. En el caso de la Escuela Especial Mario Carbó de la Vuelta del Caño, también hay que hacer un trabajo similar a este por tener el techo de zinc”, comenta Oliva Pérez.
Para Kirenia Rodríguez Leyva, educadora de computación y auxiliar económica del círculo Bartolo Soto, este es un paso importante “que facilitará que los niños tengan el agua tibia y que mejoren las condiciones de la cocina que ahora utiliza leña para realizar estas faenas”.
Ella y el resto de los 28 trabajadores que atienden a los niños desde segundo hasta sexto año de vida en esta institución ubicada en la avenida malecón están satisfechas, por lo que significa, pues el agua caliente se usa en varias actividades dentro del círculo.
Con un valor ascendente a un millón quinientos mil pesos la inversión la realiza la Mipyme privada Construcciones Maik que tiene los medios necesarios para darle la terminación que necesita.
Maikel Mestril Aguilera, administrador y socio único de esta empresa comenta que están “haciendo la dosificación para montar los paneles solares, pero también el arreglo del techo y la instalación hidráulica para que el agua llegue hasta los baños sin dificultad”
La construcción consiste en una base para colocar encima un tanque con las tuberías para suministrar el agua al calentador a alta temperatura. “Tiene 2.50 metros de ancho por 4.50 de largo, unos 11 metros cuadrados aproximadamente, y la están realizando cuatro de los 17 trabajadores que tiene la Mipyme”, dice Mestril Aguilera.
Con sede en calle Loynaz 244 entre Loma y Purísima, Construcciones Maik, labora de conjunto con el sector de Educación en la reparación, en las instalaciones sanitario hidráulicos y la pintura de las edificaciones.
La colocación de los calentadores solares en todas las instituciones educativas de la primera infancia es un paso más en pos de la eficiencia energética. Carolin y el resto de los niños del Bartolo Soto, siguen su rutina y pronto podrán disfrutar de mejoras en su estancia, esa es la razón de cada inversión, aunque para ellos pase inadvertido, su bienestar bien vale cada esfuerzo que se haga.