Para poder cosechar lo suficiente, los campesinos necesitan inversiones de inmediato, pero la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura se ve “obstaculizada por los bajos niveles de financiamiento para este trabajo crítico”, resalta la propia organización.
Cerca de 980 000 habitantes de los cuatro departamentos de Haití afectados por el terremoto de 7,2 que azotó al país antillano el pasado 14 agosto se enfrentan a inseguridad alimentaria aguda, comunicó este jueves la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés).
Aunque Haití “ha sido vulnerable durante mucho tiempo en múltiples frentes”, el sismo agravó los problemas, destruyendo “mercados, caminos rurales, instalaciones de almacenamiento y procesamiento, lecherías y sistemas de riego”, indica la organización. La FAO agrega que la tormenta tropical Grace, que llegó a Haití pocos días después del terremoto, provocó daños adicionales.
La temporada de siembra de invierno debe iniciarse en octubre. Sin embargo, la capacidad de cultivar de los campesinos se ha visto fuertemente afectada por el doble golpe de desastres naturales. Para poder cosechar lo suficiente, los campesinos necesitan inversiones “de inmediato, pero nos vemos obstaculizados por los bajos niveles de financiamiento para este trabajo crítico”, resalta el representante de la FAO en Haití, José Luis Fernández.
En esta situación, la organización solicita 20 millones de dólares para cubrir necesidades más urgentes. Se espera que la suma será suficiente para restaurar los medios de vida de 32.000 hogares rurales, donde viven 160.000 personas. De esos hogares, 15.000 recibirán semillas y fondos en efectivo para poder esperar hasta el tiempo de cosecha, 10.000 recibirán pequeña ganadería y 7.000 se beneficiarán de la restauración de infraestructura dañada. Asimismo, se desplegarán equipos veterinarios en las zonas afectadas y se trabajará en reactivar la pesca en el mar y piscicultura.