Casita infantil, imperio para la sonrisa y el saber (+Fotos y video)

Carolina y Mía juegan a la peluquería en la casita infantil Los zapaticos de rosa de Manzanillo // Foto: Denia Fleitas Rosales

Carolina y Mía juegan, dejan correr los sueños entre la peluquería y la cocina que, a la medida, con exquisita dedicación, confeccionaron las educadoras para ellas y el resto de los niños y niñas.

Ni las horas ni el calor del sol les detienen en su porfía por bañarse de ilusiones mientras una peina y seca el cabello de la otra, o cuando ambas olvidan su delantal para sacar de la olla o sartén los pescados en salsa y huevos fritos que afirman les “encantan”.

Tan diminuto como sus cuerpos es este mundo de Casitas Infantiles hecho para pequeñines, donde habitan como príncipes y reinas en plena formación de sus capacidades a partir de los cuidados y atenciones educativas de las seños, como llaman a las segundas madres que allí les protegen por casi 12 horas del día, mientras las de sangre cumplen con su jornada laboral.

Los juegos de roles forman parte del proceso educativo en estas instituciones de la modalidad institucional de la primera infancia // Foto: Denia Fleitas Rosales
La diversión forma parte indispensable en la educación durante estas primeras etapas de la vida // Foto: Denia Fleitas Rosales

Para los que saben querer se hacen estos centros que irrumpieron en el panorama educativo cubano en el 2021 como variante de atención educativa, en la modalidad institucional de la primera infancia, para prestar servicios a los hijos de madres, padres o tutores legales en entidades que puedan destinar fondos para su apertura, y así garantizar que especialmente la mujer trabajadora brinde a sus hijos una educación integral desde esta primera etapa de vida.

Los zapaticos de rosa es la cuarta de estas instituciones abiertas en Manzanillo, y su colectivo tiene la dicha de haberle inaugurado el 10 de abril de este 2023, en saludo al aniversario 62 de los círculos infantiles, de los cuales se nutren para desarrollar con eficacia los procesos docentes-educativos y sembrar en los bisoños la semilla del conocimiento.

Medio centenar de pequeños entre el segundo y quinto año de vida llenan con risas, llantos y picardías el espacio que otrora ocupaba un jardín de la infancia, a escasos metros del punto de inicio de la circunvalante Camilo Cienfuegos, a la entrada de la urbe costera.

Acondicionado para este fin, recibió un mantenimiento constructivo que le dotó de mejores condiciones para enfrentar el desafío de abrazar a esos enanos cuyo valor es inversamente proporcional a su estatura. Ellos, en Cuba, tienen prioridades para propiciarles un adecuado desarrollo y bienestar de su niñez, en tanto es la nación caribeña suscriptora de la Convención sobre los Derechos del Niño, en vigor aquí desde septiembre de 1991.

“Me siento feliz con ellos, a mí me encantan” son las primeras palabras que le nacen a la educadora Odalis Maceo al referirse a la sagrada misión de educarles. “Esta profesión requiere que sientas amor por los niños y por lo que hacemos, porque cuando hay amor todo fluye; por eso me gusta estar con ellos, cierto que a veces son traviesos, intranquilos, pero son puro amor”.

Odalis Maceo, educadora

“Trabajar con los niños es lo mejor, son sanos, no guardan rencor, y a mí me gusta enseñarles. En el caso de los 12 que atiendo ahora en el quinto año de vida ya dominan los hábitos de cortesía, la narración de cuentos, ordenar por tamaños, formas, color, modelar. Es lo que les enseñamos para que vayan preparados cuando lleguen a las escuelas de la primaria, que sepan conducirse y sean independientes”.

De tal tenacidad nace la recompensa mayor, a decir de Odalis: “ellos me quieren mucho”; mientras que a consideración de las familias, como asiente Dausel Vázquez, padre de Josué Rafael Vázquez Vázquez de dos años de edad: “a él le encanta, porque el día que no podemos traerlo por cualquier motivo él quiere venir, y cuando pide hacerlo es porque se siente bien con los demás niños y con las seños”.

Mientras le prepara para ir de regreso a casa y esquivar la inclemencia del sol, acentúa que “ellas tienen muy buena atención con los niños, mi esposa y yo trabajamos en el sector de educación y él viene todos los días hasta que iniciemos el período vacacional nuestro; estamos seguros de que aquí le educan y protegen”.

Dausel Vázquez, y su hijo de dos años Josué Rafael Vázquez Vázquez // Foto: Denia Fleitas Rosales
Dausel Vázquez, y su hijo de dos años Josué Rafael Vázquez Vázquez // Foto: Denia Fleitas Rosales

Con un horario de vida que permite la satisfacción de las necesidades del niño, realizan actividades que van desde la recepción, gimnasia matutina, aseo, merienda en la mañana y en la tarde, actividades educativas, almuerzo, sueño, actividades independientes, juegos y despedida.

El horario de sueño es uno de los procesos vitales en la etapa para contribuir con el desarrollo físico y neurológico del niño // Foto: Denia Fleitas Rosales
El horario de sueño es uno de los procesos vitales en la etapa para contribuir con el desarrollo físico y neurológico del niño // Foto: Denia Fleitas Rosales

Sus áreas, revitalizadas, favorecen la instrucción con creatividad y la consecuente dosis de paciencia que han de añadirle las cuatro educadoras y tres auxiliares pedagógicas. “Desde el paso a ser Casita infantil el centro está más bonito, nos sentimos más a gusto los docentes y nuestros niños; las actividades son más profundas pues estamos mejor preparadas para enfrentar el proceso de enseñanza y ellos adquirir más y mejor el conocimiento”, sostiene Odalis Maceo, con más de una década de trabajo en la institución.

Porque en los niños y niñas se cimienta el futuro de la nación, y favorecerles oportunidades para su crecimiento y desarrollo es prioridad permanente del Estado cubano, ya en este costero territorio oriental suman 158 bisoños matriculados en los cuatro centros de este tipo habilitados, con énfasis en atender las necesidades de profesionales del sector de la educación.

El proceso de enseñanza-aprendizaje se refuerza con la interacción y empatía entre educadoras e infantes // Foto: Denia Fleitas Rosales

Aunque, ya se realizan las coordinaciones para la probable apertura de una en áreas del policlínico cinco Hermanos Labradas de Jibacoa para el personal sanitario que labora en esta zona rural, según datos ofrecidos por la Máster en ciencias Zaida Mesa, al frente de la primera infancia en la dirección municipal de Educación en Manzanillo.

A sus 30 años de labor en el sector, Dianelis Benítez Lebrigio, asume la responsabilidad de dirección en Los zapaticos de rosa, y afirma que entre los valores que sustentan el éxito de la instrucción destacan “las preparaciones metodológicas que reciben educadoras y auxiliares pedagógicas por las direcciones municipales y provinciales del sector; y la superación al trabajar con las promotoras del programa Educa a tu hijo”.

“Nuestro deber es prepararles para que a través del juego aprendan a conducirse en las disímiles situaciones, y estén aptos para iniciar en seminternados y círculos infantiles su preescolar. Igualmente velamos por su estado de salud de conjunto con el personal del consultorio médico de familia de la comunidad”.

Dianelis Benítez Lebrigio
Las actividades educativas se realizan con el uso de medios de enseñanza // Foto: Denia Fleitas Rosales

Aunque desde la alternativa que son sus padres quienes llevan los alimentos a consumir, previamente elaborados, allí se dispone de moderna tecnología para la refrigeración, conservación y posterior consumo de los nutrientes, y Yaisel Rodríguez Ginarte vela por la higiene e inocuidad de cada proceso, pues “debemos cuidar la salud de todos”.

Celosamente organizadas como imperios para la sonrisa y el saber, las casitas infantiles denotan su trascendencia en la defensa de un derecho universal en un territorio donde 10 círculos infantiles son insuficientes para la cobertura a la totalidad de madres trabajadoras. Su implementación por parte del Ministerio de Educación es otro paso en virtud de la conquista lectiva de la Revolución.

Verles aprender y reír, a la vez que divertirse a lo grande, sustenta el éxito de esta iniciativa donde muchos como Nasly, Josué, Lis Lauren, Mía y Carolina, gozan el privilegio de la niñez.