CELAC-UE: trabajar juntos para lograr un mundo más solidario, menos desigual

Foto: Estudios Revolución

BRUSELAS, Bélgica.- “No podemos seguir imaginando ideas que nunca se cumplen”. La frase, dicha este lunes por la Presidenta de la República de Honduras, Xiomara Castro de Zelaya, durante la primera sesión de trabajo de la III Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC)-Unión Europea (UE), podría muy bien convertirse en hoja de ruta para el camino que debe seguir en el futuro la relación entre las dos regiones.

Acercar posiciones, así como adoptar acciones concretas y objetivas que beneficien por igual a los pueblos de ambos lados del Atlántico tiene que convertirse en mandato de esta cita, coincidieron los líderes que intervinieron durante la primera jornada, a la cual asistió el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista y Presidente de la República de Cuba, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, quien hará uso de la palabra en la sesión de trabajo de este martes.

Respeto mutuo, diálogo, equilibrio, participación plural, solidaridad, cooperación, confianza y no amenaza, fueron esencias defendidas este lunes en Bruselas en el propósito de trabajar para un desarrollo inclusivo y sostenible que respete el multilateralismo.

Con el multilateralismo respetando el derecho internacional y siguiendo los preceptos de paz y desarrollo sostenible podemos mejorar la situación para todos, reflexionó el Primer Ministro de San Vicente y las Granadinas, Ralph Gonsalves, cuyo país ostenta, además, la Presidente Pro Témpore de la CELAC.

De acuerdo con lo expresado por Gonsalves, existen posibilidades y puntos fuertes en los vínculos de la Unión Europea y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños.

Juntos, valoró, podemos organizar soluciones para un mundo mejor, que incluya a toda la humanidad y no alcance solo a la minoría privilegiada de unos pocos países; y para lograrlo, afirmó, “tenemos que acabar con la situación en la que los fuertes hacen con impunidad lo que quieren y los débiles sufren”.

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“En nuestras relaciones Europa sigue siendo el principal beneficiario, en tanto América Latina y el Caribe han estado bajo un yugo de desigualdad. Esta Cumbre debería reconocer eso y avanzar, y hacer correctivos en ambos frentes, de una manera beneficiosa para las dos partes”, argumentó.

Del imperativo que implica discutir nuestras diferencias e identificar los puntos que tenemos en común, habló más adelante la mandataria hondureña, quien apreció que para la CELAC es “muy importante sostener relaciones fraternas y de reciprocidad con la Unión Europea”.

En su voz, también la defensa y el respaldo a los amigos: Venezuela, Nicaragua y Cuba. Respecto a la Mayor de las Antillas, Xiomara Castro de Zelaya fue enfática al afirmar que esta cita de jefes de Estado y de Gobierno “debe aprobar una resolución demandando el fin del bloqueo contra Cuba”.

Naciones Unidas, dijo, ha “condenado este bloqueo contra Cuba como una medida arbitraria, obsoleta, que condena al sacrificio a un pueblo que podría alcanzar un estándar de vida elevado sin limitaciones que se le impongan.”

Y como asunto común que preocupa, y debía ocupar a todos por igual, en la agenda de este lunes no faltó el tema del enfrentamiento a los efectos del cambio climático, cuyo impacto llega a todas las naciones del mundo, y de manera particular a las caribeñas.

Bajo el lema “Renovar la asociación birregional para fortalecer la paz y el desarrollo sostenible”, en Bruselas se han reunido representantes de las 33 naciones de América Latina y el Caribe y de las 27 de la Unión Europea para, tras ocho años de ausencia de diálogos al más alto nivel, como dijo la Presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, “aprovechar este encuentro para hacer avanzar en la agenda en beneficio de ambas regiones”.

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“Convirtamos este momento en un nuevo inicio”, enfatizó. Y de ese nuevo inicio, hablaron varios de los mandatarios que hicieron uso de la palabra en la jornada inicial de la Cumbre, pues como reconoció el Presidente argentino, Alberto Fernández, “es responsabilidad de nuestros gobiernos trabajar para que nadie quede al margen de la sociedad”.

Inclusión, cooperación mutua, independencia, soberanía, no injerencia, paz…fueron otros de los tantos temas presentes este lunes en las voces de los líderes que participan en el encuentro, donde se patentizó, una vez más, que de manera aislada le será imposible al ser humano superar los tantos retos que tiene por delante para lograr su supervivencia.

“Tenemos desafíos muy importantes que nos obligan a trabajar de manera más coordinada entre nuestros países y regiones”, destacó el mandatario brasileño, Luis Inacio Lula Da Silva, quien se refirió además a la necesidad de trabajar juntos para lograr “el mundo que todos soñamos: más solidario, menos desigual”.

La humanidad, reflexionó, parece que no ha “aprendido la lección que nos dejó la pandemia: en vez de eliminar el hambre, seguimos gastando millones para respaldar las guerras”.

El verdadero reto para ambas regiones está, como dijera el presidente español Pedro Sánchez, quien además es el actual presidente de la Unión Europea, en que “esta Cumbre sirva como plataforma de impulso renovado en el común interés de afianzar una asociación birregional estratégica tan beneficiosa para ambas partes y tan beneficiosa también para el mundo”.

Ese sería un buen comienzo para este nuevo punto de partida que se han trazado nuestras regiones a partir de esta cita en Bruselas. Concretar esos propósitos demanda del esfuerzo y la participación conjunta de los gobiernos de ambas regiones en el presente, para legar un mejor futuro a las próximas generaciones.