Cuba fue un de los primeros países en aplicar de este instrumento, que ratificó al entrar en vigor el 29 de abril de 1997. La Convención sobre Armas Químicas se corresponde con la firme y consistente posición cubana a favor de la proscripción y eliminación total de los instrumentos de exterminio en masa, señala el texto publicado por el Minrex.
Destaca, asimismo, el merecido respeto y reconocimiento de la comunidad internacional a la labor de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) en la destrucción verificada de esos aparatos, la implementación nacional, la cooperación internacional, la asistencia y la protección.
Por esa razón, apunta, debe garantizarse el balance de estos pilares en los debates en curso sobre las prioridades futuras de la Organización, e impulsar la destrucción completa de esos arsenales por parte de los estados poseedores.
Asimismo aboga por la eliminación de las sanciones y restricciones unilaterales que limitan y obstaculizan, en contravención con lo dispuesto en la Convención, el más amplio intercambio con fines pacíficos de sustancias, materiales y equipos en la esfera de la química.
(Con información de Prensa Latina)