El Día Mundial de la Asistencia Humanitaria, que se celebra cada 19 de agosto, rinde tributo a los trabajadores de la salud quienes prestan ayuda en emergencias, como la que sufre hoy la humanidad por la Covid-19.
Durante esta jornada se rinde tributo a todos los que prestan protección sanitaria a millones de personas en todo el mundo, y a quienes han sido asesinados o heridos en el desempeño de esa labor, y sobre todo, a los que continúan a pesar de las dificultades y peligros.
El Día Mundial de la Asistencia Humanitaria tiene su origen en el bombardeo del edificio de las Naciones Unidas en Bagdad, Iraq, hace 10 años, que tuvo como consecuencia la lamentable pérdida de 22 trabajadores de esa actividad.
Desde entonces, las comunidades y organizaciones de todo el mundo enaltecen este día con diferentes actividades y actos públicos para reconocer a los que arriesgan sus vidas para ayudar a otras personas.
Este año, la evocación se produce cuando el mundo se enfrenta a la crisis generada por la Covid-19, en la cual los trabajadores humanitarios vencen obstáculos de acceso sin precedentes para socorrer a millones de seres humanos en 185 países impactados por la letal enfermedad.
De acuerdo con Naciones Unidas la pandemia ha sido uno de los desafíos más complejos para las operaciones humanitarias en todo el mundo, la falta de acceso y las restricciones impuestas por los gobiernos ha provocado que en primera línea de la respuesta estén las propias comunidades, la sociedad civil y las organizaciones no gubernamentales locales.
Este día se expondrán las historias personales de los trabajadores humanitarios dispuestos a combatir y prevenir la propagación de la Covid-19, de aquellos que brindan alimentos a los más vulnerables, de quienes proporcionan espacios seguros para las mujeres y niñas durante los confinamientos y los que asisten en los partos.
También se honrará a los que luchan contra las plagas de langostas, y los que trabajan en campos de refugiados en el contexto de la pandemia.
El pasado año 483 trabajadores humanitarios fueron atacados en un total de 277 incidentes separados, de los cuales 125 fueron asesinados, 234 heridos y 124 secuestrados en hechos ocurridos en su mayoría en Siria, Sudán del Sur, República Democrática del Congo, Afganistán, República Centroafricana, Yemen y Malí.
Por su parte la Organización Mundial de la Salud denunció mil nueve ataques contra personas dedicadas a esa labor e instalaciones sanitarias, donde se registraron en 199 muertes y 628 heridos.