El General de Ejército Raúl Castro, primer secretario del PCC, y los presidentes de Cuba, Miguel Díaz-Canel; Venezuela, Nicolás Maduro, y Nicaragua, Daniel Ortega, así como el primer ministro de San Vicente y las Granadinas, Ralph Gonsalves, asistieron en la noche de este sábado al acto político cultural por el aniversario 15 de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP), que se celebró en la escalinata de la Universidad de La Habana.
También estuvieron presentes David Choquehuanca, secretario ejecutivo del ALBA-TCP, y embajadores y representantes de los países miembros del foro multilateral.
El acto cerró una jornada en la que los asistentes a la XVII Cumbre del ALBA-TCP abordaron la actual situación regional y las perspectivas de la Alianza en la presente coyuntura en América Latina, incluida su condición como Zona de Paz.
Además, adoptaron una declaración que recalca la voluntad de profundizar ese mecanismo como el primer frente de integración genuinamente latinoamericano y caribeño, además de ratificar la construcción de un modelo alternativo de soberanía económica.
Nicolás Maduro: PetroCaribe será relanzado con fuerza en 2020
Nicolás Maduro fue el primer orador de la noche, quien recordó el abrazo que 25 años atrás se dieron, por primera vez, Fidel Castro y Hugo Chávez Frías, cuando el comandante bolivariano aterrizó en La Habana, y la unidad que concretó el ALBA estaba en la visión de ambos líderes.
“Diez años después, en 2004, fuimos protagonistas de cómo esos sueños que eran promesas en una época tan difícil como la década de los noventa se convertían en realidad”.
Rememoró los años fundacionales del ALBA, que “ha demostrado tener la capacidad práctica de impactar en la vida de nuestros pueblos, no solo en lo político o en lo diplomático, sino unir fuerzas para luchar por causas justas en temas claves y urgentes como la emergencia climática, la paz, la independencia, la soberanía y la autodeterminación de los pueblos.
El ALBA, dijo, “ha ido mucho más allá, para impactar en la educación pública, la alfabetización de los pueblos, la salud pública, la cultura y muchos otros sectores como la seguridad energética”.
En esta cumbre celebrada en La Habana, hemos tomado importantes resoluciones; hemos decidido relanzar con fuerza para el primer semestre de 2020 el proyecto de PetroCaribe, para lograr la seguridad energética definitiva del Caribe, la Misión Milagro y el ALBA Cultural.
“Sueños, caminos, esperanzas, todas marcadas por el amor entre nuestros pueblos. No pueden entenderlo los del norte, que nos mueva ese sentimiento noble que es el amor a la patria, a nuestra tierra, el amor por el legado de Fidel y de Chávez”.
“Por ese amor y ese legado continuaremos en resistencia y en lucha”, concluyó.
Ralph Gonsalves: Llama a una unidad más amplia contra el imperialismo y el neoliberalismo
Al intervenir en el acto, Ralph Gonsalves, primer ministro de San Vicente y las Granadinas, destacó que, como mecanismo de integración, el ALBA-TCP está a la vanguardia en la unificación de los movimientos progresistas de las naciones de América Latina y el Caribe.
“Este proceso de unidad es orgánico en el sentido de que se reúnen las fortalezas, dignidades, posibilidades y limitaciones de sus diferentes miembros; el todo integrado, que es mucho mayor que los países por individual”, afirmó.
El Primer Ministro sanvicentino señaló que el propósito central del movimiento de integración “ha sido, y continúa siendo, aumentar el nivel de vida y la productividad de los pueblos de América Latina que se encuentran en el comienzo del desarrollo de su civilización”.
El imperialismo –continuó–, “es la antítesis de este mecanismo de integración. Por ello, el ALBA-TCP se encuentra en el primer frente de batalla contra el imperialismo”.
Al respecto, Gonsalves señaló que la contradicción fundamental en nuestro hemisferio es la existente entre el imperialismo y los que resisten sus afrentas a la dignidad.
“Por ello, el patriotismo de nuestros países hace que se vean obligados a cumplir con el deber de unirse a pesar de sus diferencias ideológicas y políticas para combatir al imperialismo y su hegemonía”, apuntó.
“Cualquier grupo individual progresista dentro de América Latina y el Caribe que decida funcionar de una manera que contrarreste los nobles propósitos del ALBA-TCP, sin saberlo, está comprometiendo a nuestro movimiento. Por ello, hacemos un llamado a una unidad más amplia contra el imperialismo y el neoliberalismo”.
En ese propósito, los jóvenes tienen un mandato particular que cumplir, consideró. “Sobre ustedes descansa un deber muy especial”.
“Cuando se celebra un aniversario, lo fundamental es hacer un recordatorio, y es por ello que debemos recordar a Fidel y a Hugo Chávez, y su labor heroica en la fundación del ALBA-TCP y formar las bases para este procesos de unificación.
“Algunos dicen que la historia no tiene sentido, pero si no tenemos memoria y no recordamos las lecciones de la historia, estaremos deshumanizados”.
Daniel Ortega: Nos acompañan Fidel y Chávez
“Hoy, en el aniversario 15 de la fundación del ALBA, nos acompañan Fidel y Chávez, comandantes eternos que crearon las condiciones para esta Alianza”, dijo el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, durante el acto político cultural celebrado en La Habana en la noche de este sábado, 14 de diciembre.
Fidel y Chávez –afirmó– crearon las condiciones “para los pueblos agrupados en el ALBA-TCP y los que se continuarán incorporando a este mecanismo, hasta que toda América Latina y el Caribe sea una sola en el ALBA. Ellos nos dijeron y nos dicen: hay que continuar haciendo camino al andar con el ALBA”.
“Y aquí está la juventud, y al estar la juventud, también están la fuerza y el espíritu del ALBA y de Bolívar, Martí, Chávez y Fidel”, destacó el mandatario nicaragüense.
Díaz-Canel: EEUU y la oligarquía no nos perdonan por construir modelos comprometidos con el pueblo
El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, pronunció las palabras de clausura de la velada, recordando también que la Alianza tiene sus raíces en Fidel y Chávez, dos gigantes de Nuestra América, cuyo encuentro, en 1994, “cambió la historia de América Latina y el Caribe e impactó al mundo cuando se vivían días inciertos”.
Hace un año –recordó–, se reunió el ALBA-TCP con el objetivo de establecer posiciones comunes frente a la previsible intensificación de las agresiones contra los países del área.
“El gobierno de EE.UU. y sus aliados desplegaron –e insisten en mantenerla– una feroz e inescrupulosa campaña desestabilizadora en la región. Lo hacen retomando la aplicación brutal de la Doctrina Monroe, con la que la actual administración de Washington se ha comprometido de manera abierta y prepotente”.
El mandatario cubano denunció que se han intensificado las acciones contra la República Bolivariana de Venezuela, en una violación de los más elementales principios del Derecho Internacional.
“Han llegado al colmo de designar a quien o quienes pueden hablar en nombre de Venezuela, y decidir el destino del dinero del país fuera de su territorio”, apuntó. “Nunca antes se ofendió tanto a la democracia hablando en nombre de ella mientras se le pisotea”.
Se refirió a la reciente invocación contra Venezuela del obsoleto Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR), “que jamás sirvió para salvaguardar los intereses de la región”.
Ese paso “es otra advertencia de que la paz, la democracia y la seguridad, permanecen bajo amenazas”, advirtió.
¿Qué otro objetivo tiene el rescate de una institución como el TIAR, que avaló golpes de Estado, apuntaló dictaduras militares y no fue capaz de apoyar a uno de sus miembros cuando una potencia extrarregional ocupó territorios y desató una guerra?, interrogó.
Desde el estrado, Díaz-Canel también reiteró la solidaridad con la revolución popular sandinista, que con su presidente al frente, el Comandante Daniel Ortega Saavedra, “resiste los embates imperiales contra Nicaragua, sin importar las amenazas, y se esfuerza en su camino de reconciliación, paz y desarrollo justo para ese país”.
Asimismo, celebró la liberación del líder de los trabajadores brasileños, el expresidente Luiz Inácio Lula Da Silva, y a la vez llamó a todos a continuar demandando su plena libertad y la restitución de todos sus derechos políticos.
“Ante la politización de los sistemas judiciales, la corrupción y el descrédito de la política a manos de agentes del imperialismo, el neoliberalismo y los medios de comunicación, Lula es un ejemplo de que siempre tendremos recursos para luchar por la verdad, y la solidaridad para vencer la mentira”, sostuvo.
El Presidente de Cuba llamó la atención sobre el golpe constitucional contra Evo Morales Ayma, el cual “confirmó que a EE.UU. y las fuerzas reaccionarias no les importa aplastar por cualquier medio las libertades y los derechos humanos de los pueblos, con tal de revertir los procesos emancipadores en la región.
“Desde esta tribuna, condenamos el silencio cómplice y vergonzoso de muchos y la manipulación y ocultamiento de los medios de comunicación transnacionales oligárquicos sobre lo acontecido en Bolivia”.
“Hoy, aquí, Cuba ratifica su apoyo y solidaridad con Evo Morales”, manifestó el mandatario cubano.
Igualmente habló de los muertos, miles de heridos y lesiones oculares que sufrieron cientos de jóvenes en países como Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador y Brasil, como resultado de la brutal represión que recuerda la época de las dictaduras militares.
“Varios de los jefes militares y policiales que hoy protagonizan la horrible represión fueron formados en la desaparecida Escuela de las Américas”.
En su discurso, Díaz-Canel denunció cómo fuerzas represivas golpistas bolivianas, conducidas directamente por Estados Unidos, agredieron físicamente a colaboradores cubanos de la salud que prestaban un servicio humanitario en Bolivia.
“La cobardía de estos represores contrastó con la actitud digna y valiente de los abnegados profesionales de la salud de Cuba, quienes merecen un reconocimiento por su inconmovible actitud como parte de la tradición internacionalista cubana”, afirmó.
En otro momento de sus palabras, el presidente de Cuba criticó el neoliberalismo e insistió en que “lo que queda de mentalidad colonial en América debe desaparecer, antes de que desaparezcan los pueblos y sus sueños de emancipación.
“En nuestra reciente visita a Argentina para asistir a la toma de posesión de Alberto y Cristina Fernández, sostuvimos un valioso diálogo con intelectuales y artistas de ese país, de quienes recogimos las más formidables críticas al neoliberalismo y a sus graves consecuencias para los pueblos de América”.
Es preciso –enfatizó– integrarnos en el área de la comunicación para que la mentalidad colonial no nos engulla con su gran cantidad de símbolos falsos.
Casi al término de su alocución, Díaz-Canel habló del respaldo recibido por Cuba en la ONU con la votación de 187 países a favor de la resolución que subraya la necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero de Estados Unidos contra la Isla, lo que sucedió “aun ante las más brutales presiones de Washington”, destacó.
“Aquellos que no tuvieron el valor de resistir las presiones yanquis y no condenaron el bloqueo a Cuba, cargan sobre sí la responsabilidad de apoyar una política que ningún pueblo de esta tierra aprueba.
“Nos complace saber que esa actitud no refleja lo que realmente sienten los pueblos hermanos de Brasil y Colombia”, subrayó.
Ante cientos de personas congregadas en la escalinata de la Universidad de La Habana, Díaz-Canel mencionó que en los últimos meses se ha acusado a Cuba y Venezuela por las rebeliones populares que se han sucedido en varios países de la región.
“No nos sorprenden –dijo–. Lo que no nos perdonan EE.UU. y las oligarquías latinoamericanas es haber construido modelos incluyentes y comprometidos con el pueblo, aun bajo presiones y cercos de sanciones y bloqueos. No construimos modelos para el uno por ciento. No construimos modelos de exclusión. Construimos modelos solidarios y practicamos la integración”.
Señaló que, como resultado de la conjura imperialista y oligárquica, en algunos lugares se ha interrumpido la cooperación que Cuba brinda, mientras se observa con preocupación que millones de latinoamericanos han sido despojados de su derecho humano a la salud.
“Cuba resistirá todas las amenazas. Tenemos un pueblo unido. Contamos con la solidaridad del mundo, de los pueblos de América Latina y el Caribe, y, muy en especial, de nuestros hermanos del ALBA. Este país no renunciará al socialismo ni a la solidaridad”.