Desde un altavoz en el medio de una calle, una muchacha grita desaforadamente: Habla, Ana, habla…Desde su directa cotidiana, el odiador aplaude a la mujer que grita y grita él mismo: Habla, Ana, a las buenas o a las malas…
La escena tiene más de un año, el tiempo transcurrido desde que comenzó la fase más aguda del acoso a la actriz cubana Ana de Armas para que politice sus respuestas y ataque, insulte, acuse de cualquier crimen al gobierno cubano.
Prometimos y cumplimos este martes, la propuesta de traer a este podcast, aunque sea una pincelada del incesante y grosero acoso a los artistas y en particular el que le vienen montando a la actriz Ana de Armas desde mucho antes de hacer la película Blonde.
«Es el macartismo redivivo, dijo Reinier Duardo al comentar que la actual presión sobre artistas e intelectuales cubanos, recuerda mucho la era de la persecución a los guionistas de izquierda en el mundo del entretenimiento en Hollywood, durante la década de los 50 del pasado siglo, cuando se desató la cacería de brujas del anticomunismo en su expresión más feroz.
En el caso del acoso actual a los artistas cubanos, primero tratan de comprarlos, como se compra a un jugador de fútbol o de béisbol profesionales. Pero adicionalmente les exigen declaraciones que, mientras más duras, mejor compensadas serán, y mientras más directas contra el gobierno, mejor promocionadas y viralizadas en las redes.
Mañana nadie sabrá qué fue de aquel o de aquellos que entraron al «sueño americano» pagando ese feo peaje político. Hasta ahora, que sepamos, ninguno tuvo los resultados que ya alcanzó Ana de Armas. Debe ser porque ella no mezcló su carrera con la política, no entró por donde cobran peaje político.
Pero los odiadores no se dan por vencidos. Nuestro podcast reproduce uno de los más recientes, posterior al estreno de Blonde, donde el youtuber se burla del homenaje de la actriz en la tumba de Marilyn Monroe, calificándolo de brujería, para luego poner la pistola en la cabeza de la actriz cubana: sí o sí tienes que hablar lo peor que se te ocurra sobre Cuba, cuando recibas el Oscar.
Pero la presión va mucho más allá, o más acá, de la insuperable protagonista de Blonde. Según Reinier, ahora los odiadores están fuera de sí, rabiando e insultando a diestra y siniestra a cuanto creador haya firmado la reciente carta de la Red en Defensa de la Humanidad, suscrita por lo que vale y brilla de la intelectualidad cubana a diferencia de la réplica publicada por la plataforma contrarrevolucionaria El Toque, que no ha logrado nombres prominentes en su lista. Presionan y vuelven a presionar, insultan, mienten y no aceptan la idea de que haya tanta gente sin precio en medio de una situación tan dura y desafiante como la que estamos atravesando en el país.
Pero, cuando no logran su objetivo, buscan otro. Resulta que Ana de Armas comentó en una entrevista reciente que siendo estudiante faltó a clases por irse a hacer una película y una profesora le suspendió el curso por eso. Alguien a quien no le importa manchar su nombre con mentiras dijo enseguida que fue Corina Mestre, maestra de algunos de los mejores actores y actrices cubanos.
Voy a decir como el Guerrero: Eso es MENTIRAAA. Ana de Armas salió de Cuba a los 18 años, varios antes de que diera clases en la ENA Corina Mestre, quien para entonces era profesora solo del ISA, donde Ana no llegó a estudiar. Corina comenzó a dar clases en la ENA en 2009, cuando ya Ana se había hecho famosa en el exterior. Digo más, Ana estuvo en Cuba hace un tiempo y fue recibida por Corina en la actual Escuela Nacional de Arte, donde asistió y comentó sesiones de clases. Una de las innovaciones de Corina al comenzar en la ENA en 2009, fue aprobar y estimular las actuaciones en cine y televisión de los alumnos, porque considera esa práctica fundamental en la formación de los artistas. La profesora que sancionó a Ana no fue Corina, pero ni ella ni este podcast tienen interés en revelar su nombre.
No es nuestro estilo.
A Corina sí le pedimos responder aquí la mentira que corre en las redes, pero su respuesta fue tajante y rotunda: No, me dijo, no voy a concederles a esos personajes ni un minuto de mi tiempo. No me interesa. Quienes me conocen saben cómo actúo y pienso. Sí me autorizó Corina a citar aquí sus palabras.
Reinier, quien ya vio Blonde y comentó que le impactaron mucho (y no le gustaron nada) las escenas en que se recrean los abusos que sufrió Marilyn Monroe, aunque no duda que los hubo, y duros, considera que se parecen mucho a los que ahora tratan de hacerle a Ana de Armas los odiadores anticubanos.
Los críticos no hablan de eso. Pero qué pena que una joven actriz cubana que con su magistral actuación en esa película solo merecería respeto y aplausos, esté siendo presionada políticamente de un modo tan grosero. Cómo diría el viejo Luis Ortega: «Solo en Miami» se ven ciertas cosas.
Líbrenos nuestro sentido común y nuestra ética de semejante práctica. Pero estemos atentos, porque el acoso no va a cesar. Seguimos Chapeando.