China rechaza otra venta de armas a Taiwán, promete contramedidas

China expresó hoy rechazo a la decisión de Estados Unidos de vender más armas a Taiwán y aseguró que responderá con las medidas pertinentes ante un movimiento considerado intromisión en temas internos.

Wang Wenbin, vocero del Ministerio de Relaciones Exteriores, remarcó que Washington viola nuevamente el principio de ‘Una sola China’ y los compromisos asumidos cuando estableció nexos con Beijing, al aprobar el envío de equipos bélicos por más de dos mil 300 millones de dólares.

Según denunció, la Casa Blanca insiste en enviar señales equivocadas a los grupos separatistas de la isla, pero también pone bajo amenaza la paz y estabilidad en el estrecho de Taiwán.

Wang exigió al gobierno de Donald Trump dar marcha atrás a su decisión o de lo contrario se topará con las contramedidas ‘legítimas y necesarias’ de China para defender sus soberanía e intereses de seguridad.

Estados Unidos este lunes dio luz verde a la nueva transacción, días después de aprobar otra venta de armamentos de avanzada a Taipéi por mil 800 millones de dólares.

China ayer anunció sanciones contra individuos y empresas norteamericanas como Boeing Defense, Lockheed Martin y Raytheon de Estados Unidos por su participación en el negocio y, según analistas, ello implicaría una restricción de las exportaciones de las llamadas tierras raras, vitales para la industria tecnológica, militar y aviación.

El apoyo a la isla es uno de los temas que en los últimos meses enfrentan a ambas potencias y la acumulación de fricciones preocupa a nivel internacional, con algunas voces temiendo un conflicto militar.

De hecho, desde el verano el Ejército Popular de Liberación realiza maniobras a fuego vivo en aguas cercanas a territorio insular, como disuasivo a las aspiraciones independentistas y provocaciones de Estados Unidos.

La comunidad internacional aprobó con 170 votos una resolución en 1971 que considera a la República Popular China el único representante legítimo ante las Naciones Unidas y reconoce a Taiwán como parte inalienable de esa nación asiática.

Para avanzar hacia la completa reunificación del territorio nacional, Beijing defiende también la política de Un país, dos sistemas, aplicado en las regiones administrativas de Hong Kong y Macao.

Sin embargo, los dirigentes de Taipéi se niegan a aceptar ese estatus.