Estados Unidos -aseveró- comenzó una guerra comercial, viola las leyes del mercado e incumple con la tendencia actual de desarrollo del mundo en detrimento de las relaciones internacionales.
‘No importa cómo cambie la situación en el exterior, China se adherirá al ritmo establecido, colocará al pueblo en el centro, fomentará firmemente la reforma y apertura, avanzará en el desarrollo económico de alta calidad y acelerará la construcción de un sistema moderno’, indicó el texto.
El Ministerio reaccionó así a la orden emitida hace unas horas por el presidente estadounidense, Donald Trump, de preparar otra alza arancelaria del 10 por ciento y por 200 mil millones de dólares sobre los artículos chinos.
Ambas acciones evidencian la agudización de las tensiones entre la primera y segunda potencia del mundo, ahora ensombrecidas por la desconfianza.
El fin de semana anterior terminó la tregua pactada a mediados de mayo tras la subida unilateral de gravámenes de 25 por ciento y con valor de 500 mil millones de dólares impuesta por Washington a las compras de artículos que contienen tecnología de importancia industrial.
China devolvió el golpe con la aplicación inmediata de un alza tarifaria de similar porcentaje y valor sobre 659 productos importados de Estados Unidos, además del cese automático de todos los acuerdos alcanzados entre las partes en recientes negociaciones.
La administración de Donald Trump justifica sus acciones en que durante mucho tiempo Beijing incurrió en supuestas ‘prácticas desleales relacionadas con la adquisición de propiedad intelectual y tecnología estadounidenses’.
La confrontación pone en jaque al comercio internacional y la peor parte la llevará el consumidor final, pues deberá pagar más por sus adquisiciones.
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