Los números asociados a la COVID-19 en Cuba evidencian desde hace unos dos meses su comportamiento a la disminución. Este sábado varios indicadores mostraban sus mejores cifras desde que sucedió el último pico de la epidemia en el país.
Es una realidad que confirmó la información ofrecida durante la jornada por el ministro de Salud Pública, José Angel Portal Miranda, en la reunión del grupo temporal de trabajo para la prevención y control del nuevo coronavirus, que como es habitual estuvo encabezada por el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez; el vicepresidente de la República, Salvador Valdés Mesa; y el Primer Ministro, Manuel Marrero Cruz, todos miembros del Buró Político.
Los 550 casos positivos reportados este sábado representan un 9,2% menos que al cierre de la jornada anterior. El 20 de septiembre comenzó en el país el descenso acelerado de las personas que estaban ingresadas por estar contagiadas con el virus: 40 984 pacientes se encontraban entonces en esa situación, y este seis de noviembre la cifra era de 2 767.
Recordemos que el pasado mes de agosto —momento en el que se alcanzaron las mayores cifras de confirmados de toda la epidemia— durante varios días los enfermos en las unidades de cuidados intensivos superaban los 300: este sábado solo 73 requerían de esos servicios.
Camino al descenso continúa también el número de fallecidos diarios como consecuencia del SARS-CoV-2: los días 3 y 14 de agosto Cuba lamentó la muerte de 98 personas en cada uno de ellos, y este sábado fueron cuatro.
Con el diagnóstico de 12 373 casos positivos en los últimos 15 días, la tendencia en todas las provincias es a la diminución de la tasa de incidencia por cada 100 000 habitantes. Por encima de la media nacional —que es de 110,6— solo se encontraban Sancti Spíritus, Camagüey, Pinar del Río, Las Tunas, Holguín y Villa Clara; el resto estaba por debajo de 87.
La objetividad de las cifras indiscutiblemente alienta y habla de cuánto se ha trabajado en todo el territorio nacional para contener la enfermedad. No obstante, Cuba no se confía y se atiende de manera puntual el escenario de cada uno de los territorios: a pesar del comportamiento al control, en algunos lugares persisten las alertas.
En Sancti Spíritus, por ejemplo, este sábado se reportaron 84 nuevos contagios, distribuidos en todos sus municipios, siendo los más afectados Yaguajay y Cabaiguán. Mil 771 pacientes han sido confirmados allí en los últimos 15 días.
Por otra parte, en las jornadas que han transcurrido del mes de noviembre, la provincia de Camagüey es de las que mayores cifras de nuevos contagios ha venido reportando.
Con excepción del pasado día 1ro —fecha en que allí se informaron 87 enfermos— el resto de las jornadas los números superaron los 100 casos, comportamiento que se mantuvo como tendencia también en octubre. En los últimos 15 días en ese territorio se confirmaron 2 221 pacientes, los números más altos de todo el país en ese periodo.
CIFRAS EN ASCENSO POR LA VIDA
Y en medio del actual contexto —que sigue siendo complejo, que nadie lo dude— el esfuerzo de los trabajadores de la Salud y nuestros científicos contribuye a que otras cifras aumenten: este sábado en Cuba se habían recuperado 944 413 pacientes, lo cual significa el 98,8% de quienes han enfermado en el transcurso de estos casi 20 meses de enfrentamiento a la COVID-19.
Según datos ofrecidos por el Ministro de Salud Pública en el encuentro, hasta el pasado 4 de noviembre 7 458 669 cubanos —el 76,2% de la población posible a vacunar— ya tenía completo su esquema de vacunación.
De manera especial, significó que ese día en el país se superó la cifra de 10 millones de cubanos que habían iniciado su esquema de vacunación.
Destacó, además, que en las próximas jornadas estas cifras deben incrementarse aún más pues se adicionarán a ellas 1,6 millones de niños que en estos momentos se encuentran en proceso de recibir la tercera dosis, y más de 45 mil adultos convalecientes que recibieron su alta médica en agosto. A su vez, agregó, se avanza en la vacunación de los alérgicos al Tiomersal.
Estadísticas del Ministerio de Salud Pública dadas a conocer por Portal Miranda en la reunión evidencian que en la actualidad 1 168 431 cubanos no pueden ser vacunados. Entre ellos señaló a los más de 220 mil menores de dos años; y a los casi 200 mil adultos convalecientes, a los cuales todavía no les corresponde ser inmunizados.
Igualmente, detalló que se contabilizan unos 172 600 niños convalecientes que, hasta tanto no concluya el ensayo clínico con Soberana Plus para este grupo poblacional, no pueden iniciar su vacunación; se prevé que este proceso pueda suceder antes de finalizar noviembre.
Teniendo en cuenta ese escenario, el Ministro subrayó que a finales del presente mes el 90% de la población cubana debe quedar vacunada.
Nuestro propósito —aseveró— es llegar a cada cubano que pueda ser vacunado y en tal sentido seguimos trabajando en cada uno de los territorios para poder cumplir el programa de vacunación diseñado.
El Ministerio de Salud Pública, explicó Portal Miranda, realiza en estos momentos un recorrido por todo el país para evaluar el cumplimiento del plan y las medidas en cada lugar de manera particular, pues no en todos los territorios se comporta de la misma manera el proceso.
Entre las medidas que se han previsto para incrementar el número de personas vacunadas en Cuba, comentó las acciones que se realizan para administrar dosis que por determinadas causas tienen pendientes algunas personas; dar seguimiento a los pacientes con enfermedades crónicas para, una vez compensandos de sus padecimientos, administrar la vacuna en el momento adecuado; y concluir la vacunación de quienes son alérgicos al Tiomersal.
Asimismo, dio a conocer que se emplearán otras alternativas de tratamiento como la Biomodulina T y el Factor de Transferencia, en pacientes que por razones médicas no puedan ser vacunados.