Manzanillo. Mayo 23.- Uno de los reclamos hechos por los manzanilleros durante mucho tiempo es la reparación del edificio que por décadas fue sede del policlínico número uno Francisca Rivero Arocha, centro de la salud que se cerró por el estado de deterioro en que se encontraba, lo que ponía en peligro a la población y trabajadores del lugar en el momento que se tomó esa decisión.
En este inmueble se atendía a los pacientes de gran parte de la ciudad, incluyendo el centro histórico de la urbe, los cuales podrán recibir otra vez los sevicios allí, una vez que concluyan las labores de remodelación de este sitio que comenzaron el pasado jueves.
La edificación ubicada en un área privilegiada, la calle Martí, principal arteria de la ciudad, esquina a Aguilera, hoy muestra una condición muy defectuosa por lo que necesita una reparación capital.
El joven Yoilán Rivero Fonseca es el inversionista de la dirección municipal de la Salud Pública en Manzanillo, y responsable de esta obra refiere a esta redacción que «ya comenzamos los trabajos del levantamiento de las facilidades temporales que se tienen planificados para esta primera etapa, que incluye el emplazamiento de la cerca perimetral del edificio, para luego iniciar el apuntalamiento de la fachada», dijo.
«Después que terminemos estas acciones se acometerán entonces las actividades de una segunda etapa, que incluye el apuntalamiento de todos los niveles, porque el edificio se va a demoler en su totalidad pero en la parte interior. Mantendremos sólo la fachada como parte de las regulaciones que establece la Oficina de Monumentos y Sitios Históricos, y por la envergadura del inmueble, la belleza de su parte exterior e historia, se decidió dejar toda su portada para mantener el patrimonio local», aclaró Rivero Fonseca.
«La demolición en su interior hay que realizarla por los daños de la estructura a causa de todos los años que estuvo sin funcionar. Es un compromiso y un deber de nosotros exigir que quede con la calidad que debe tener por las regulaciones del Ministerio de la Salud Pública (Minsap)», agregó el especialista.
Todavía no se tiene fecha para la conclusión de estas labores, pero una vez reabierto el local contará con las mismas funcionalidades del otrora policlínico. «Todo lo reglamentado por parte del Minsap se irán cumpliendo en esta construcción. Ya se tienen las documentaciones del proyecto que permiten que cuando comience a brindar sus servicios el inmueble mantendrá todas sus funciones como policlínico», aclaró.
«Por el momento están garantizados todos los materiales para esta primera etapa, así como los recursos previstos, y el financiamiento completo para el pago de los trabajos que se realicen», detalló el inversionista.
Las labores las asumen la brigada tres de la empresa de la construcción (Micons) del municipio. Leonardo García Tamayo es el jefe de la obra y tanto para él como para sus hombres del grupo es una satisfacción asumir este trabajo, «porque este lugar tan importante para el pueblo lleva años cerrado y sin que se le ejecuten acciones de remodelación. Así ayudamos también al personal de servicios de la salud de esta área que tanto trabajo pasan para sus funciones porque están reorientados en varios locales de la municipio».
«El compromiso de los trabajadores del Micons aquí es terminar lo más rápido posible esta obra, que sea una ejecución con calidad y que la población pueda agradecer lo que hicimos para el bienestar de todos», concluyó García Tamayo.
No sabemos cuanto durarán estas acciones que por su envergadura no será poco tiempo. Esperemos que no sean tantos años para que al fin se rescate un sitio muy anhelado por la población y que lo necesita. Con la recuperación del poli uno, como es conocido popularmente este edificio, ya los manzanilleros de la parte urbana del municipio tendrán los servicios de salud que antes se brindaban aquí de una manera concentrada y no tan dispersos como están ahora.
Al fin ya vemos el inicio de su recuperación, que sin lugar a dudas tendrá que enfrentar tantos obstáculos por las carencias de recursos en algún momento de su marcha, pero siempre vencerá la voluntad de hacer y vencer. De todos modos y en espera de ese día, bienvenida sea la restauración que tanto aplaudirán y agradecerán los manzanilleros.