La 47 edición de la Copa América de fútbol comienza hoy con el partido entre Brasil, favorita para retener el título, y Venezuela, en el capitalino estadio Mané Garrincha, tras cambios de sede y polémicas.
Colombia y Ecuador cierran la jornada inaugural con un duelo en el Arena Pantanal, en la ciudad de Cuiabá, estado de Mato Grosso (centro-oeste).
Según el programa, los cotejos tendrán lugar en cuatro urbes: Brasilia, Río de Janeiro, Cuiabá y Goiânia. El formato del campeonato prevé que ocho equipos de los dos grupos (A y B) se clasifiquen para los cuartos de final.
La final se jugará en el legendario estadio Maracaná, en Río, el 10 de julio.
Además de los mencionados cuatro conjuntos que juegan este domingo participan Argentina, Bolivia, Chile, Paraguay, Perú y Uruguay.
Pese a la pandemia de Covid-19, esta edición fue aprobada por el Consejo de la Confederación Sudamericana de la disciplina (Conmebol) que argumentó tener el propósito de llegar con escuadras experimentadas, competitivas y bien preparadas al Mundial de Qatar 2022.
Las selecciones sudamericanas solo pueden aspirar a la gloria deportiva mundial si aumentan el número de competiciones de alta exigencia, justifican los defensores de celebrar la copa bajo una severa crisis sanitaria causada por el patógeno.
Casualmente el equipo venezolano convocó a otros 15 jugadores tras tener 12 casos de contagios por el virus en su delegación que disputará la liza.
En una conferencia de prensa, el entrenador José Peseiro reconoció anoche que las ausencias dificultan los planes de la Vinotinto para enfrentar a Brasil.
‘No hemos entrenado. Estábamos aislados, esperando las pruebas para poder entrenar. Mañana (este domingo) jugaremos con 11 que nunca ni compitieron ni practicaron juntos’, indicó Peseiro.
En su evaluación, el preparador se lamentó que el brote de Covid-19 haya ocurrido justo antes de la confrontación contra la Canarinha, el mejor equipo del continente y uno de los mejores del mundo.
Los anfitriones ‘están aquí para ganar, pero nosotros no queremos perder. Vamos a tener que hacer muchos sacrificios y trabajar duro para poder competir con un rival muy fuerte’, admitió.
Una encuesta reveló el viernes que el 61 por ciento de los brasileños rechazó la celebración en el país de la Copa América por la calamidad de salud que enfrentan.
La investigación del Instituto IDEA, publicado por el portal Exame, indicó además que un 24 por ciento de los consultados aprobó la realización en territorio nacional del torneo deportivo y un 16 opinó que no sabe.
Inicialmente, la competición estaba prevista para celebrarse en Colombia y Argentina, pero sorpresivamente se trasladó al gigante sudamericano en el último momento por el estallido social en la primera nación y el agravamiento de la pandemia en la segunda.