En 2025 se realizará la cuarta Encuesta Nacional de Innovación.
En Cuba se ha aprobado un grupo de políticas y normas jurídicas que ha fortalecido el Sistema de Ciencia, Tecnología e Innovación (SCTI) en la Isla; sin embargo, es preciso perfeccionar y sistematizar el proceso de acuerdo con las condiciones actuales del país.
Los doctores en Ciencias Eduardo Martínez Díaz y Armando Rodríguez Batista, ministro y viceministro de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, respectivamente, explicaron en un artículo, publicado en la plataforma Cubadebate, los elementos principales de las prioridades nacionales de ciencia, tecnología e innovación, aprobadas en la más reciente sesión del Consejo de Ministros.
Uno de los factores esenciales de la nueva estrategia es la orientación de más proyectos de ciencia e innovación, los cuales deben tener un análisis de factibilidad técnica y económica, además de solucionar problemas concretos de los territorios.
Otras prioridades de la ciencia y la innovación estarán centradas en lograr incrementar los ingresos en divisas a partir de las exportaciones de bienes y servicios, así como la producción de energía, con énfasis en las fuentes renovables y el incremento en la producción de alimentos.
Se buscará, también, mayor integralidad en la concepción y ejecución de los proyectos (dónde y cómo se van a introducir los resultados obtenidos, cerrar el ciclo y medir el impacto); creando encadenamientos efectivos para lograr el avance rápido de los proyectos y fortaleciendo el potencial científico-tecnológico.
Como parte de este último empeño, explicaron, se han introducido incentivos económicos y remuneración a todos los participantes en los proyectos de I+D+I, incluyendo a los estudiantes; y se diseñan nuevos incentivos morales y materiales para los investigadores que hagan aportes a la solución de problemas concretos, utilizando la ciencia y la innovación.
La nueva estrategia aspira a potenciar los incentivos a la innovación en los diferentes niveles. Las innovaciones llevarían a las empresas a tener nuevos productos para su comercialización y nuevos renglones exportables; introducir tecnologías que disminuyan los costos y mejorar la productividad y la eficiencia en general, señalaron.
Con respecto a las utilidades generadas por las innovaciones, se puede destinar un porciento a remunerar a los trabajadores que crean estos resultados, con lo cual se beneficia el país y, también de forma específica, a la entidad que introdujo el resultado y a los trabajadores que participaron en su obtención, ya sean de esa entidad o de otras involucradas, como universidades, centros científicos, etc.
Entre los retos que enfrentará el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (Citma) para fortalecer el SCTI está establecer mecanismos efectivos para proteger los resultados científicos novedosos, patentar antes de publicar; e identificar todos los resultados científico-tecnológicos en el país que no se han aplicado y trazar una hoja de ruta para su introducción.
Otras prioridades son informatizar el sistema de control del avance de los proyectos y sus resultados; impulsar la Nanotecnología, la Nueva Biología y la Inteligencia Artificial; fortalecer la ciencia y la innovación a nivel municipal; y medir con objetividad los resultados de la ciencia y la innovación e implementar indicadores de impacto, entre otros.
Para 2025 se realizará la 4ta. Encuesta Nacional de Innovación, que permitirá medir la capacidad innovadora del tejido empresarial cubano en el periodo 2022-2024 y su interconexión con el sector académico. Esta encuesta será la primera en la cual se medirá el estado de la innovación a nivel municipal, señala el texto.