Obras tradicionales del repertorio de la compañía creadas por la artista, así como otras nacidas desde su legado, condujeron el maravilloso desempeño de los bailarines que recibieron múltiples ovaciones de los amantes de la danza en la nación caribeña.
Piezas de profundo abstraccionismo fueron interpretadas con frescura y pasión admirables por parte de un grupo de virtuosos bailarines, entre los cuales sobresalieron Peiju Chien-Pott y Ben Schultz.
Entre la majestuosa técnica de ambos renació la obra Errand into the maze, una coreografía de Graham estrenada en 1948 sobre cómo enfrentar y vencer los miedos impuestos por la vida.
Otra de las piezas más aplaudidas fue Diversion of angels, una delicada reflexión sobre algunas de las diversas manifestaciones del amor: la madurez, el erotismo y la ingenuidad.
En esta representación asumieron los roles principales Konstantina Xintara, Ben Schultz, Xin Ying, Lorenzo Pagano, Charlotte Landreau y Lloyd Mayor, quienes desbordaron pasión y elegancia en cada movimiento.
El Teatro Mella quedó pequeño para acoger tan maravillosa actuación que además incluyó las piezas Dark meadow, de Graham; Woodland, de Pontus Lidberg y Lamentation variations, de Bulareyaung Pagarlava, Richard Move y Larry Keigwin.
Hoy la compañía Martha Graham regalará a los amantes de la danza en Cuba otra exquisita función para ratificarse entre las agrupaciones más importantes del panorama actual del baile moderno.
Esta es una de las propuestas del XXV Festival Internacional de Ballet de La Habana Alicia Alonso que tiene lugar en esta isla hasta el próximo 6 de noviembre.
Considerado uno de los eventos más importantes de la danza clásica en el mundo, el certamen incluye a partir de este año el nombre de la prima ballerina assoluta y directora del Ballet Nacional de Cuba, Alicia Alonso.
Agrupaciones danzarias de Europa, América Latina y otras latitudes se dan cita en el prestigioso festival que descorrió sus cortinas el pasado 28 de octubre.
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