Con olor a Verde Olivo (+Fotos)

“Su presencia es permanente, le recuerdo cual hoy en aquella tarde del 28 de marzo de 2002 en la que le vi tan humano, a mi lado, en la inauguración de la colosal obra de la Academia de artes plásticas Carlos Enríquez Gómez, y conservo lo que llamo su olor a Verde Olivo”.

Comienza su recuento Ana María García Enamorado, y en su ojos centellea el paso firme del gigante moral por los pasillos del hoy Instituto Preuniversitario Micaela Riera, y la emoción del Manzanillo enardecido por la visita de un un héroe y paradigma, de un padre.

Y el abrazo de su cuerpo uniformado a esta fémina, quien dirigió la Academia manzanillera durante los 10 años de existencia, se intensifica con cada palabra, en la emoción que a sus 63 años brota en forma de lágrimas y trastocada en una militancia de servicio a la Patria.

Ana María García Enamorado fue la directora de la Academia de Artes plásticas Carlos Enríquez Gómez de Manzanillo// Foto Denia Fleitas Rosales

“Fidel es ese que elevó la intransigencia de Maceo y nos colocó en lo más alto de la dignidad, como Baraguá; cuando vino aquí hacía poco que habíamos firmado el Juramento y sabíamos que recibirlo era el compromiso de respaldarlo.

“Ver al pueblo de Caymari en la sexta avenida gritándole que se cuidara, ¡Te queremos Fidel! ¡Te necesitamos! ¡Cuídate! ¡Ven para Manzanillo! Escuchar todo eso fue la muestra de que la gente ha entendido que consagró su vida a una causa justa, que nosotros debemos defender siempre, hasta la última gota de sangre.

“Estaba muy alegre, -dice del Comandante en Jefe Fidel Castro-, sentía el respaldo de los vecinos que estaban invitados al acto, de la vanguardia artística presente, de los estudiantes y familiares de varios municipios de la región del Golfo de Guacanayabo; y nos dijo un instructivo discurso, después de recorrer la escuela, que terminó diciendo ¡Viva la cultura! ¡Viva la Revolución!, e interpretamos que con seguridad pensaba en los intelectuales que desde aquí contribuyeron a la fundación de esta obra, por lo que es aún el compromiso para no dejarlas morir.

La inauguración aconteció el 28 de marzo de 2002 // Foto Denia Fleitas Rosales

“Y a partir de allí defendimos su propuesta de que la cultura creciera a los lugares donde no había llegado, a través de nuestros profesionales, desempeñándose como instructores, artistas, defendiendo una obra, como críticos, con exposiciones, en los siete municipios de la zona del Guacanayabo de Granma a donde pertenecen los más de 100 graduados de ese programa aquí, y que Cuba fundamentó con la apertura de 17 academias de primer mundo.

“Cierto que fue un programa ambicioso, y se correspondía con su interés de expandir el arma del intelecto a todas partes, y estudiantes de las zonas más intrincadas se graduaron, y ahí están a favor del arte.

Estar a la altura de aquella colosal obra fue la expresión de Ana María a la pregunta del Líder invicto, “por ello para mí es un día que nos inspira, con aquel nivel de responsabilidad y seriedad que entrañó, y los estudiantes y profesores tuvieron esa claridad, demostrada en el rigor de la formación, en el trabajo individualizado con sus características personales y de las comunidades de origen para prepararlos de cara al futuro, para que alcanzaran esa profundidad conceptual que les permitiera ejercer el arte.

Ana María García cumplió está misión con el orgullo e inspiración de la presencia del Comandante en Jefe Fidel Castro// Foto Denia Fleitas Rosales

“Desde un compromiso muy grande de ayudar a transformar para que seamos cada vez mejores surgió aquel programa que suplía algunas de las carencias espirituales del Período Especial, con la comprensión de la cultura general integral sobre la base de proyectos que no podían ser eternos, y entendimos esa dimensión de aquella escuela de arte.

“Representamos la tierra de Celia, al Oriente de Maceo, una porción que significaba mucho para el Comandante y no podíamos defraudarle; una escuela que al verla dijo le parecía un Palacio de las Artes.

“Fueron sus palabras las que nos transmitieron el verdadero significado de aquella Academia, colección de los talentos de las partes más intrincadas, de selección sin elitismo alejada de las oportunidades privativas para unos pocos, por el contrario, sino para todos.

Unos 25 jóvenes integraron aquel primer curso de artes plásticas en la institución que graduó a más de un centenar de artistas // Foto Denia Fleitas Rosales

“Nos habló de usar la tecnología en función de la formación artística profesional, sin desvíos, para que los condujéramos a sentirse libres en la creación, pues teníamos claras las Palabras a los intelectuales, y a aprovechar cada herramienta para preparar al pueblo para el consumo y comprensión de la creación artística.

“Vamos a formar artistas que son defensores de la Revolución, nos invitó, y al oírle hablar así reconocí que estaba pensando en Heredia y Martí, en aquellos que fueron fundadores del crisol de la nacionalidad; por tanto, formar artistas para nosotros fue no sólo dotarlos de técnicas y saberes para su obra, sino forjar un valor ético, estético, humano, para ayudar a elevar la espiritualidad del pueblo donde estuvieran, a sabiendas de que les representan y que su obra se torna en lucha contra la banalidad, contra las tendencias de degradación humana.

“Aunque las artes plásticas tienden a ser individuales, siempre nos insistió en luchar contra el egoísmo, pues como dice Silvio Rodríguez, él es de los que siente en su cabeza cristales molidos, y digo es porque lo tenemos aquí, presente.

Recuerda al Comandante Fidel en su paso firme por los pasillos y los presentes atentos a su verbo elocuente // Foto Denia Fleitas Rosales

“Y cuando leemos Cien horas con Fidel, El tiempo de los cedros, Fidel y la religión, en fin toda la literatura que protagoniza, interiorizamos su pensamiento y nos enorgullecemos del tremendo privilegio de que sea nuestro; porque es del mundo pero pertenece a aquí, al suelo donde se hizo útil, a la Patria donde los pueblos reconocen lo que dejó: dignidad, soberanía, seguridad, con la vergüenza como decía Agramonte.

“Además, nos legó una base filosófica, el concepto de Revolución, de muy largo alcance, para demostrar que sí se pueden hacer obras como esta, atenta como él hasta su último aliento, a proveer una vida espiritual de justicia social plena.

“Aquel día hace 19 años es hoy, más que nunca, porque tenemos que sentir la eterna presencia de Fidel, porque estamos nosotros que somos Cuba, somos lo que logramos y no podemos perder, las conquistas que costaron mucho sacrificio desde el 10 de octubre de 1868, y el que hacemos hoy merece que lo hagamos como resumen de la tradición histórica y de la consecución de los más grandes anhelos de hombres que dieron la vida por una Cuba independiente.

Muestra escultórica del talento de los estudiantes de la otrora Academia de Artes plásticas Carlos Enríquez Gómez// Foto Denia Fleitas Rosales

“Son convicciones, principios, pues defendemos la esencia de quiénes somos, de dónde venimos y no podemos ir hacia otra parte sino hacia esa esencia, la Cuba que hacemos a diario desde esos conceptos, sin permitir humillación, pues no está en la estirpe cubana y no lo estará nunca.

“Y todo eso entraña la grandeza de Fidel, inspiración, presencia eterna, con la que nos formamos y forjamos, pensando en sus ideales de justicia, de ayuda, de mejoría no sólo para Cuba sino para el mundo”.

Y allí está Fidel, enraizado en lo que ayer, hoy y siempre será faro de luz desde el saber, en la expresión del arte cubanísimo en quienes como Ana María García sienten su energía de fundador y eterno Comandante.

Foto Estudios Revolución
Foto Estudios Revolución
Foto Estudios Revolución
Foto Luis Carlos Palacios