Con éxito concluyó en Camagüey el ensayo clínico pediátrico Ismaelillo con la vacuna Abdala, desarrollada por el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología, institución cubana dedicada a I+D, producción y comercialización de productos biotecnológicos y farmacéuticos.
A través de un mensaje en Twitter, la institución científica comunicó que las muestras clínicas se están estudiando, y próximamente deben darse a conocer los resultados, que se espera que sean satisfactorios.
En declaraciones a la ACN, Sonia Resik Aguirre, investigadora principal de los estudios con Abdala en la nación antillana, precisó que ya terminó la vacunación de los dos estratos, primero los voluntarios de 12 a 18 años, y luego de los de tres y hasta 11 años.
Especificó la especialista que, como parte del ensayo, se probaron dos formulaciones con potencias de 25 microgramos y 50 microgramos de la vacuna Abdala, en un esquema de 0-14-28 días, el mismo empleado en adultos.
Los eventos adversos fueron los previstos, fundamentalmente dolor en el sitio de inyección; mientras que durante el estudio hubo que excluir a 45 niños porque enfermaron de COVID-19 en sus lugares de residencia.
Aún así, indica la ACN, se logró completar el número total para terminar el ensayo, que fue de 547 voluntarios, argumentó.
El Centro para el Control Estatal de Medicamentos, Equipos y Dispositivos Médicos (CECMED), realizó una inspección como parte de la cual comprobó las condiciones de calidad que caracterizaron al proceso.