Confecciones Antares en busca del brillo de la estrella

Confecciones Antares en busca del brillo de sus producciones // Foto: Marlene Herrera
Confecciones Antares en busca del brillo de sus producciones // Foto: Marlene Herrera

Cada constelación tiene estrellas protagónicas, más brillantes que el resto. En el caso de Escorpión, la gigante roja Antares se lleva las miradas. Y es quizás  la motivación de llevar ese nombre lo que mueve a los 602 trabajadores de la Unidad Empresarial de Base (UEB) Confecciones Antares para buscar resplandecer por su solidez, fuerza, y tener como pilar fundamental la calidad de sus producciones.

Un reflejo de esto lo son Magalys Rivero Céspedes, Norma Pérez Moreno y Olga Lidia Aguilar San Pedro, quienes en el Taller 104 ubicado en Manzanillo, comienzan con la habilidad que les da los años de experiencia, a operar las máquinas en cuanto empieza el turno, muchas veces afectado por la falta de fluido eléctrico.

“He pasado por distintas operaciones, pero ahora estoy en el monte de manga y monte de hombro, -explica Magalys sin dejar de trabajar- yo llegué aquí por un curso que dieron en la Federación (se refiere a la Federación de Mujeres Cubanas FMC) y ya llevo 23 años en confecciones Antares”

Magalys Rivero Céspedes, costurera // Foto: Marlene Herrera

Norma y Olga, también proceden de uno de los cursos que la FMC con el objetivo de formar y contribuir a la superación de la sociedad y ampliar la posibilidad de empleo a las mujeres.

A Norma el no obtener una carrera universitaria no la detuvo, por lo que decidió su vida por el oficio de los cortes y las puntadas y ahora en el taller manipula “una máquina especial que es para pespunte y festón”, dice mientras muestra a las visitantes a qué se refiere dentro de la pieza que cose.

“Aquí me va bien, llevo 23 años en este trabajo que tiene sus altas y sus bajas. Es como todo,  si usted cumple y sobre cumple sí ve las ventajas”, comenta y mueve las manos ágilmente- “además ahora hay déficit de costureras, yo pienso seguir aquí”.

Norma Pérez Moreno, costurera // Foto: Marlene Herrera
Olga Lidia Aguilar San Pedro, costurera // Foto: Marlene Herrera

Con esa misma disposición, Olga, alterna entre hacer ojales y poner botones porque “hay que tratar que salga todo, mi operación es poner ojal pero por la escasez de trabajadoras hago las dos cosas”.

Al frente de Magalys, Norma, Olga y el resto de los 103 trabajadores del taller está Luz Marina Salcedo Garriga, quien asegura que “estos están contentos porque todo fluye de manera que sea para el bien del trabajador. A medida que van entrando los lotes, con las costuras ya cortadas se comienza el proceso productivo hasta la última brigada que es la que surte la pieza terminada completamente”.

“En turnos de trabajo de 8 horas, se buscan alternativas por la situación de la corriente. Y esperamos poder cumplir el plan de la economía para esta fábrica que es de 174 mil 300 unidades físicas, y mientras tengamos materia prima lo podemos cumplir”, afirma.

Luz Marina Salcedo Garriga, jefa del taller 104 de la UEB Confecciones Antares // Foto: Marlene Herrera

Lograr ser como la estrella de Escorpión depende mucho de garantizar la calidad en las producciones, y es en este empeño que Yumisleydis Pérez Fleitas, asume la mayor responsabilidad.

“Paso por los puestos para revisar que no haya problemas, si hay alguna dificultad, le explico cómo tienen que ser las cosas. Luego en la medida en que sale la producción a la mesa se van cogiendo las deficiencias para que no llegue al surtido con problema”.

Yumisleydis Pérez Fleitas, técnica de calidad // Foto: Marlene Herrera

Al estar organizado el trabajo por operaciones, según la dificultad, se va detecta fácilmente dónde estuvo el problema, “que no son muchos, porque tenemos buenas costureras, pero el equipamiento es viejo, y en algún momento también podemos cometer un error sin querer”.

La UEB Confecciones Antares ubicada con su dirección en Manzanillo, está constituida por una oficina central y  cinco fábricas productivas, de estas dos en la ciudad del Golfo, dos en Campechuela, y una en Jiguaní.

“Dentro de los clientes fundamentales están los sectores priorizados, MINFAR, MINED, MININT, MINSAP y en la entidad se trabaja en la sustitución de importaciones con vistas a la captación de nuevos sectores estratégicos que cuentan con capital disponible e históricamente importaban sus productos”, explica la ingeniera industrial Arisbel Araujo Tornéses,  directora de la UEB Confecciones Antares.

Es por esta razón que la UEB se está “proyectando por incrementar la cantera de clientes, ampliando también la cantidad de diseños y de producciones, sin olvidar el uso racional de los recursos, al utilizar los desechos del proceso principal, en producciones alternativas que se comercializan para la población”.

Arisbel Araujo Tornéses, directora de la UEB Confecciones Antares // Foto: Marlene Herrera

Otro aspecto que resalta en esta UEB de la Industria Ligera, es la inserción en “el mercado de la recuperación de divisas incursionando en negocios conjuntos en la zona de desarrollo del Mariel  y estamos preparando técnicamente una producción que va a estar destinada a la exportación, en este caso conjunto sanitario”.

Los trabajadores de Confecciones Antares están “comprometidos y  concientizados de la situación del país”. Esta industria está inmersa en el reordenamiento “aplicando las 43 medidas establecidas para el fortalecimiento de la empresa estatal socialista “

Subordinada a la filial  Confecciones Yamarex de la provincia de Holguín, perteneciente a la empresa nacional Confecciones Textiles Boga, Antares, como sugiere su nombre se encamina a mostrar una imagen sólida,  productora de piezas de altísima calidad y diseño para ambos sexos.