Cuba evoca el legado del líder Julio Antonio Mella, fundador de la Federación Estudiantil Universitaria (FEU), al conmemorarse hoy el aniversario 120 de su natalicio.
Bautizado con el nombre Nicanor Mc Partland y Diez, Mella es considerado una de las figuras emblemáticas dentro del proceso revolucionario en la nación caribeña, durante la primera mitad del siglo XX.
Antes de cumplir los 20 años ya había fundado la revista Alma Mater (1922-1923) en la cual hizo una declaración de principios que lo acompañaría hasta su muerte: enfrentarse a la injerencia de Estados Unidos en la isla.
Desarrolló en su corta existencia una febril actividad política y revolucionaria que lo convirtió en un líder de talla internacional.
Junto a otros revolucionarios, como Rubén Martínez Villena, dio vida a la Universidad Popular José Martí (1923), proyecto que permitió llevar la educación a los trabajadores más humildes; y fundó la Sección Cubana de la Liga Antimperialista de las Américas, en 1925.
La FEU, creada el 20 de diciembre de 1922, fue otro de sus espacios de defensa del país, y desde allí contribuyó a organizar al estudiantado en función de reformar la universidad, pero también unió fuerzas con el movimiento obrero para luchar contra la tiranía de Gerardo Machado (1925-1933).
La radicalización de su pensamiento y la identificación con las ideas comunistas lo llevaron a formar parte del grupo que el 16 de agosto de 1925 constituyó el primer Partido Comunista de Cuba, militancia que defendió hasta su muerte.
El líder histórico de la Revolución, Fidel Castro, lo consideró como «el cubano que más hizo en menos tiempo»