Cooperativa no estatal restaura un palacio en Manzanillo (+ Fotos)

Una cooperativa no agropecuaria transforma el Palacio de pioneros Una flor para Celia, de Manzanillo //Foto Eliexer Pelaez Pacheco

Manzanillo. Julio 3.- Una brigada de ocho emprendedores cuenta propistas de los territorios de Bayamo y Manzanillo le devuelven la imagen al edificio que ocupa el Palacio de pioneros Una flor para Celia de este costero municipio granmense.


Estos obreros conforman la cooperativa no agropecuaria Brizuela que comenzó sus labores de restauración de esta construcción ecléptica en el 2019, y que ya tiene más del 80 por ciento de toda la obra avanzada.


A pesar de los constantes obstáculos que han tenido que enfrentar, debido a la carencia de algunos materiales en este tiempo tan difícil, en el que enfrentamos las limitaciones económicas recrudecidas por la situación epidemiológica que se vive a causa de la COVID-19, ellos han buscado todas las alternativas para mantener el estilo original de toda su estructura.


Albañiles, restauradores y artistas se empeñan cada día para que esta edificación renazca como ave fénix de las cenizas del deterioro en que se vio y amenazaba su existencia.


Uno de los manzanilleros que aquí trabaja es el restaurador Carlos Licea Cordero, quien tiene 10 años de experiencias en este ámbito luego de formarse en la otrora brigada de restauración con la que contaba la Oficina Municipal de Monumentos y Sitios Históricos. Carlos refiere sentirse privilegiado de formar parte de este grupo.

Carlos Licea Cordero //Foto Eliexer Pelaez Pacheco
Los restauradores retocan ahora la pintura de toda su herrería //Foto Eliexer Pelaez Pacheco


«Nuestro trabajo ha consistido en la restauración de la fachada, sus molduras y ahora estamos retocando la pintura de las rejas. Hoy siento una satisfacción muy grande porque recuperamos un edifico que tiene un valor arquitectónico inmenso para la ciudad de Manzanillo y así rescatamos nuestro patrimonio. Esto demuestra que existen personas que sí saben trabajar y que se pueden lograr más éxitos como estos».


Otros dos rehabilitadores, de los cinco que tiene el proyecto, son los jóvenes Raúl Enrique Martínez Sánchez, graduado como instructor de artes plásticas en la escuela Cacique Hatuey, y Néstor Calafell Rondón, artista graduado de la antigua Academia de Artes Plásticas Carlos Enríquez.

Los restauradores retocan ahora la pintura de toda su herrería //Foto Eliexer Pelaez Pacheco
Raúl Enrique Martínez Sánchez //Foto Eliexer Pelaez Pacheco


Raúl considera que para estas acciones siempre es necesario realizar investigaciones que ayuden a mejorar la calidad de los trabajos. Así puede compartir sus conocimientos sobre este edificio al confirmar que «el tipo de construcción del palacio tiene el mismo estilo de la fachada del Capitolio de La Habana.


Si nos fijamos bien podemos hacer una semejanza con las ranuradas del Capitolio que son las mismas que tienen los exteriores del palacio, al igual que las columnas del interior de este edificio».

En el proceso se respetó toda su arquitectura //Foto Eliexer Pelaez Pacheco
En el proceso de restauración se respetó toda su arquitectura //Foto Eliexer Pelaez Pacheco
En el proceso se respetó toda su arquitectura //Foto Eliexer Pelaez Pacheco
En el proceso se respetó toda su arquitectura //Foto Eliexer Pelaez Pacheco
En el proceso se respetó toda su arquitectura //Foto Eliexer Pelaez Pacheco


A Martínez Sánchez, que como artista también siente satisfacción de formar parte de este equipo, confiesa que le «preocupaba el estado en que estaba esta entidad, como me duele ver otras construcciones deterioradas del centro histórico de nuestra urbe. Aunque nunca me imaginé que algún día yo mismo iba a ayudar a restaurar este edificio, pero si es algo emocionante formar parte de este equipo».

Néstor Calafell Rondón //Foto Eliexer Pelaez Pacheco
Los restauradores retocan ahora la pintura de toda su herrería //Foto Eliexer Pelaez Pacheco


Néstor agrega que «aquí tuvimos que crear muchísimo porque habían piezas que ya estaban perdidas por su deterioro y le pusimos arte y corazón a todo lo que hicimos. Al ver el trabajo final me llena de alegría y ya tengo algo nuevo que contar a mis hijos cuando transiten por aquí y vean este edificio, a los cuales les diré cuánto empeño dedicamos para recuperar este centro que una vez estuvo dañado al punto de caerse».


De los albañiles y carpinteros Glober Rosales Arias estaba con su novel ayudante en medio de las faenas. Él recuerda cómo al iniciar sus actividades aquí se dedicó a la recuperación de las losas del piso de todo el segundo nivel. «Los artistas restauraron las cerámicas rotas para mantener las originales y nosotros emprendimos su colocación.

Glober Rosales Arias //Foto Eliexer Pelaez Pacheco


Cuando me llamaron para integrar esta cooperativa me llenó de alegría porque este es un trabajo que me gusta. Considero que con la creación de grupos como estos se puede ayudar más al desarollo local y al impulso del territorio».


El jefe de esta brigada es el bayamés José Sánchez Oro, a quien todos le llaman Tony. Él asegura que el mayor empeño es concluir esta obra antes del 13 de agosto para entregarla como saludo al aniversario del natalicio del líder eterno de la Revolución cubana, el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, por eso las acciones se agilizan.


«Durante todo el proceso de restauración buscamos lo necesario para que el Palacio quede con la calidad máxima y fiel a su construcción original. Al final será emocionante recibir el agradecimiento de los manzanilleros que podrán contemplar nuestro trabajo, así como ver la alegría de todos los que puedan ver formarse vocacionalmente a sus hijos en el Palacio de pioneros».

Parte superior de la fachada del Palacio de pioneros de Manzanillo //Foto Eliexer Pelaez Pacheco
El palacio conserva los detalles originales de su carpintería //Foto Eliexer Pelaez Pacheco
Moldes de yeso con los que se respetó su arquitectura //Foto Eliexer Pelaez Pacheco


Este representante de la brigada siente compromiso además con el territorio, por el prestigio que ha ganado su grupo gracias a la calidad de las obras emprendidas, y ya han sido llamados para cuando concluyan restaurar otras. Por ahora también ayudan a la reparación de la escuela pedagógica Celia Sánchez Manduley.


«Hemos conquistado el respeto y el orgullo de que nos sigan ofreciendo obras en Manzanillo. Los cuenta propistas que trabajamos aquí somos ya como una familia, nos llevamos como si fuéramos hermanos», destacó.


Tony aprovecha la oportunidad para enviar un mensaje a todos los manzanilleros para cuando se entregue este Palacio. «Que cuiden esta obra y la mantengan como la vamos a dejar, bien linda», señaló.

En la actualidad se realizan los trabajos finales de la carpintería //Foto Eliexer Pelaez Pacheco
Ahora también se realizan los últimos trabajos de la carpintería //Foto Eliexer Pelaez Pacheco
Ahora se realizan los trabajos finales de la carpintería //Foto Eliexer Pelaez Pacheco


Si permanece el ritmo de trabajo que llevan estos emprendedores y pueden entregar la obra para el 13 de agosto próximo, la unidad educativa podrá al fin abrir sus puertas para el próximo período lectivo, y recibir así a los niños que llegan hasta aquí para enriquecer su formación vocacional. Entonces otra vez el Palacio se llenará de alegría, ahora con el necesario retoque que le devolverá su esplendor.

Parte exterior del Palacio de pioneros de Manzanillo //Foto Eliexer Pelaez Pacheco