La jefa de la unidad de enfermedades emergentes de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Maria Van Kerkhove, advirtió sobre la posibilidad de que las personas que hayan superado el coronavirus se reinfecten.
“No significa que esté pasando mucho; sabemos que es posible. Es algo que sabíamos que podría ser posible basándonos en nuestra experiencia con otros coronavirus humanos”, aseguró Van Kerkhove este miércoles durante una sesión de preguntas y respuestas en vivo.
El comentario de la experta surge luego de que un grupo de investigadores de la Universidad de Hong Kong reportaran a comienzos de esta semana que un hombre se infectó por segunda vez con SARS-CoV-2. El paciente, de 33 años, contrajo la enfermedad este mes luego de haber sido dado de alta en abril.
Kerkhove subraya que no se cree que el caso de Hong Kong sea el único, aunque es el primero documentado de reinfección “de los 23,5 millones que hay en el mundo”. “Esperamos que las personas infectadas desarrollen una respuesta de anticuerpos, una respuesta inmune que dure algún tiempo; así que estamos aprendiendo”, afirmó.
La especialista reiteró que, independientemente de que alguien haya sido infectado o no, se deben continuar siguiendo las pautas de distanciamiento social sugeridas. “Sí, es posible que podamos comenzar a ver una reinfección, pero tenemos las herramientas que pueden evitar que las personas se infecten”, agregó, resaltando que cada individuos tienen el poder para evitar infectarse y la responsabilidad de prevenir la transmisión a otros.
Por otro lado, Kerkhove subrayó que la posibilidad de una reinfección no cambia los avances hacia una vacuna efectiva contra el coronavirus y no significa que no funcionará. Su desarrollo y los estudios, en términos de la respuesta y la protección que brindará, provendrán de estudios clínicos que están en curso. “Todavía estamos desarrollando vacunas y se están logrando avances increíbles”, concluyó.
Por segundo día Argentina registra más de 10 000 casos
Por segundo día consecutivo Argentina registró este jueves más de 10 000 nuevos casos positivos de COVID-19, 6 400 de ellos en la provincia de Buenos Aires, que sigue concentrando junto a la capital la mayor cantidad de personas enfermas.
En un alza como nunca antes desde que llegó al país la pandemia, en marzo último, en apenas 48 horas esta nación reportó casi 20 700 nuevos casos y este jueves además se contabilizaron 211 víctimas fatales lo que eleva a 8 050 la cantidad de muertos en estos casi seis meses.
A la espera de nuevos anuncios presidenciales sobre cómo quedará la cuarentena a partir del lunes próximo, al interior de Argentina también hay importantes alzas de casos y hay 16 provincias en alerta por el pronunciado aumento de pacientes positivos.
Los números siguen elevando también la cantidad de personas internadas en unidades de terapia intensiva, 2 075 en total, con un porcentaje de ocupación de 59,2 por ciento a nivel nacional y 66,6 por ciento en el Área Metropolitana de Buenos Aires.
OMS: Nacionalismo de vacunas amenaza estrategia de lucha equitativa contra el virus
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recibirá la semana que viene una serie de garantías de apoyo a su plan de desarrollo de vacunas contra la COVID-19 para todos los países, aunque el organismo ha tenido que disminuir su ambición en ese sentido.
Estados Unidos, Japón, Reino Unido y la Unión Europea han alcanzado sus propios acuerdos para asegurar la llegada de millones de dosis para sus ciudadanos, ignorando la advertencia de la OMS contra el “nacionalismo de vacunas” que, según el organismo mundial, reduciría los suministros.
Los expertos advierten que si otros países que pueden permitírselo adoptan un enfoque similar, la estrategia de la OMS para luchar contra la pandemia de coronavirus a nivel global y de forma equitativa corre el riesgo de fracasar.
Si ese escenario acaba ocurriendo, “está claro que no habría volúmenes suficientes de vacunas disponibles para ningún otro país, en particular durante los primeros seis a nueve meses”, dijo Alex Harris, jefe de Políticas Globales de la organización benéfica sanitaria Wellcome Trust.
Así, los países que deseen formar parte de la iniciativa de la OMS, denominada COVAX, deben manifestar su interés antes del lunes.
Más de 170 estados, entre ellos Canadá, Noruega, Corea del Sur y Reino Unido, han mostrado un interés no vinculante con el proyecto, que la OMS presenta como la única iniciativa para garantizar que las vacunas contra la COVID-19 estén disponibles en todo el mundo, tanto para los países ricos como para los pobres.
El proyecto COVAX cuenta con nueve candidatas a la vacuna y ha establecido planes para obtener y entregar 2 000 millones de dosis para finales de 2021 en los países que se inscriban.
La OMS, en cualquier caso, sigue luchando para que los países más ricos se sumen plenamente a la iniciativa, más allá de las promesas de financiación y de las buenas palabras.
La semana pasada, el jefe de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, criticó a las naciones que acaparan vacunas, advirtiendo que la estrategia empeorará la pandemia.
Las agresivas negociaciones de la UE para el suministro de vacunas y las tibias declaraciones sobre el plan COVAX han socavado la iniciativa, que está codirigida por la propia OMS, la Alianza para las Vacunas (GAVI) y la Coalición para las Innovaciones en Preparación para Epidemias (CEPI).
Es probable que la Comisión Europea prometa fondos para COVAX pero, al mismo tiempo, está asegurando acuerdos de suministro para los Estados miembros, al considerar que el plan de la OMS es demasiado lento y costoso.
Aumenta en Brasil volumen de información engañosa sobre el coronavirus y vacuna
La desinformación sobre el coronavirus se incrementa en Brasil, donde hubo un crecimiento de casi el 400% en los contenidos engañosos sobre la vacuna contra el coronavirus, mientras el país reportó 177 000 muertes por la dolencia.
La Universidad de Sao Paulo (USP) demostró que en los últimos dos meses hubo una subida del 383% en los contenidos “falsos o distorsionados” relacionados con la vacuna que se encuentra en fase de experimentación.
Centros de pesquisas y unidades académicas de la USP de Ribeirao Preto, integrados en la Unión Pro-Vacuna, realizaron un seguimiento a lo publicado en las redes sociales durante los meses de junio y julio.
El trabajo tomó como objeto a los mensajes de los grupos antivacuna y “la hipótesis es que estos continuarán diseminándose a través de las redes sociales conforme avancen las pesquisas”, declaró el investigador Joao Henrique Rafael Jr., que integra Pro-Vacuna.
“Lo que preocupa es que el accionar de esos grupos tenga como efecto perjudicar a las futuras campañas de vacunación contra la COVID-19 y al mismo tiempo afecte la confianza del público en general hacia las vacunas”, añadió.
Los investigadores señalan que además de la prédica contra el fármaco existe un “ambiente” comunicacional en el que proliferan posiciones “negacionistas” en general.
Si bien existen perfiles específicos dedicados a denostar las vacunas, junto a estos hay otros que publican ocasionalmente noticias falsas sobre la droga que aún no existe.
Dentro de este segundo grupo hay perfiles de ultraderecha simpatizantes del presidente, Jair Bolsonaro.
El propio presidente y miembros de su entorno, como su hijo Carlos Bolsonaro, han realizado afirmaciones falsas, o carentes de comprobación, sobre la vacuna y sobre la dolencia.
El mandatario participó la semana pasada en un acto oficial, en el Palacio del Planalto, que fue llamado Venciendo a la COVID-19, pese a que la curva de crecimiento de la dolencia no sufre una caída significativa y la media de muertes diarias permanece en las 1 000 víctimas por día desde hace unos dos meses.
El Supremo Tribunal Federal abrió una investigación sobre el llamado “gabinete del odio”, desde el cual se lanzan noticias falsas (fake news) y que estaría coordinado por Carlos Bolsonaro.
A través de una red de perfiles, ese “gabinete” realiza la defensa del Gobierno y disemina contenidos falsos contra los adversarios de la Administración Bolsonaro, incluyendo los defensores de medidas contra la pandemia como el aislamiento social y la liberación de más recursos para que los estados hagan frente a la enfermedad.
El presidente y su ministro de Salud, general Ricardo Pazuello, anunciaron el mes pasado un programa de apoyo al desarrollo de la vacuna de la Universidad de Oxford, en acuerdo con el laboratorio AstraZeneca.
El Gobierno decretó el desembolso de unos 400 millones de dólares para AstraZeneca y el estatal Instituto Fiocruz, con sede en Río de Janeiro, para llevar adelante los test y en el futuro fabricar la vacuna si esta fuera segura.
Mientras tanto continúan los test con la vacuna china CoronaVar, pagados por la gobernación de Sao Paulo y con la supervisión del Instituto Butantan, vinculado a la USP.