COVID–19 en el mundo: Más de 103 000 muertos, casos superan los 1.7 millones y la OMS estudia nuevas evidencias sobre el coronavirus

La gran mayoría de los países del mundo han registrado ya casos de coronavirus. La ONU ha recordado que muchos de esos países ya atraviesan una crisis humanitaria debido a conflictos, catástrofes naturales y el cambio climático. Foto: DPA.
  • OMS estudia informes sobre pacientes que volvieron a dar positivo
  • Trump ante la decisión “más importante de su vida”, reabrir la economía
  • Emergencia por coronavirus golpea a sector de trabajadores informales en América Latina
  • Cuarentenas reducen delitos, pero también se aprovechan grupos mafiosos

La pandemia de COVID–19, provocada por la expansión del coronavirus SARS-CoV-2, ha causado hasta la mañana de este sábado más de 103 140 muertos a nivel mundial, mientras la cifra de casos reportados oficialmente, según recuentos de agencias noticiosas, ascendía a 1 700 760 en 193 países y territorios.

Algunos países comienzan a registrar cifras menos desalentadoras y aliviar controles, mientras otros alargan las cuarentenas. La OMS estudia informes sobre reinfecciones de pacientes, que expertos atribuyen a una “reactivación del virus”.

La cifra de casos reportados por organismos oficiales de las naciones solo refleja parte de la totalidad real de contagios, debido a las políticas dispares de los diferentes países para contabilizar los casos, han advertido expertos. Hasta ahora, al menos 341 100 personas se han recuperado totalmente de la enfermedad.

Los números varían en el recuento de este sábado hecho por la Universidad Johns Hopkins, que sitúa en 1 698 626 los infectados en 185 países y en 102 782 los fallecidos, con Italia todavía a la cabeza (18 849), mientras serían 376 734 los recuperados, la mayoría, más de 77 844, en China.

España reportó el sábado su cifra más baja de fallecidos por coronavirus en casi tres semanas, con 510 decesos entre el viernes y el sábado. El dato está muy alejado del récord nacional de 950, el pasado 2 de abril.

El de este sábado es además el parte de fallecidos menos grave desde los 462 fallecidos del 23 de marzo.

El número de nuevos contagios confirmados subió ligeramente el sábado, con 4 830 nuevos casos, frente a los 4 576 del viernes, dijeron las autoridades.

En total, España acumula 161 852 infectados y 16 353 decesos desde el inicio del brote, lo que la convierte, junto a Italia, en los dos países europeos más golpeados por la pandemia. Más de 59 100 españoles se han recuperado ya del COVID–19 (3 441 más reportados entre viernes y sábado)

Analistas destacaron que el confinamiento de cuatro semanas puede haber ayudado a ralentizar el ritmo de contagios desde el 20% de hace dos semanas al 3% actual.

Dado el fuerte impacto económico de las medidas que amenazan con llevar al país a la recesión, el Gobierno empezará a aliviar algunos controles el lunes, cuando los trabajadores de fábricas y obras podrán regresar a sus puestos por primera vez en 15 días. Las demás actividades, con la excepción de salir de casa para comprar comida y medicamentos, siguen prohibidas.

El confinamiento durará al menos hasta el 25 de abril y ha reducido al mínimo el tráfico de vehículos, así como la frecuentación de trenes y aviones. Miles de patrullas de policía recorren las calles y carreteras del país para verificar el cumplimiento de la medida e impusieron decenas de miles de multas a los infractores.

Además, el Gobierno español anunció este sábado la prolongación por 14 días, hasta el 26 de abril, de los controles en las fronteras terrestres con Francia y Portugal, establecidos el 16 de marzo y que no afectan a ciudadanos españoles ni extranjeros residentes en España, tampoco al transporte de mercancías y a los trabajadores transfronterizos.

Italia sigue registrando la mayor cantidad de decesos, 19 500 luego de la primera muerte relacionada con la COVID–19 a finales de febrero. El país registró 147 577 contagios. Las autoridades italianas consideran que 30 455 personas sanaron.

Después de Italia, los países más afectados son Estados Unidos, con 18 777 muertos y 501 615 casos; España, con 16 353 muertos (161 852 casos); Francia, con 13 197 muertos (124 869 casos) y Reino Unido, con 8 958 muertos (73 758 casos).

En Europa, varios países utilizaron retenes, drones, helicópteros, policía montada y la amenaza de multas para impedir que la gente viaje durante el fin de semana de Pascua. Adicionalmente, al reducirse el contagio en Italia, España y otras naciones, los Gobiernos dieron pasos tentativos hacia el levantamiento parcial de las restricciones sobre la vida pública vigentes desde hace semanas.

El clima agradable en Europa puso a prueba la disciplina de la gente.

“No hagan tonterías”, dijo Domenico Arcuri, comisionado especial de Italia para la emergencia del virus. “No salgan, mantengan la misma conducta responsable que hasta hoy, usen su buen juicio y su sentido la responsabilidad”.

Este sábado, la oficina del primer ministro británico, Boris Johnson, informó que este está haciendo muy buenos progresos en su recuperación de la COVID–19, mientras su ministro de salud, Matt Hancock, declaraba que el pico del brote en el Reino Unido aún no se ha alcanzado.

El número de muertes en los hospitales británicos ha llegado a 9 875, con 917 muertes más reportadas el sábado.

El Reino Unido impuso un confinamiento hace tres semanas en un intento de frenar la propagación del virus y los ministros han estado suplicando a los británicos que respeten la prohibición de las reuniones sociales durante el fin de semana de Pascua, cuando gran parte del país está siendo bañado por el sol y el clima primaveral.

Hancock dijo que aunque el número de hospitalizaciones ha empezado a disminuir, no hay suficiente evidencia para tener la confianza de que han pasado lo peor.

“Nuestro juicio es que aún no hemos llegado a ese punto. No hemos visto un aplanamiento suficiente para poder decir que hemos llegado al máximo”, dijo a la BBC.

China continental, donde la epidemia estalló a finales de diciembre, acumula 81 953 personas contagiadas, de las que 3 339 murieron y 77 525 sanaron totalmente. En las últimas 24 horas se han registrado 46 nuevos casos y tres fallecimientos.

El sábado hasta media mañana, según recuentos de organismos nacionales y la OMS, Europa sumaba 71 335 fallecidos (871 047 contagios); Estados Unidos y Canadá, 19 356 (523 661); Asia, 4 718 (133 597); Medio Oriente, 4 632 (95 005); América Latina y el Caribe, 2 344 (56 888); África, 692 (12 884) y Oceanía, 64 (7 687).

Este viernes, el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, advirtió en rueda de prensa que los países deben ser cautelosos al levantar las restricciones impuestas para contener la propagación del coronavirus.

A la OMS le gustaría ver cierta flexibilización en las medidas, pero al mismo tiempo “levantar las restricciones podría llevar a un resurgimiento fatal”, dijo Tedros, quien reconoció que ha habido una “desaceleración bienvenida” de la epidemia en algunos países europeos (Italia, Alemania, España y Francia), pero que al mismo tiempo ha habido una “aceleración alarmante” en otros, incluyendo la transmisión comunitaria en 16 naciones de África.

OMS estudia informes sobre pacientes que volvieron a dar positivo

La Organización Mundial de la Salud (OMS) informó este sábado que investiga informes de algunos pacientes de COVID–19 que dieron nuevamente positivo luego de haber dado negativo en las pruebas iniciales de la enfermedad mientras se consideraba la posibilidad de darles de alta.

Las autoridades surcoreanas informaron el viernes que 91 pacientes que se creían libres del nuevo coronavirus habían dado positivo de nuevo. Jeong Eun-kyeong, director de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades de Corea, dijo en una reunión informativa que el virus podría haber sucedido que el virus se haya “reactivado” y no que los pacientes se hayan vuelto a infectar.

La OMS, con sede en Ginebra, preguntada sobre el informe de Seúl, dijo a Reuters en una breve declaración: “Estamos al tanto de estos informes de individuos que han dado negativo en la prueba de COVID–19 usando la prueba de PCR (reacción en cadena de la polimerasa) y luego después de algunos días dan positivo de nuevo.

“Estamos en estrecha colaboración con nuestros expertos clínicos y trabajamos duro para obtener más información sobre esos casos individuales. Es importante asegurarse de que cuando se recogen las muestras para las pruebas en los pacientes sospechosos, los procedimientos se siguen correctamente.

Según los estudios actuales, hay un período de unas dos semanas entre el inicio de los síntomas y la recuperación clínica de los pacientes con un curso leve de la enfermedad COVID–19 leve.

“Somos conscientes de que algunos pacientes dan positivo en la PCR después de recuperarse clínicamente, pero necesitamos una recogida sistemática de muestras de los pacientes recuperados para entender mejor cuánto tiempo se deshacen del virus vivo”, añadió la OMS.

Los representantes de salud de Corea del Sur dijeron el viernes que sigue sin estar claro qué hay detrás de esta tendencia, con investigaciones epidemiológicas todavía en curso.

“Como COVID–19 es una nueva enfermedad, necesitamos más datos epidemiológicos para sacar cualquier conclusión sobre el perfil de diseminación del virus”, dijo la OMS.

Anteriormente, virólogos habían considerado ante casos similares que no significaban nuevas reinfecciones, sino que podría haber una latencia y un repunte del virus en el paciente.

Trump ante la decisión “más importante de su vida”, reabrir la economía

Trump ha insistido en que no ordenará un confinamiento en EE.UU. por la pandemia del coronavirus. Foto: Europa Press.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo este viernes que la decisión sobre cuándo reabrir la economía estadounidense, cerrada debido a la pandemia de COVID–19, es la más difícil que haya tenido que tomar en su vida.

«Voy a tener que tomar una decisión y solo le pido a Dios que sea la decisión correcta. Pero diría sin dudas que es la decisión más importante que he tenido que tomar», dijo Trump en una conferencia de prensa.

Trump, que busca la reelección en noviembre, está ansioso por reabrir la economía de Estados Unidos después de semanas de duras medidas que cerraron las empresas y redujeron drásticamente el transporte en todo el país para frenar la propagación de la enfermedad.

El desempeño económico del país era su bandera en la campaña. Pero una apertura prematura pondría en riesgo vidas si los contagios se disparan.

Ante el vencimiento a fin de mes de las pautas federales actuales sobre distanciamiento social, crece la expectativa de que Trump diga a los estadounidenses que pueden comenzar a reanudar la actividad normal a partir de mayo, al menos en algunas partes del país.

La decisión se basará en parte en datos médicos, pero también está fuertemente influenciada por consideraciones políticas y recomendaciones del sector empresarial, que ha sido devastado por el cierre, con una caída abrupta de los ingresos y masivos pedidos de subsidios de desempleo.

Trump dice que anunciará el martes los miembros de un nuevo grupo de trabajo que deben preparar ese proceso. El grupo incluirá «muy buenos médicos y empresarios», así como probablemente gobernadores de estados, explicó.

En una señal de que Trump buscará un amplio apoyo para lo que podría ser una decisión políticamente peligrosa, dijo que quería una representación política republicana y demócrata.

El miércoles último, el mandatario insistió en que no ordenará un confinamiento en el país a causa de la pandemia del coronavirus porque los estados tienen “diferentes” niveles de afectación.

“Hay algunos estados que son diferentes. Hay algunos estados que no tienen muchos problemas”, afirmó durante una rueda de prensa.

Trump insiste en que no ordenará un confinamiento en esa nación por la pandemia del coronavirus.

El presidente de EE.UU. se refirió a la “gravedad” de la enfermedad y afirmó que es lo que ha hecho que cambie de tono, dejando de comparar a la COVID–19 con una gripe, como hacía durante los primeros días de la pandemia.

Este sábado, Estados Unidos sigue siendo el primer país en número de personas contagiadas, con 501 609. En las últimas 24 horas también ha sufrido un fuerte repunte en decesos, hasta contabilizar 18 777.

Nueva York se mantiene como el epicentro de la pandemia en el país: ronda los 160 000 casos y los 5 800 fallecidos.

El alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, anunció este sábado el cierre de los colegios públicos de la ciudad durante el resto del año escolar, una medida que consideró “dolorosa” pero «necesaria para salvar vidas» y seguir implementando el distanciamiento social.

El sistema de educación público de Nueva York, el mayor de EE.UU., cuenta con 1.1 millones de estudiantes y cerró sus colegios el pasado 15 de marzo e inició un sistema de educación a distancia una semana después.

Emergencia por coronavirus golpea a sector de trabajadores informales en América Latina

Puesto callejero en Santiago de Chile, abril de 2020. Foto: Reuters.

Las calles colmadas de vendedores ambulantes en muchas ciudades de América Latina comenzaron a vaciarse a medida que las autoridades sanitarias restringieron la movilización para contener la pandemia de coronavirus, dejando a muchos trabajadores sin su única fuente de ingresos.

Entre 2012 y 2018, según datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el empleo por cuenta propia en América Latina subió de 21.1 al 23% de los ocupados.

“Un mayor crecimiento del empleo por cuenta propia frente a una reducción del empleo asalariado en el sector privado, son señal de un proceso de precarización de los empleos que se vienen creando en América Latina”, dijo la OIT en un informe en febrero.

El cierre de comercios y las restricciones debido a la crisis por la COVID–19 golpean a las economías locales, muchas con alta dependencia de la exportación de materias primas, lo que impulsa aún más a la informalidad.

En México, más de la mitad de la población activa está empleada en el sector informal, según el estatal INEGI.

Una asociación de 5 000 vendedores ambulantes en el centro histórico de la Ciudad de México dijo a fines de marzo que daría 6 000 pesos (250 dólares) a cada vendedor para alentarlos a quedarse en casa y criticó al Gobierno de la ciudad por no ofrecer más apoyo.

En Perú, muchas familias pobres no han logrado recibir una ayuda gubernamental por problemas burocráticos y falta de documentos.

La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) estima una contracción del 1.8% del producto interno bruto regional este año, lo que empujaría un alza del desempleo en diez puntos porcentuales.

En Brasil, el 41.1% de la población activa está en la informalidad, según datos oficiales de 2019. Eso representa 38.4 millones de personas, la mayor cifra desde 2016.

En Chile, el Gobierno anunció esta semana la creación de un fondo de 2 000 millones de dólares para apoyar principalmente a los informales, que no tienen acceso a seguros de desempleo. Aún no estaba claro el mecanismo para otorgar la ayuda.

En medio de las desoladas calles del centro de Santiago, algunos se aventuran a ofrecer sus mercancías incluso sin los respectivos permisos de circulación. Varios pasaron a engrosar la lista de más de 500 detenidos en la zona metropolitana por violar la cuarentena, según un reporte de Reuters que señala que la situación golpea a países con grandes problemas de desigualdad, como Bolivia.

La tasa de desocupación regional ha retomado la tendencia alcista que parecía haberse apaciguado en 2018 cuando registró una ligera baja. En 2019 habría cerrado al nivel de 8.1% en el promedio regional, según estimaciones de la OIT.

La precaria situación por el virus llevaría a que, de un total de 620 millones de habitantes, el número de pobres en la región suba de 185 a 220 millones de personas, según la CEPAL.

Cuarentenas reducen delitos, pero también se aprovechan grupos mafiosos

La pandemia del coronavirus, que ha paralizado a grandes minoristas y tiendas familiares en todo el mundo, podría estar haciendo mella también en los negocios ilícitos.

En Chicago, una de las ciudades más violentas de Estados Unidos, las detenciones relacionadas con drogas se han desplomado 42% en las semanas posteriores al inicio de la cuarentena con respecto al año pasado. Parte de esa caída, según algunos abogados penalistas, se debería a que los traficantes no tienen otra opción más que esperar al final del bache económico.

“La respuesta que recibo es que no pueden moverse para vender nada en ningún lugar”, dijo Joseph Lopez, un abogado en Chicago que representa a reputados narcotraficantes.

En general, los delitos en Chicago bajaron 10% desde el inicio de la pandemia, una tendencia que se repite en todo el mundo con ciudades reportando increíbles caídas en la tasa de criminalidad desde que se pusieron en marcha las medidas para contener la propagación del coronavirus. Incluso en las regiones con un mayor nivel de violencia fuera de las zonas de guerra, se cometen menos asesinatos y robos.

Sin embargo, las autoridades están preocupadas por un incremento de la violencia doméstica no denunciada y por lo que ocurrirá cuando se levanten las restricciones o si se alargan demasiado.

Es raro que la tasa de delincuencia de una ciudad baje en dos dígitos, incluso en periodos muchos más largos. En la década de 1990, durante el descenso de la criminalidad en Nueva York, uno de los mayores cambios en la historia del país, los delitos disminuyeron 40% en tres años. Esto hace que el desplome actual, en apenas dos semanas, sea incluso más radical.

En Latinoamérica, la delincuencia se ha reducido a unos niveles nunca vistos en décadas.

“Los asesinatos bajaron y los gánsteres no acosan tanto”, dijo Eduardo Perdomo, un obrero de la construcción de 47 años al bajar de un autobús en San Salvador. “Creo que tienen miedo de contraer el virus, y no salen”.

El Salvador reportó una media de dos asesinatos al día en el último mes, desde el pico de 600 diarios de hace unos años.

Gran parte de ese cambio se debió al endurecimiento de las políticas de la seguridad y a las treguas entre pandillas, pero la imposición de una limitación casi total a los movimientos podría estar reduciéndola aún más, según analistas y estadísticas nacionales.

En Perú, donde la delincuencia se desplomó 84% el mes pasado, Raúl González, empleado en una funeraria en Lima, llegó a tener hasta 15 cadáveres diarios, muchos de ellos víctimas de homicidios. Esta semana, dormitó sobre un banco tras seis horas sin clientes.

“Casi no hay asesinatos y accidentes de auto estos días”, dijo González.

En Sudáfrica, la policía reportó un sorprendente declive en la primera semana de cuarentena. El ministro de la Policía, Bheki Cele, dijo que el número de violaciones denunciadas pasó de 700 a 101, con respecto al mismo periodo de 2019. Además, los cargos por asalto pasaron de 2 673 a 456, y los asesinatos de 326 a 94.

En Nueva York, epicentro del brote del virus en Estados Unidos, los delitos mayores (asesinato, violación, robo, agresión, hurto mayor y robo de autos) se redujeron en 12% entre febrero y marzo. En Los Ángeles, las estadísticas de delitos cometidos en 2020 estaban en línea con las del año pasado hasta la semana del 15 de marzo, cuando se redujeron en 30%.

La forma de vigilar también está cambiando por la pandemia. Cada vez más agentes caen enfermos: en el departamento de policía de la ciudad de Nueva York, el más grande del país, con 36 000 agentes, más de 7 000 están de baja y más de 2 000 fueron diagnosticados con COVID–19.

Pero aunque las detenciones por narcóticos han caído, la venta de droga continúa y los traficantes pueden haberse visto obligados a cambiar sus estrategias, apuntó Rodney Phillips, quien formó parte de una pandilla en Chicago pero ahora trabaja como mediador de conflictos en la ciudad.

“Estos muchachos ya se enfrentan a la pobreza y a la muerte en esas zonas”, afirmó. “Ahora podrían estar vendiendo más por internet, pero no van a dejarlo solo por el coronavirus”.

Un hombre de Maryland acusado de operar una tienda en la Darknet dedicada a la venta de opiáceos con prescripción, presumió en su página diciendo: “Incluso con el Corona Virus (sic) la tienda funciona a toda velocidad”.

Otros delitos, sin embargo, podrían verse avivados por las cuarentenas.

El jefe de la policía de Houston, Art Acevedo, dijo que en la ciudad los asaltos agravados se incrementaron en 10% en las tres últimas semanas, y la mitad de ellos fueron violencia doméstica, una proporción mucho más alta de lo habitual. Las llamadas a la línea telefónica directa de abuso y maltrato a menores de Missouri se redujeron a la mitad al inicio de la pandemia en el estado. Según defensores, las llamadas ya no se realizan porque los menores no van a la escuela.

Y Chicago registró un repunte de la violencia armada esta semana, de acuerdo con el periódico Chicago Sun-Times, que reportó 60 balaceras (19 letales) entre el domingo y el jueves últimos.

Otra arista se vive en Europa. Los grupos mafiosos italianos podrían aprovechar el coronavirus y la difícil situación de los más pobres para comprar su fidelidad regalando comida y concediendo préstamos gratuitos, ha advertido el periodista y escritor Roberto Saviano.

La mafia también quiere aprovechar el colapso de la economía de Italia, la tercera de Europa, para comprar negocios en dificultades, asegura el autor de Gomorra, un libro sobre la Camorra, la mafia de Nápoles.

“La mafia solo espera esto, una crisis” para controlar las empresas con dificultades a través de nuevos socios relacionados con organizaciones criminales, dijo Saviano en una videoconferencia la semana pasada con medios de todo el mundo.

“Te conviertes en socio (de las organizaciones mafiosas) y entras en los negocios”», explica Saviano. “No es que les amenacen con una pistola sino que son los propios consejeros financieros (de las empresas) los que en algún momento les aconsejan hacerlo”.

Los grupos mafiosos italianos tienen una gran influencia en sectores cruciales para la economía como la construcción, la agricultura, los hoteles o la energía eólica.

“Si Europa no interviene pronto, la multiplicación del dinero mafioso que ya está en Alemania, Francia, España, Holanda o Bélgica estará descontrolada”, advierte Saviano.

Los grupos mafiosos de Nápoles están repartiendo comida a los más pobres y, por orden de la Camorra, los prestamistas anulan los intereses de las deudas, apunta el escritor.

“¿Cuál es el objetivo? Obtener servicios” a cambio, asegura el periodista, que actualmente vive en Nueva York y tiene protección policial desde 2006, cuando recibió amenazas tras la publicación de Gomorra.

Esos servicios pueden ser el voto en las elecciones para candidatos relacionados con la mafia o prestar su nombre para usarlo en contratos, explica Saviano.

El alcalde de Nápoles, Luigi de Magistris, señaló a AFP que “los criminales tienen dinero, no les importa la burocracia y saben a qué puerta tienen que llamar, son muy rápidos, eficaces y concretos”.

“Es una carrera. Si llegan primero tenemos el riesgo de un contagio que también será criminal, en Nápoles pero también en el resto de Italia”, añadió.

La ministra italiana del Interior, Luciana Lamorgese, anunció el viernes en una entrevista al Corriere della Sera un decreto que permitirá a los representantes del Gobierno supervisar “las situaciones de riesgo de infiltración criminal”.

“Muchos trabajadores precarios, temporeros, los que trabajan en negro, están sufriendo de la crisis (…) y podrían convertirse en reserva de mano de obra para el crimen, en particular en el sur” pobre de Italia, advirtió.

(Con información de agencias, OMS y ONU)