Aunque en diciembre se redujeron casi a cero las afectaciones por falta de generación y en buena parte de enero tampoco merodeó el fantasma del apagón, en las últimas jornadas varias condiciones han provocado que nuevamente haya falta de electricidad.
Todas las miradas vuelven a centrarse, con el temor de vivir un déjà vu, en los partes matutinos de la Unión Eléctrica, y gana protagonismo otra vez el organigrama de bloques de programación.
Como en el 2022, la salida de unidades generadoras, los altos picos de demanda y el mantenimiento en varias termoeléctricas se combinan para que esto suceda. ¿Cuáles son las perspectivas para el resto de 2023? ¿Cómo se ha concebido el plan de mantenimiento?
Siete claves para entender por qué en diciembre y en buena parte de enero no hubo casi apagones
Durante los dos primeros días de diciembre de 2022, el país vivió uno de los peores momentos en la generación eléctrica. Era el inicio de un mes en el cual debían alejarse progresivamente los apagones, según palabras del presidente, tras nueve meses aciagos en los que las afectaciones fueron superiores a las 10 horas, como promedio. Y la situación comenzó a mejorar.
¿Cómo se logró mitigar la falta de generación durante ese período? ¿Incidieron en la mejoría solo las temperaturas más moderadas de esa etapa? ¿Qué pasará en el 2023? ¿Se acabarán los apagones en Cuba este año?
Con estas y otras preguntas, un equipo de Cubadebate dialogó con Lázaro Guerra Hernández, director técnico de la Unión Eléctrica, conocido por la audiencia por su pericia en este cardinal tema.
Aunque algunos asociaron la mejoría temporal en el servicio eléctrico a la suerte (temperaturas más bajas, con el consiguiente menor consumo), el especialista consideró que cubrir la demanda en todos los horarios va mucho más allá de eso.
Sin dejar de reconocer que el efecto de las variables meteorológicas influye en el comportamiento de la demanda y, por ende, en la disponibilidad, apuntó que lo sucedido en semanas pasadas también se asocia al cumplimiento de un riguroso programa para recuperar potencia en el sistema con el objetivo de reducir las afectaciones que limitaban el servicio desde marzo de 2022.
“La situación se agravó en agosto y el tiempo promedio de afectación fue de ocho horas con 26 minutos. Sin embargo, en los primeros 15 días de octubre los apagones fueron de hasta 10 horas con 23 minutos”.
Explicó que, para revertir la situación, se actualizó la estrategia concebida previamente.
Entre los principales objetivos estaban incrementar la capacidad de generación térmica, restituir los motores de diésel y fueloil y revitalizar los emplazamientos de Mariel (ocho motores de 18 MW) y Moa (10 motores de 18 MW).
La concreción de esta estrategia –señaló– no se dio por arte de magia, sino que se combinaron siete elementos fundamentales para su cumplimiento.
El primer paso fue el incremento del mantenimiento de las unidades térmicas. “Entre octubre y noviembre se sacaron cuatro máquinas como promedio para ejecutar estas labores. Eran mantenimientos de corta duración, ligeros y con alcance limitado, pero nos permitieron lograr estabilidad en la generación”, dijo el director técnico de la UNE.
La disponibilidad en la generación térmica llegó a alcanzar los 1 148 MW en diciembre, un valor que, aunque lejos aún del potencial instalado en el país, superaba los 700 MW que llegó a tener esta fuente de generación en sus momentos más críticos.
A la vez, se incrementó la exigencia en los sistemas de control de la calidad de los trabajos de mantenimiento y reparación de averías, tanto en la generación térmica como en la distribuida.
“Demandamos que los objetivos de los trabajos se cumplieran con rigor. En los plazos planificados y en la calidad. Esto era vital para lograr que se ejecutaran los mantenimientos de manera consecutiva. Si una unidad entra al sistema con problemas luego de un período de mantenimiento, compromete tanto la capacidad de generación planificada como la ejecución de nuevos mantenimientos”.
Otro factor cardinal para lograr estos objetivos fue el incremento de la motivación de los trabajadores del sector. En los últimos años, la pérdida de personal calificado en áreas claves respondió a factores como los bajos salarios y las condiciones de trabajo.
“Aumentó el salario del personal directo a la producción en la generación, y se comenzó a vender módulos de aseo y alimentación junto a la corporación Cimex. Este elemento fue fundamental. Mitigó el éxodo en puestos claves, tanto de la generación térmica como de la distribuida. La experiencia se trasladó posteriormente a linieros y a otras labores imprescindibles para el sostenimiento del sistema eléctrico”.
En el diálogo con Cubadebate, Lázaro Guerra Hernández también destacó el aporte de las Fuerzas Armadas con apoyo logístico y de personal.
Señaló que se deben tener en cuenta la llegada de la central flotante turca, con un importante aporte al SEN, y el incremento de las capacidades de generación en los motores de Mariel y Moa, con casi 150 MW de aporte.
Por último, influyó el aumento de las capacidades de generación en Energás. “Se logró una mayor entrega de gas para la generación, a la vez que se terminó el mantenimiento de la turbina de vapor de Varadero. Esta es la generación más barata del país, pues se deriva del gas acompañante y tiene una alta eficiencia energética”.
En resumen –afirmó el ingeniero–, la potencia disponible se incrementó en 537 MW en comparación con los meses anteriores. “La temperatura disminuyó la demanda, pero si no se hubiese elevado la generación tampoco habríamos podido satisfacer las cargas requeridas”.
Por ejemplo. Aporte:
Energía térmica: 1 156 MW (Diciembre) contra 917 MW (Octubre)
Generación con diésel: 500 MW (Diciembre) contra 383 MW (Octubre)
De una afectación promedio de 1 959 MW en octubre, se redujo a 330 MW en diciembre. Como resultado, el tiempo promedio bajó de 10 horas con 23 minutos a 1 hora con 28 minutos en el último mes de 2022.
- En noviembre, durante 23 de los 30 días se logró cubrir la demanda en la madrugada.
- A partir del 3 de diciembre no se afectó el servicio durante el día ni la madrugada (excepto el 23).
- En enero ha habido 10 días con afectaciones en el servicio (cinco de ellas de menos de una hora)
Según el directivo de la UNE, para reducir las afectaciones a la población se han diseñado cuatro bloques de apagón, con los cuales se busca que los mismos circuitos no sean afectados reiteradamente.
2023, mantenimientos y meses de verano
Diseño: Rogelio Carmenate
Aunque se han reducido desde diciembre los apagones por déficit en la capacidad de generación, los meses de verano son los que ponen a prueba el sistema electroenergético nacional (SEN).
Picos más prolongados y demandas más elevadas durante todo el día suben la parada si de demanda de energía se trata. “Cuando hablamos de verano, nos referimos a la etapa a partir de mayo, cuando el consumo comienza a elevarse ostensiblemente”, precisó Lázaro Guerra Hernández.
Por ello, las acciones que se realicen en estos primeros cuatro meses son vitales para el sostenimiento del SEN.
Como informó el ministro de Energía y Minas, Vicente de la O Levy, durante este periodo se reforzarán los mantenimientos en varias unidades generadoras, lo cual puede provocar déficits en la capacidad de generación y, con ello, algunos apagones.
“De enero hasta mediados de mayo se estiman afectaciones en el servicio eléctrico en el horario pico nocturno que pueden alcanzar hasta las tres horas como promedio diario, debido al incremento de los mantenimientos en las principales unidades de generación térmica con respecto a diciembre”.
A pesar de este pronóstico, dado en el momento de la entrevista con Cubadebate, en las últimas jornadas el apagón ha sido mucho mayor en todo el país.
Según el el director técnico de la UNE, actualmente hay cinco unidades en mantenimiento.
“Recordemos que nuestras termoeléctricas consumen crudo nacional y, por tanto, les corresponde un mantenimiento cíclico. No podemos permitir que las plantas caigan por debajo del mínimo técnico. Si eso ocurre, no se produce corriente y se acelera el deterioro de las unidades. Pasa entonces que las intervenciones (mantenimientos o reparaciones) para resolver los problemas son mayores, más costosas y prolongadas en el tiempo.
“Hemos planificados al menos un grupo de mantenimientos cortos que impidan que las máquinas se deterioren y caigan en ese mínimo técnico.
“Habana 1 entró el 22 de enero, Mariel 8 debe estar el 29 de este propio mes, Céspedes 3 ya se incorporó, al igual que Nuevitas 6. La sincronización de Renté 4 está programada para mayo. Otros mantenimientos realizados son en Renté 6 y la Guiteras. Todo ello representa más de 650 MW en mantenimiento”.
Como ya se informado, y de mantenerse los actuales cronogramas, se intervendrá Felton 1 durante unos 20 días.
El especialista explicó que se hará “para acometer trabajos en la turbina y la caldera. Esa máquina lleva en línea varios meses. También se debe dar mantenimiento ligero a la CTE Guiteras, para mantener su estabilidad”.
Por otra parte, en la unidad 4 de la CTE Céspedes se hará un mantenimiento profundo desde finales de enero, por 120 días.
“En febrero, la salida de esta unidad va a coincidir con la de Felton, por lo que es muy necesario que las termoeléctricas que se incorporen al sistema en enero lo hagan con estabilidad.
“Es cierto que, por los años de explotación que tienen nuestras termoeléctricas, los mantenimientos de 10-15 días no resuelven todas sus deficiencias, pero sí ayudan a lograr su estabilidad. De no hacerlos, los riesgos serían mucho mayores”.
Como buena nueva, Lázaro Guerra Hernández informó a Cubadebate que para marzo se prevé la sincronización de Mariel 6, unidad adyacente dañada durante un incendio. “Para mayo se prevé su entrega comercial. Esta unidad es totalmente nueva y debe generar unos 100 MW”.
Añadió que “la entrada de Céspedes 4 también es clave para el cumplimiento de la estrategia”.
También ratificó que para octubre se planifica un mantenimiento capital a la CTE Guiteras, que debe demorar unos seis meses. “Con este proceso, no solo se recuperarán sus diversas áreas, sino que se elevará a cerca de 280 MW su potencia de generación”.
A la par, se trabaja en la incorporación de nuevos motores a fueloil y diésel, así como en la reparación de los existentes.
El especialista afirmó que, teniendo en cuenta lo anterior, se prevé contar para mediados de mayo con unos 1 200 MW de potencia en la generación térmica.
“Con el mantenimiento capital a la Guiteras, esa importante unidad generadora entraría en su ciclo de mantenimiento. Felton 1 y Mariel 6 también estarían en esa condición, lo que nos permitirá una mayor estabilidad en el sistema eléctrico nacional”.
En la generación distribuida, la meta es llegar a unos 500 MW en los motores a fueloil y otros 610 MW en los motores a diésel.
“Estos últimos no deben trabajar las 24 horas, porque se deterioran. Implementaremos una estrategia diferente que nos permita alargar su vida útil. Tenemos que buscar suficiente generación para preservarlos y usarlos pocas horas al día”, advirtió el especialista.
Dijo también que se está realizando un amplio programa de mantenimiento teniendo en cuenta las horas de funcionamiento. “Igualmente, estamos terminando de rehabilitar los emplazamientos de Mariel y Moa, con un importante aporte al SEN”.
Otra fuente de generación está relacionada con Energás-Boca de Jaruco, donde se acometen inversiones para elevar su productividad.
Durante su diálogo con Cubadebate, el director técnico de la Unión Eléctrica se refirió a las inversiones necesarias en la red de distribución, las cuales buscan, en lo fundamental, reducir las pérdidas, una parte de ellas asociadas al robo de electricidad.
Igualmente, se aseguran existencias de componentes, incluidos trasformadores, que están entre los elementos que más se dañan. “Aunque tenemos una fábrica en Cuba, sus producciones han estado mermadas por las materias primas”.
También es prioritario seguir incorporando nuevas fuentes de generación, como lasbasadas en energías renovables con el uso de la energía eólica y fotovoltaica.
Rumbo a los meses de verano, se impone entonces el cumplimiento riguroso de los mantenimientos a las centrales eléctricas y los emplazamientos de generación distribuida.
Esas acciones no solo redundarán en una mejor situación del SEN en el corto plazo, sino que evitarán volver a largos periodos de baja disponibilidad energética en la nación.